No será un viernes más para San Martín de Tucumán. Desde las 21:30, el “santo” comenzará a transitar el que, espera, sea el camino que lo conduzca a su regreso a la Liga Profesional. Deportivo Riestra será el primer escollo en un mini torneo de la Primera Nacional que es la única esperanza de los dirigidos por Pablo Frontini, tras haberse quedado al margen de la definición por el primer boleto.
Las últimas fechas dejaron más dudas que certezas en el “santo”, incógnitas que esta noche deberá comenzar a resolver. Es que, desde aquel gran triunfo sobre Patronato en Paraná, no pudo volver a ganar: cosechó tres empates consecutivos y una derrota en el último partido ante Defensores de Belgrano. Eso le impidió terminar en el primer lugar de la zona (lo que le hubiera permitido jugar la final por el primer ascenso), y lo sentenció a tener que transitar el camino más largo para pelear por el ascenso.
Justamente, cambiar la cara respecto a esta última etapa es algo clave para los dirigidos por Frontini. Son varios los aspectos del juego en los que el “santo” debe retomar la buena senda que supo demostrar en otros pasajes del campeonato. Uno de ellos, como quedó en evidencia, es el ataque.
Pese a no ser uno de los equipos más goleadores del torneo (está octavo en esa estadística en su zona), San Martín no sufrió demasiado la falta de poderío ofensivo porque los goles llegaban cuando debían.
Sin embargo, luego de dos triunfos con muchos tantos a favor (4-0 a Gimnasia de Mendoza y 3-1 a Patronato), la poca precisión en los últimos metros fue evidente: en los últimos cuatro partidos, convirtió apenas dos goles; uno a Güemes (1-1) y otro contra Defensores (1-2).
En parte, claro, esto se debe a la irregularidad de sus delanteros. Emanuel Dening, goleador “santo” en el campeonato con 15 tantos, apenas marcó un gol en los últimos seis partidos; y fue de penal. “Creo que estoy teniendo un bajo rendimiento personal”, se sinceró “Manolo” sobre un punto que el equipo sintió en carne propia.
A eso se suma también la lesión de Mateo Acosta, quien se había sacado la “mufa” y el bajo nivel de Mauro Verón en los últimos cotejos. Pío Bonacci, en tanto, marcó su primer gol en el último partido, pero todavía no pudo consolidarse; sumado a que jugó pocos minutos en el torneo.
Pero no sólo el nivel de los delanteros explica la falta de gol. También, en parte, se debe a la falta de generación de juego. Leonel Bucca, clave en buena parte del torneo, está lejos de su mejor nivel. Dejando de lado a Leonel Pierce y a Gustavo Abregú, nadie logró complementarse con el ex Unión en la creación. También, Nahuel Banegas, otra carta ofensiva importante con sus trepadas, vio resentido su nivel.
Un tercer punto que explica el bajón de San Martín es el momento en sí. El mismo Frontini admitió que al equipo no le fue fácil enfrentar las situaciones de presión. Fueron varios los partidos en los que tuvo la chance de acercarse al primer lugar y no supo aprovecharlas; ni siquiera en su cancha. Manejar los nervios, controlarlos; sobre todo jugando de local con la presión de una hinchada impaciente, será clave para poder recuperar el mejor nivel individual y colectivo.
Lógicamente no todas son malas en un San Martín que peleó el primer lugar de la zona hasta el último juego. Una de las principales fortalezas que demostró fue el gran nivel de Darío Sand (15 vallas invictas en el torneo) y el de una defensa que, en general, fue firme. Las estadísticas así lo demuestran: el “santo” es el segundo equipo menos goleado de la categoría, sólo un tanto por detrás de Chacarita.
Ese atributo debe reafirmarlo porque en los “mata-mata” mantener el arco resuelve gran parte del “conflicto”. Sobre todo en el duelo con Riestra, en el que un empate le alcanzará para avanzar a la siguiente fase gracias a la ventaja deportiva.
Siguiendo esa línea, esa “bendita” ventaja deportiva es un arma de doble filo. Por un lado puede ser una herramienta a explotar para jugar un poco más suelto; más relajado. Pero por el otro, puede ser contraproducente. El año pasado el equipo no supo manejarla y quedó eliminado a manos del Defensores de Belgrano dirigido por Frontini.
“Nuestra idea es salir a ganar desde el primer momento”, remarcó el entrenador cuál será la estrategia. Un triunfo le permitiría a San Martín seguir en carrera, ganar confianza y lograr la “reconciliación” con una hinchada que quedó golpeada por la derrota en cancha del “dragón” y por el rendimiento del equipo en las últimas fechas.
Dicen que el primer paso siempre es el más importante. Para ir en busca de todo, San Martín deberá darlo con seguridad y templanza, intentando dejar atrás todas sus limitaciones.