El Centro de Espiritualidad Santa María, que se dedica a acompañar a las personas en cada etapa de su vida: niñez, adolescencia, juventud, adultos y adultos mayores, abrió la inscripción para sus dos cursos de formación. Estos son el DIME, Diplomatura en el Ministerio de la Escucha, de dos años de duración y Curso de Acompañamiento Espiritual, de cuatro años y medio de duración.
Sobre estas formaciones habló con LA GACETA Patricia Fernández, referente del centro en la provincia, que cuenta con sede en la ciudad de Yerba Buena.
“El Centro de Espiritualidad es una comunidad eclesial de laicos fundada en 1972 por Inés Ordóñez de Lanús, una de las pocas fundadoras de este tipo de instituciones que sigue viva. Ella reside en CABA. Comenzó como un centro de catequesis y en 1998 obtuvo el reconocimiento de la arquidiócesis de Buenos Aires como una asociación privada de fieles. A esta altura ya cuenta con centros consolidados en Santa Fe, Córdoba, Tucumán, San Isidro y CABA, de Argentina. Además está en Miami, EEUU; en Monterrey, México y en Santiago de Chile”, relata Fernández.
La referente explica que el Ministerio de la Escucha tiene presencia en cárceles, en hogares y asiste a cualquier persona que lo necesite. Subraya que este servicio, así como el de acompañamiento espiritual, es absolutamente gratuito. “Este ministerio es muy importante, porque aprendemos a escuchar y a escucharnos a nosotros mismos, para poder escuchar con el corazón a los demás. Nos basamos en una frase del papa Francisco, que dijo: ‘necesitamos ejercitarnos en el arte de escuchar, que es más que oír, es la capacidad del corazón que hace posible la proximidad, sin la cual no existe un verdadero encuentro espiritual’. Por eso, nuestra espiritualidad integra la fe, la vida y la oración, es un camino al corazón”, resalta Fernández.
Agrega: “ese camino al corazón es un proceso que recorremos a lo largo de toda nuestra vida y que nos permite un verdadero encuentro con nosotros mismos, con los demás, con Dios y con la creación. En este curso se enseña a encontrarte con vos mismo y con Dios en el silencio. Le damos mucha importancia al cuerpo, a percibir cómo estamos, a la naturaleza como una percepción más allá de lo que veo, más profunda”.
“Hay una necesidad de escucha impresionante -continúa-, estamos sumergidos en un mundo en el que la comunicación es inmediata, en que hay demasiada información y, sin embargo, poca escucha. Es importante poder abrir el corazón y escuchar al otro sin juicios y sin darle consejos”, amplía.
La institución resume esa espiritualidad en la sigla SEA: soy, estoy, amo, que abarca todas las dimensiones humanas (histórica, social, espiritual, cultural, etcétera). “Descubrimos nuestra propia identidad, aprendemos a estar presentes, atentos en nuestra vida y decidimos amar todas las situaciones que se nos presentan. Y esto es lo que nos permite vivir más plenos y más felices a pesar de lo que nos pase”, dice la referente.
En cuanto a las actividades que el centro lleva a cabo, Fernández cuenta que reciben muchos llamados de diferentes parroquias. “Por ejemplo, para hablar con adolescentes por el tema de la droga, o para ir a la cárcel a contener a los familiares de presos, o para acompañar a estudiantes o a personas que están atravesando un duelo o alguna situación difícil”, detalla.
También cuentan con los grupos de Oración Magnifica, que es una oración contemplativa. También se dictan talleres, charlas retiros, y se generan encuentros para acompañar en la diversidad.
Los interesados pueden acercarse a la sede de Clotilde Doñate 146, Yerba Buena, de lunes a viernes de 9 a 12 y de lunes a miércoles, de 17 a 21, o llamar al teléfono 381156916.