Oportunidad perdida. Un insípido Atlético Tucumán otra vez no dio la talla como visitante; cayó 1-0 frente a Colón en Santa Fe y posiblemente cerrará la fecha algo más lejos de la Copa Sudamericana.
En contraposición, a costa del “decano”, el “sabalero” sacó la cabeza de debajo del agua y salió del descenso directo, al menos hasta que jueguen sus rivales directos.
No fue el mismo abismo de rendimiento exhibido en el partido con Vélez, pero Atlético nuevamente defeccionó en rodeo ajeno, en otro primer tiempo para el olvido. La mejoría experimentada en el complemento no alcanzó.
No es la primera ni la segunda vez que ocurre en esta temporada. A domicilio, el equipo de Sergio Gómez y Favio Orsi muestra otra cara, carece de la ambición que exhibe en el "José Fierro".
La dupla repitió la formación inicial del partido con Talleres, pero duró poco. Antes de los cinco minutos, la lesión de Ramiro Carrera obligó a cambiar los planes. Para colmo, con el ingreso de Bautista Kociubisnki, se perdió potencial desequilibrio (y prácticamente no se ganó marca en el medio).
A imagen y semejanza del debutante Israel Damonte, Colón salió a jugar con el “cuchillo entre los dientes”, como la final de la que en realidad se trataba.
El exentrenador de Sarmiento agarró un “hierro” ardiente y consecuentemente pateó el tablero: metió cinco cambios con respecto al once inicial que se presentó (y perdió) ante el descendido Arsenal entre semana. Y también cambió de esquema, ahora con línea de tres en el fondo y dos grandotes arriba (Javier Toledo se sumó a Ramón Ábila).
Con menos tiki-tiki, con juego más directo y salteando líneas, el “sabalero” empezó a llevarse por delante a un oponente timorato.
La apertura del marcador se percibía en el aire húmedo y calurosisimo del estadio "Brigadier General Estanislao López" (en la siesta santafesina, 36 grados de sensación térmica, con tormenta en el horizonte) estaba al caer.
Y a los 22 minutos se rompió el cero con el remate de Eric Maza que se desvió en Nicolás Romero. La pregunta del millón era si por fin, urgido por el resultado, el “decano” iría a buscarlo, pero apenas si reaccionó. Sólo Mateo Coronel, con un par de buenas jugadas personales, inquietó al seguro Matías Ibáñez.
En verdad, Colón pudo irse al entretiempo con una ventaja mayor. Tomás Marchiori, con un par de tapadas que recordaron su actuación consagratoria de abril pasado en idéntico escenario, y la falta de estado de forma de Toledo evitaron un saldo más negativo todavía para un conjunto tucumano notablemente descolorido.
Atlético Tucumán no reaccionó y sufrió un duro golpe
Se esperaba una reacción de la dupla. Y no fue sólo Gómez quien salió diferente a afrontar la segunda etapa (el entrenador dejó el saco azul-celeste en el vestuario, seguramente la alta temperatura mató cábala). La entrada de Justo Giani por Francisco Flores maquilló a un equipo que se paró unos metros más adelante.
Con todo, a Atlético le costaba demasiado generar ocasiones concretas de gol. La dupla –cuyos integrantes hablaron mucho entre sí durante todo el partido- sorprendió con dos cambios impensados (sobre todo, por el ingreso del volante Julián Carrasco por un delantero, Coronel). Cristian Menéndez saltó a la cancha más tarde.
Durante el “parate” para hidratarse, Orsi aprovechó para hablarles muy enfáticamente a sus jugadores. Por la leve mejoría mostrada en el segundo tiempo (y los nervios de Colón) Atlético estuvo a tiro de empate en alguna que otra jugada (en la más clara, Matías Orihuela, con la “de palo”, la tiró por arriba).
En el “cementerio” hubo drama hasta el final. El alivio fue para el local y los interrogantes para la visita.
A Atlético le siguen costando demasiado los equipos que juegan con la “soga al cuello”. Y a la orilla del Río Salado dejó pasar la chance de meterse en zona de Sudamericana.