“Hoy un juramento, mañana una traición”

“Hoy un juramento, mañana una traición”

De comienzos de año a hoy cambió sustancialmente el escenario político tanto en el oficialismo como en la oposición. El tango “Amores de Estudiantes”, de Gardel, recrea momentos de la política. Insultos y perdones.

“Hoy un juramento, mañana una traición”

Y al final ocurrió lo que imaginaba. Iba a llamar. Siempre lo hace cuando las noticias lo exigen.

Estaba decidido a no atenderlo. Pero, fue más insistente que algunos políticos que llaman sin parar e incluso más que un proveedor de servicio de Directv.

Al final atendí:

-Hola, sabía que me iba a llamar.

-Me echaron. Por su culpa.

-Discúlpeme, pero yo no escribo sus notas. ¿Qué tengo que ver yo con su inutilidad?

-En enero, usted me dijo y me explicó que corría con ventajas Juntos por el Cambio y que Rodríguez Larreta ganaría la interna.

-Era lo que decían todas las encuestas. Pero, ¿por qué lo echaron?

-Yo seguí lo que me dijo y puse que en la Argentina el futuro presidente sería Larreta.

-Pero, eso fue a principios de este año. Hace una eternidad. En la Argentina lo más seguro es lo efímero. Gardel lo dejó muy claro en un tango.

-¡Lo que faltaba! Ahora que el mundo avanza con la inteligencia artificial Usted retrocede a principios del siglo pasado.

-Pero, es así. ¿Cuál es el problema?

-Bueno, no se enoje. Al final ¿qué cantaba Gardel?

-Tangos.

-No, me refiero a su comparación con la Argentina.

-Ah. Cantaba “Amores de estudiantes: Hoy un juramento, mañana una traición”.

-¿Usted dice por lo del barco Bandido o por las tarjetas de chocolate?

-No, eso es corrupción.

-Sobre ese tema quería consultarle.

-No, olvídese. La corrupción no le importa a nadie.

-Me imagino que no está hablando en serio.

-Digamos que no quita votos. Pero mejor no lo escriba, allá no le van a entender y lo van a echar de nuevo.

-Bueno, no importa ya. Estoy escribiendo unas notas especiales sobre las elecciones en la Argentina. Explíqueme eso de que un ministro de Economía que fracasa es el más votado para ser presidente.

-No puedo.

-Pero ayúdeme. Tíreme algún dato.

-Mire ponga que Sergio Massa es mago y listo.

-Es que ustedes los argentinos siempre tuvieron grandes líderes.

-Sí. Eso es cierto.

-Sin dudas, Alberto Fernández está a la altura de Perón o de Alfonsín. Un visionario.

-¿Usted se volvió loco? No vaya a poner eso. Lo van a echar de nuevo.

-Ahora me va a decir que Alberto no fue el que lo trajo a Massa de vuelta al redil.

-Sí, pero fue candidato porque Cristina quiso.

-Pero, Ud. me había dicho que Massa la acusó a Cristina de corrupta al igual que a su hijo.

-Bueno sí, pero es que…

-Espere, Usted siempre busca confundirme. Esta vez está mi trabajo en juego.

-Le explico rápido y usted escriba lo quiera. Massa era liberal de la Ucedé hasta que vio que le convenía ser peronista, entonces llegó a ser funcionario kirchnerista, pero después se hizo antikirchernista hasta que Alberto lo llamó para estar en el gobierno de Cristina y ahora es anti Alberto y anti Cristina.

-Ahhh. Ya entiendo. Entonces está con Javier Milei.

-¿¿¿¿¿¿????

-Si, Milei dijo claramente que la pelea es contra el kirchnerismo, que ese es el enemigo.

-Bueno, sí, Massa está contra el kirchnerismo, pero los K los votan a él.

-No entiendo.

-Yo tampoco, pero en todo caso escriba sobre la oposición y listo.

-Ah. Buena idea.

-El irascible Milei a puro temperamento arrasó contra la casta política y demostró que no hacen falta los políticos para llegar. Es alguien que no transa ni tiene contradicciones como los de la casta. ¿Qué le parece ese copete?

-Perdón, sus notas, ¿son de ficción?

-No se burle. Milei sólo tiene dos años en la política, tiene palabra.

-Puede ser, pero se la olvida.

-Pero, él no es tan grande…

-No. En realidad, no es nada nuevo.

-Barrionuevo, dice usted, su nuevo socio. ¿Es aquel filósofo que dijo que había que dejar de robar dos años para sacar a la Argentina adelante?

-El mismo.

-Él sería de la casta.

-No, ya no debe ser porque pasaron más de dos años.

-Ah sí. Estoy al tanto. Claro con socios como esos cómo va a conseguir apoyos para el balotaje. Menos de Pro.

-Sí, claro, si Usted lo dice…

-Se imagina a Bullrich apoyándolo a Milei después de todo lo que le dijo.

-Sí, me la imagino.

-Admiro su imaginación, pero esto es política.

-Precisamente, no es mi imaginación, es realidad.

-¿No me diga que Patricia…?

-Bueno, no se lo digo.

-Debe haber sido un gran acuerdo programático. Se quedó con cuatro ministerios por lo menos. Además debe haber hecho que abandone la dolarización seguro. Tenía seis millones de votos por detrás.

-Sí, sí, llegaron a un acuerdo.

-Bien. Cuénteme a cambio de qué le dio el apoyo. Ahí tengo la nota.

-Del perdón.

-No bromee, le consulto en serio.

-Le estoy dando información. Si no quiere no le digo nada.

-Pero las agresiones son cuestiones personales, no institucionales.

-Si, pero en la Argentina lo que importa son las personas, no las instituciones.

-Pero entonces, el acuerdo fue simplemente eso.

-Sí, Milei le pidió disculpas a Bullrich y listo.

-¿Y, los radicales que están en Juntos por el Cambio, se conformaron?

-No, a ellos no les pidieron disculpas.

-¿Y, entonces?

-Ahora están Separados por el Cambio.

-Pero, ¿dónde aprendieron a hacer política así?

-No le entiendo. Ustedes ya tuvieron elecciones.

-Sí, pero Manzur y Jaldo están separados por el cambio.

-Pero Usted, me dijo que estaba en Juntos por el Cambio.

-No, ése es Alfaro,

-Ahhhh, sí era candidato a gobernador cuando usted me dijo que ganaba Larreta. Y, ¿ahora es gobernador?

-No, es amigo.

-¿Amigo?¿Es un nuevo ministerio?

-No, es amigo del gobernador.

-Pero Alfaro no era el que le contaba las vaquillas a Jaldo

-Sí era ese, pero ahora ya no cuenta nada.

-¿Y Jaldo qué le dijo?

-Que las vaquitas son ajenas. Y lo perdonó. Y ahora Alfaro tiene más poder que el que le dieron las elecciones del 11 de junio.

-¿Y qué dijeron los radicales?

-Se acordaron de la madre de Alfaro pero por un rato porque están muy preocupados por la progenitora de Bullrich y de Macri.

-Y también de la de Jaldo.

-No, porque él es el que tiene las vaquitas.

-Pero el que manda es Manzur. Yo creo que usted me está mintiendo.

-No, porque ahora va a mandar Jaldo.

-Pero Manzur es amigo de Jaldo.

-No, ése es Alfaro.

-Deje de bromear. ¿Y Manzur?

-No tiene vaquitas, tiene aceitunas.

-Le pido más respeto. Cuénteme qué va a pasar.

-Si le digo qué va a pasar lo van a echar de nuevo. Pero no va a ocurrir nada hasta después del balotaje. Ya le dije que es como el tango de Gardel.

-Ah sí, sí, lo del juramento y la traición. Me acuerdo del juramento de Jaldo: “por el mejor gobernador de la historia de Tucumán“.

-Ese era Alperovich, pero después vino la traición. Ya le expliqué que la política se ha vuelto un proyecto personal. Ahora termina Manzur y llega Jaldo. Una vez le conté lo del oflador de Manzur y después vino Jaldo y le pidió que se lo perdiera y después terminaron compartiendo el poder como dos carmelitas descalzas.

-Se perdonaron como Milei.

-Tal cual. Y hoy Manzur se lo va a entregar a Jaldo.

-¿Al oflador?

-No, no. Al poder.

-Y hoy Jaldo va a volver a hacer su juramento.

-¿Y la traición?

…..

No sé qué pasó que se cortó la comunicación. Una suerte porque las llamadas internacionales en épocas de inflación deben ser una locura.

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