La escasez de combustibles en todo el país alcanzó este fin de semana su pico, con estaciones de servicios vacías y otras abarrotadas de clientes urgidos por conseguir algo de nafta para iniciar la semana. Mientras tanto, desde el Gobierno lanzaron un ultimátum a las compañías petroleras, que aseguraron que el suministro comenzará a aliviarse en los próximos días. ¿Pero cuándo?, se preguntan los miles de personas que forman largas filas en los surtidores de todo el país.
Mientras que se espera que en las próximas horas ingresen a los puertos los 10 barcos de combustibles que importó el Gobierno, se estima que la logística de la distribución podría demorar unos dos o tres días, había explicado el sábado la secretaria de Energía, Flavia Royon.
La versión del Gobierno ante la falta de combustibles
"Hubo un aumento de demanda inusual. Con la importación vamos a reponer los niveles de stock", agregó la funcionaria, quien aclaró además que "no habrá aumentos de precios abruptos".
Como portavoz oficial, Royon atribuyó el faltante de combustibles a la demanda generada por un fin de semana largo que tuvo mucho movimiento turístico, además del "ruido de una posible devaluación y de aumentos de precios", generado tras las elecciones presidenciales del domingo pasado y antes del balotaje del 19 de noviembre.
"Esto presionó la demanda, más la demanda de los países limítrofes (...) Se generó una psicosis de 'hay que ir a cargar el tanque' y si todos salimos a cargar el tanque porque se instala que no va a haber combustible, también presiona a los surtidores, que no están preparados para eso", sostuvo Royon.
El mercado argentino necesita importar el 20% de sus combustibles
Las refinerías de Argentina abastecen el 80% del mercado local, mientras que el resto se completa con importación de combustibles. Lo cierto es que las petroleras tampoco se ven seducidas con estas operaciones ya que deben pagar los precios internacionales en dólares y luego vender en el mercado local en pesos, con las tarifas congeladas. Es decir, a pérdida.
Los busques que llegaron el fin de semana llevaban días demorando su ingreso al puerto debido a la falta de dólares, sobre todo después de que el Gobierno resolviera en mayo extender los pagos hasta 90 días. Es por eso que las empresas no tienen ansiedad por importar, pues lo hacen a pérdida.
El ultimátum de Sergio Massa a las petroleras
Durante su visita a Tucumán, en donde asistió a la asunción de Osvaldo Jaldo como nuevo gobernador, el candidato a presidente por Unión por la Patria y, además, ministro de Economía, Sergio Massa, cargó las tintas sobre las empresas petroleras.
"Estamos en el récord de producción de petróleo. Lo primero que quiero decir es que en algún momento hubo una especulación en que, según el resultado electoral, habría una devaluación. Después algunos otros especularon con que se vencía el acuerdo de congelamiento y se venía un nuevo precio, entre un 20% y un 40% de aumento. Entonces guardaron", señaló Massa.
En medio de la puja, el ministro de Economía lanzó un ultimátum al asegurar que “el sector petrolero argentino es uno de los que tiene mayor crecimiento global, con un tipo de cambio para liquidar, reducción de impuestos para tener congelados los precios y para importar, claramente además hacen valer su potencia económica. Para que quede claro si el martes de las 0 no está resuelto el abastecimiento, desde el miércoles no van a poder a sacar un barco de exportación porque el petróleo argentino es para los argentinos".
Dejar de exportar petróleo argentino traería aún más inconvenientes, si tomamos en cuenta que el problema más grave que atraviesa la economía del país es el faltante de dólares, ya no sólo para asumir los compromisos con los organismos internacionales de crédito sino también para la importación de bienes y de insumos, en este caso: el 20 % del combustible para terminar de abastecer la demanda del mercado local.
La versión de las petroleras ante la falta de combustibles en el país
Entre los eventos que llevaron al desabastecimiento, las empresas enumeraron niveles extraordinarios de demanda, elecciones presidenciales que generaron más movimiento de personas, inicio de la siembra agrícola, una dependencia mayor a la habitual de importaciones y una "sobredemanda generada por la expectativa de desabastecimiento", argumentos que, en cierta forma, van de la mano de los expuestos desde el Gobierno.
La escasez de gasoil, por su parte, impacta especialmente en el campo en momentos en que los agricultores están empezando la siembra de soja, principal fuente de divisas del país.
Con una economía atada con alambres y a la espera de una milagrosa cosecha que inyecte dólares al Banco Central en el primer semestre de 2024, el Gobierno sigue haciendo equilibrio y los argentinos padeciendo el día a día, con una inflación que supera el 140 % interanual, y las promesas de un futuro mejor. Se estima que entre martes y miércoles las estaciones de servicio volverán a expender combustibles con normalidad, aunque el riesgo de otro desabastecimiento seguirá latente si no se solucionan los problemas de fondo.