26 Octubre 2023
El terreno pantanoso de los Esteros del Iberá en Corrientes
El Norte argentino esconde rincones aún desconocidos por la mayoría de sus habitantes. Estimular el turismo local puede beneficiar la región. Por eso –y por las cortas distancias que favorecen los paseos desde Tucumán–, es recomendable visitar estos parajes espectaculares que solo imaginaríamos en películas.
Una ruta digna de llevar a un museo, un terreno pantanoso ideal para ver el atardecer y un oasis de aguas turquesas son solo tres de los rincones que esperan ser explorados. Alejados de la ciudad, pero perfectamente accesibles en vehículo, no son los destinos más acaparados por los turistas, lo que brinda un ambiente calmo que permite descansar.
Tres destinos para vacacionar por el Norte argentino
Ruta de Adobe, Catamarca
En una extensión de aproximadamente 50 kilómetros, un camino que parece de otra época deslumbra a los viajeros por sus construcciones. Por la ruta 60, entre Tinogasta y Fiambalá, una serie de monumentos y edificios construidos de adobe le dan su nombre al camino.
La vista es casi de museo y guarda la historia de los pueblos ubicados en esa zona. La distancia desde San Miguel de Tucumán es de 507 kilómetros y se recorre en poco más de seis horas.
En el recorrido completo el turista puede empaparse de los llamativos paisajes y hacer parada en los principales puntos de adobe de cada pueblo. Estos son la Iglesia de Copacabana, La Puntilla, casas de Tinogasta y el Hotel Casagrande, el oratorio de los Orquera, la Iglesia de Andacollo, las Ruinas de Andacollo y la Iglesia de San Pedro de Fiambalá.
Termas de Río Jordán, Jujuy
A tan solo cinco horas y 375 kilómetros de San Miguel de Tucumán saliendo hacia el norte, se encuentra uno de los sitios menos conocidos de Argentina: las Termas del Río Jordán, ubicadas en las yungas jujeñas. Este pequeño oasis está escondido entre las montañas de San Francisco, detrás del Parque Nacional Calilegua. El acceso es por un camino de montaña que asciende hasta Valle Colorado y se puede llegar en vehículo particular o en un colectivo que sale desde Ledesma por las mañanas.
A las termas se va desde San Francisco caminando por un sendero entre bosques húmedos de montaña. Hay dos horas de descenso por un valle cuyo camino, en su último tramo, aumenta el nivel de exigencia.
Pero la recompensa es grande para el que aguanta. Unas lagunas de aguas tibias y turquesas dan la bienvenida a los cansados caminantes en un entorno de naturaleza virgen. La temperatura del agua permite el desarrollo de flora y fauna, razón por la que se recomienda llevar unas antiparras para poder ver los peces.También hay un tobogán natural para deslizarse entre una piscina y otra. Un lugar silvestre que conviene apurarse para visitarlo mientras siga siendo un destino poco conocido de Argentina.
Esteros del Iberá, Corrientes
Un viaje de 10 horas que obliga a cruzar Santiago del Estero y Chaco separa a San Miguel de Tucumán de Corrientes, el lugar en que se encuentran los Esteros del Iberá. El enorme terreno pantanoso es ideal para alejarse de la ciudad y desconectarse durante un fin de semana o unos cuantos días más.
140 kilómetros adentro de Corrientes, el Parque Nacional Iberá alberga los esteros. Junto a lagunas, bañados y embalsados forman un gran humedal que se alimenta de aguas de lluvia y genera las condiciones ideales para el desarrollo de flora y fauna.
Si bien se puede acceder por muchos caminos, el más preparado para el turismo es el que parte desde Colonia Carlos Pellegrini. En los Esteros del Iberá se puede navegar en las lagunas y disfrutar de atardeceres cálidos o caminatas rodeados de carpinchos, ciervos, monos y yacarés.
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