Faltante de Stents

Hace pocos días llegó a nuestro consultorio cardiológico un paciente con varios factores de riesgo cardiovascular. Refería una sintomatología atípica, pero orientado a que podía tratarse de un enfermo con coronariopatía, le solicite una perfusión miocárdica y a renglón seguido una cineangiocoronariografía. La misma informó que tenía lesiones severas de dos arterias del corazón pasibles de angioplastia y colocación de Stents. 

Desde hace varias semanas circula por los medios la información (confirmada por el presidente de la CACI, Colegio Argentino de Cardiólogos Intervencionistas) que hay faltantes de Stents en la Argentina y ello me generó mucha preocupación. 

Fortuitamente el médico hemodinamista actuante pudo solucionar el problema, tenía buen stock de estos dispositivos, y salvó la vida del enfermo, todo ello con marcada angustia, ya que me dijo que estábamos trabajando, valga la expresión, sobre una delgada línea roja. Un día se terminará el stock de Stents en los centros médicos y pronto nos veremos en apuros y los médicos tendremos que poner la cara y el pecho por las equivocadas políticas del gobierno (llámese cepo al dólar o ineptitud) y que dificulta que este invento argentino (de Julio Palmaz) que solo se fabrica fuera de nuestro país, lo tengamos a mano como en otras épocas. Muy triste y desgastante. Mientras uno se capacita, con el esfuerzo y el gasto que ello significa haciendo cursos o yendo a congresos, debemos preocuparnos por llamar por teléfono a la obra social o al centro médico para averiguar si tienen Stents u otros insumos médicos básicos. 

No soy masoquista, por lo tanto, insto a que esto se solucione a la brevedad. El sayo era un vestido sin botones que cubría desde el cuello hasta las rodillas. Pues bien: “Al que le quepa el sayo que se lo ponga”. Este dicho solía aplicarse al hacer una reprimenda sin mencionar al destinatario, abundan los que no se dan por aludidos y son respetables las personas culpables que asumen su culpa. El refrán es claro y queda flotando en el ambiente para que el interesado en cuestión lo interprete y lo solucione para bien de toda la población y del argentino que apuesta por su país.

Juan L. Marcotullio [email protected]