Las sentadillas son uno de los ejercicios más completos porque involucran múltiples grupos musculares, como los cuádriceps, glúteos, isquiotibiales y la zona lumbar. Si tu idea es adelgazar y quemar calorías, esta actividad es ideal pero la clave es hacerla de manera correcta.
Si te podés el objetivo de hacer 50 sentadillas al día, vas a lograr muy buenos resultados. Pero para obtener estos beneficios y evitar lesiones, es importante realizarlas de forma correcta, aplicando la técnica indicada y evitando los errores más comunes.
Cabe destacar que antes de realizar cualquier tipo de ejercicio, debés consultar con un profesional de la salud o un entrenador personal para asegurarte de que sea adecuada para vos.
Cuáles son los beneficios de hacer 50 sentadillas por día
- Uno de los beneficios de este ejercicio es el desarrollo muscular. Las sentadillas ayudan a desarrollar fuerza y masa muscular en las piernas y glúteos. Por eso, realizar 50 repeticiones diarias puede ayudar a tonificar y fortalecer las piernas con el tiempo.
- Contribuyen a quemar calorías porque involucran una gran cantidad de músculos. Pueden ser útiles si lo que buscás es perder peso o mantenerlo bajo control.
- Mejoran la postura y la estabilidad en las actividades diarias, ya que fortalecen la parte inferior del cuerpo. Finalmente, son ideales para incrementar la movilidad de las articulaciones de la cadera, rodilla y tobillo.
Se estima que haciendo 50 sentadillas diarias dirante un mes, se pueden notar cambios significativos.
Cómo hacer sentadillas de manera correcta y aprovechar sus beneficios
- Posición inicial: colocate de pie, con los pies a la altura de los hombros y los dedos de los pies ligeramente hacia afuera.
- Descenso: incliná las caderas hacia atrás y doblá las rodillas para bajar el cuerpo como si estuvieras sentado en una silla. Mantené la espalda recta y el pecho hacia arriba.
- Profundidad: bajá hasta que los muslos estén paralelos al suelo o tan cerca como se pueda llegar. Es clave para asegurarse de que las rodillas no se desplacen hacia delante de los pies.
- Ascenso: empujá a través de los talones y regresá a la posición inicial.
Este es el ejercicio clásico, pero hay otros tipos. La sentadilla frontal, con los pies separados a la altura de los hombros y sosteniendo una barra en los hombros; la sentadilla sumo, que se realiza con los pies más separados y los dedos de los pies apuntando hacia afuera, enfocándose en los músculos internos de los muslos; y la sentadilla goblet, que se caracteriza por sostener un peso frente al pecho con ambas manos.
Los errores que tenés que evitar al hacer sentadillas
- Inclinarse hacia adelante: tratá de mantener siempre la espalda recta y el pecho levantado para evitar la tensión en la parte baja de la espalda.
- Rodillas sobre los dedos de los pies: asegurate de que las rodillas no se desplacen hacia adelante de los pies al bajar para evitar lesiones.
- Exceso de peso: comenzá con un peso que se controle fácilmente y aumentá gradualmente para evitar lesiones por sobrecarga.
- No calentar adecuadamente: las sentadillas sin un calentamiento adecuado pueden aumentar el riesgo de lesiones musculares.