El precio de la carne experimentó una suba del 20%

El precio de la carne experimentó una suba del 20%

Los cortes más populares subieron entre $ 300 y $ 800 por kilo en Tucumán.

El precio de la carne experimentó una suba del 20%

En algunas carnicerías tucumanas, los precios de los principales cortes están borrados; en otras, los comerciantes decidieron apelar a una “tablita” que, por un lado, contiene los valores de lista y, por el otro, los que se cobran si es que el cliente paga en efectivo. Generalmente, el descuento en este último caso es del 10%. Pero lo que más impacto ha causado entre los consumidores ha sido la exponencial suba de los cortes cárnicos más populares que se reajustaron un 20% en promedio. El incremento no ha sido uniforme. Así, por ejemplo, la carne molida o la carnaza ha subido en torno de $ 300 por kilo, mientras que la nalga (para hacer milanesas), el lomo  el filet aumentó $ 800 por kilo, según una recorrida efectuada por LA GACETA en distintos locales del área metropolitana de la provincia.

Hugo Benejam, presidente de la Cámara de Frigoríficos de Tucumán, afirmó a nuestro diario que este aumento de precios responde al reajuste del valor de la hacienda en pie que repercutió en el valor final del producto, sumado a las últimas lluvias caídas en las zonas productivas, además del contexto de incertidumbre económica, cambiaria y política del país. “El precio del novillo por kilo se fue a casi $ 200 y eso lleva a $ 400 en el caso de la media res”, explica. El dirigente aclara que el incremento no ha sido lineal porque dependerá de la calidad de la carne y de los tipos de corte. “Los que menos suben son los que contienen hueso, pero para saber el impacto final de la suba hay que esperar hasta el martes o miércoles”, acota. Sucede que la cámara aguarda que el mercado se calme y, así, se puedan fijar precios en el tiempo, frente al incremento del valor del maíz, base para la alimentación del ganado, que cotiza en dólares.

Frente a este escenario, las carnicerías enfrentan otro inconveniente: la baja de la demanda de producto. Hasta el mes pasado, el consumo per cápita en la Argentina se había ubicado en torno de los 48 kilos por año. Y la tendencia es que siga descendiendo a medida que la carne se torna inalcanzable para el consumo cotidiano. La sustitución, en ese caso, se da a través de la carne de cerdo y del pollo que, además, ha registrado subas de hasta un 21%.

Los valores siguen siendo bajos en relación a la media de los últimos 20 años. De acuerdo a las estadísticas elaboradas por la entidad, en junio de 2013 el consumo de carne en la Argentina era de 60,7 kg/año per cápita. Es decir que en una década se registró una caída del 16,3%, según los registros de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Ciccra).

Los comerciantes hacen piruetas para ofrecer a sus clientes productos que estén al alcance de la economía familiar. Por caso, en algunos negocios ofrecen 4 kilos de asado por $ 12.000 o dos kilos de carne molida por $ 4.000 o $ 4.200. También se ofrecen dos kilos de hamburguesas a $ 4.700 y los dos kilos de milanesas preparadas a $ 5.600.

En otros locales, con mayor calidad de carne, el kilo de costilla o de vacío puede conseguirse hoy a $ 4.600, mientras que el asado especial cuesta cerca de $ 4.000. Entre los cortes populares,  el primo está en $ 4.000; el matambre en $ 4.400; la nalga o verija a $ 5.000, mientras que el peceto, el filet o la picana rozan los $ 5.500 el kilo.

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