Por Ezequiel Fernández Moores
28 Octubre 2023
GRAN PARTIDO. Bellingham anotó un doblete ante Barcelona.
Jude Bellingham, cada vez hay menos dudas, avisó ayer que será el Balón de Oro del futuro. Pero mañana será posiblemente el día de Leo Messi. Balón de Oro eterno si se concretan los pronósticos que aseguran que este lunes ganará su octavo trofeo, más que nadie, como diciéndole al mundo “soy el mejor de la historia” (algo que él jamás hará, ya sabemos cómo es).
Bellingham, inglés de apenas 20 años, crack líder en su primera temporada en un equipo rey como Real Madrid, marcó ayer sobre el final los dos goles del triunfo 2-1 en su primer clásico contra Barcelona, el primero con remate desde afuera del área, casi la primera vez que pudo zafar de la marca de Gabi, y el segundo como si fuera típico 9, tras toque de Luka Modric, que entró en la segunda parte, y que en su partido 500 con Real Madrid, terminó adueñándose del medio campo.
Pero volvamos un momento a Bellingham. Anotó primero un gol de Riquelme y luego otro de Palermo, pero parece un Juan Román inglés, con su ritmo propio, la sensación de que jamás perderá la pelota y de que él será quien marque los tiempos del juego. Y eso que ayer no fue exactamente su mejor partido, en un clásico en Montjuic colmado por 50 mil personas y que marcó la pérdida del invicto que tenía el Barcelona de Xavi DT.
Una inusual torpeza defensiva de Real Madrid facilitó el gol del alemán Ilkay Gundogan a los 6’, pero luego Barcelona estuvo siempre más cerca, un tiro en el poste y, en la segunda parte, dos buenas ocasiones de Joao Cancelo, y un segundo palo (cabezazo de corner), mientras Bellingham seguía anulado por Gabi y el brasileño Vinicius por el uruguayo Ronald Araujo.
Cito deliberadamente los nombres. La Premier League representa desde hace tiempo lo mejor del fútbol mundial. Pero un Barcelona-Real Madrid siempre seguirá siendo un espectáculo propio. Nombres de lujo y un espectáculo que, aun cuando no parecía destinado a lo mejor, terminó siendo pura emoción. Y con parte de los Rolling Stones en el estadio.
Ya sin Toni Kroos en la cancha, y con Barcelona que hizo ingresar al polaco goleador Robert Lewandovski y al brasileño Rafinha (y luego a la juvenil sensación de 16 años Lamine Yamal), el partido, sin embargo, se volcó en favor de Real Madrid, ganador a los 91’ con el segundo gol de Bellingham (lleva 12 goles y 3 asistencias).
“Bellingham tuvo poca incidencia hoy, pero al final decidió el partido con dos balones”, le dijo el cronista de campo apenas terminó el juego al arquero alemán de Barcelona, Marc Ter Stegen. “Sí”, fue la respuesta seca del golero. ¿Qué más iba a decir? Los goles se los había hecho a él. En el primero pareció que Ter Stegen (tal su calidad) podría haber llegado. Y en el segundo la pelota entró entre sus piernas. Gol de caño.
Tras la entrevista en campo con Ter Stegen, la trasmisión de Star+ siguió con una novedad tecnológica. El uruguayo Araujo entrevistado en pantalla, pero como si estuviera dentro del estudio de TV, en Buenos Aires. Visualmente impactante. Es el futuro. Como Bellingham. No hay que ser mago para decir que él, o su compañero Vinicius (ayer de partido discreto) serán Balones de Oro futuros. O el propio Yamal con sus 16 años y ya con un pie también en la selección mayor de España.
El presente sigue siendo Messi. Todo indica que mañana será su día. Su día de Balón de Oro eterno.
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