"Colón lo jugó como a una final, a nosotros nos faltó rebeldía", dijo Sergio Gómez
Luego de la derrota ante el "sabalero" el técnico admitió que al equipo le costó meterse en clima de partido decisivo; pero hubo opiniones divididas, mientras Bianchi coincidió, Estigarribia se mostró en la vereda opuesta.
Falta de actitud, ¿sí o no? El contrapunto quedó planteado en las entrañas del “Cementerio de los Elefantes”, donde Atlético Tucumán perdió 1-0 la primera de las cuatro “finales” que le quedaban en pos de clasificar a una copa internacional.
El entrenador Sergio Gómez, visiblemente molesto, abonó a la primera tesis: el “decano” falló en lo actitudinal en su paso por Santa Fe, sobre todo en la primera etapa. “Creo que hubo pocos minutos en el primer tiempo que se jugaron como una final, que Colón sí lo hizo y a nosotros nos costó entrar en esa final, que para nosotros también lo era, los dos nos jugábamos mucho (…) nos faltó rebeldía”, afirmó el integrante de la dupla.
Ante una consulta de LA GACETA, antes de subirse al micro, Bruno Bianchi asintió: “Todos coincidimos con lo mismo, arrancamos creyéndonos que iba a ser un partido que íbamos a controlar de principio a fin pero no fue así, porque Colón jugó verdaderamente el primer tiempo como una final y nosotros no”.
Sin embargo, no todos pensaban lo mismo. Por caso, Marcelo Estigarribia. “No estoy de acuerdo (con falta de actitud). Creo que el equipo se brindó al máximo, quizá no fue nuestro mejor partido, pero quisimos ganar”.
“No coincido, son diferentes puntos de vista, respetables. Cada uno opina y dice lo que quiere, pero yo creo que el equipo se brindó al máximo, intentó acá en santa Fe imponerse ante un rival difícil, que también tiene jugadores de jerarquía”, agregó el “Chelo”, quien ante el “sabalero” desperdició una ocasión bastante clara de gol para empatar.
Al margen de argumentaciones más o menos críticas, la verdad es que Colón se aprovechó de un Atlético que precisamente desaprovechó una gran oportunidad de escalar en la tabla anual, ante un rival que llegó al partido desesperado por encontrarse en descenso y con un entrenador flamante.
Una ciudad en vilo. Eso es Santa Fe por estos días. Por la proximidad del balotaje, claro, como el resto del país. Pero de modo particular y sobre todo, por ese fantasma que en Argentina tiene vida real y se llama descenso.
Los hinchas de Colón no ven la hora que termine el próximo mes, aunque noviembre ni siquiera comenzó. Y no pueden creer que hace poco más de dos años hayan celebrado hasta el éxtasis la obtención de la primera estrella (Copa de la Liga 2021).
El devenir del presente año se asemeja a una pesadilla sin solución de continuidad para el “sabalero”: ni el ídolo Marcelo Saralegui en el arranque de temporada, ni el querido Néstor Gorosito durante buena parte de 2023 lograron disipar el terror a la pérdida de la categoría.
Ahora llegó Israel Damonte como “bombero”. Su desembarco ha generado todo tipo de opiniones entre los simpatizantes del “negro”. Es que Gorosito había sido “adoptado” desde su asunción misma, cuando declaró: “Me gusta el pescado, la cumbia, la cerveza”. Apostar a un nuevo técnico para un “sprint” final de cuatro fechas fue cuanto menos osado por parte de una dirigencia cuestionada.
Sin embargo, el desembarco de “Isra” no pudo ser mejor. Aplaudido apenas pisó el campo de juego, su nuevo equipo se alzó con tres puntos de oro, que potencian sus chances de salvación.
La otra “mitad” futbolera (o un poco menos) de la ciudad de Santa Fe tampoco está relajada por estas horas. De hecho, no podría estarlo: Unión visitará mañana a Central Córdoba ubicado en el mismo escalón que su eterno rival. De perder en Santiago del Estero, el “incendio” podría cambiar de localización geográfica en Santa Fe de la Veracruz.
La festejada victoria sobre Atlético trajo alivio a granel en el pueblo “sabalero”, que ahora confía que de la mano de Damonte el “rojinegro” logre emular a Sergio Massa, quien en la capital provincial revirtió la historia de las PASO y dejó atrás a Javier Milei y a Patricia Bullrich, en ese orden, en los recientes comicios presidenciales.
Quién lo hubiera dicho un par de horas antes. Cuando los futbolistas del “negro” salieron a realizar ejercicios precompetitivos, los hinchas les “marcaron la cancha” con cánticos típicos: “Jugadores, jugadores…”, “La camiseta de Colón se tiene que transpirar…”, “Hoy no podemos perder”.
Parece que se lo tomaron en serio. En la cancha, en varios pasajes se percibió, o al menos se intuyó, la diferencia existente entre un equipo que lucha por la supervivencia y otro al que le gustaría viajar por Sudamérica, de ser posible.