31 Octubre 2023
ENCALLADOS. El viento arrastró los botes y las lanchas hasta la playa. reuters
ACAPULCO, México.- El número de personas muertas y desaparecidas por el devastador huracán Otis, que asoló la semana pasada la ciudad de Acapulco, en el Pacífico mexicano, subió a cerca de un centenar.
Otis azotó a la ciudad turística con vientos de 270 kilómetros por hora la madrugada del miércoles, con lo que se convirtió en el ciclón más potente que haya tocado tierra en la costa occidental de México desde que hay registros y dejando inundaciones, devastación, saqueos y a la población lidiando por conseguir agua, comida y medicinas.
Evelyn Salgado, gobernadora del estado Guerrero, donde se encuentra Acapulco, dijo que se confirmó la muerte de 45 personas y que otras 47 permanecían desaparecidas, citando cifras de la fiscalía estatal.
Las autoridades federales de Protección Civil informaron que había 48 decesos, 43 en Acapulco y cinco en el municipio cercano Coyuca de Benítez.
La fiscal de Guerrero, Sandra Valdovinos, detalló que entre los fallecidos hay tres ciudadanos extranjeros residentes en el centro turístico: un estadounidense, un británico y un canadiense.
Durante su rueda de prensa matutina, el presidente Andrés Manuel López Obrador instó a las autoridades a garantizar la entrega de bienes básicos a la población luego de que se desataran saqueos tras la destrucción del huracán.
Aún no se ha terminado de evaluar oficialmente la repercusión económica del impacto del huracán, pero la consultora Enki Research calculó que se acercaría a los 15.000 millones de dólares y que casi tres millones de personas sufrieron los efectos del fenómeno Otis.
México envió a unos 17.000 miembros de las fuerzas armadas para mantener el orden entre los afectados y para ayudar a distribuir toneladas de alimentos y suministros que llegan a Acapulco, una ciudad de unos 850.000 habitantes que recibe anualmente 4,5 millones de turistas.
El mandatario prometió “poner de pie” a Acapulco “en muy poco tiempo”. Gobiernos extranjeros y empresas locales han iniciado recolección de víveres y colectas de dinero.
Sin embargo, los problemas persisten. Una fila de unas 150 personas esperando agua proporcionada por un municipio local serpenteaba por las calles embarradas en el barrio La Frontera el domingo por la tarde, mientras que los residentes llevaban recipientes vacíos y se lamentaban por la espera de horas.
En la fila, Emilia Rojas observaba a su alrededor con desesperación. “Mire cuántos somos. Somos muchísimos. No va a ajustar (alcanzar) esa agua”, reclamó.
En una calle cercana, Perla Rubí dijo que la larga espera era incómoda, dada la desesperación de tanta gente.
“Estamos aquí desde la madrugada, cinco de la mañana, arriesgándonos a que nos asalten, porque ahora están asaltando en las calles”, relató. “¿Dónde está la ayuda del gobierno?”, clamó. Otras decenas de personas tenían que caminar hasta los ríos para buscar agua potable, bañarse y lavar ropa, según imágenes de medios locales.
El traslado de extranjeros se hizo rápidamente. Entre ellos, 59 colombianos y 52 peruanos que estuvieron en Acapulco durante el paso de Otis fueron localizados y ya estaban fuera de la zona afectada, informó la canciller mexicana, Alicia Bárcena.
Devastador huracán Otis
Otis tomó por sorpresa a muchos ya que se intensificó inusualmente rápido impulsado por la alta temperatura de la superficie marina, producto del fenómeno de El Niño.
La planificación y la respuesta gubernamentales fueron calificadas como “pobres” por parte de la oposición y por los analistas políticos. Turistas hospedados en Acapulco dijeron que no fueron informados sobre el huracán hasta poco antes de su llegada.
Ayer se formó la tormenta tropical Pilar en el océano Pacífico, frente a El Salvador y Nicaragua, dijo el Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés).
En un principio se esperaba que llegara hasta el sur de México, pero aparentemente se quedará en Centroamérica, aunque sí llevaría fuertes lluvias al suroeste del territorio mexicano. (Reuters)
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