Cantautores de la Argentina y de Uruguay en el Encuentro Molle

Cantautores de la Argentina y de Uruguay en el Encuentro Molle

Comienza en CiTá Abasto de Cultura un evento con presencia de exponentes independientes de la canción. El sentido de la propuesta. Desde Salta.

REFERENTE SALTEÑA. Lucía Díaz de Vivar sumará sus composiciones a las de los músicos tucumanos en una nueva edición del Encuentro Molle. bc fotografías REFERENTE SALTEÑA. Lucía Díaz de Vivar sumará sus composiciones a las de los músicos tucumanos en una nueva edición del Encuentro Molle. bc fotografías

La primera actividad que tendrá el Encuentro Molle de 23 cantautores argentinos y un uruguayo, sintetiza su espíritu social y colectivo. Si bien por la noche comenzarán los recitales, los participantes de este evento que durará hasta el sábado (ver “Tres días”) comenzarán uniendo sus voces en el taller “Amigos de la inclusión. La canción como puente”, con quienes asisten a Casa Grande, desde las 16 en CiTá Abasto de Cultura (La Madrid 1.457).

“Queremos disfrutar de tres jornadas repletas de arte y amor”, se declara en la convocatoria, una invitación a la comunidad melómana y sensible para compartir “un espacio donde las melodías se entreveran con historias para crear la experiencia única de vivir en la canción de autor, la poesía y la magia que existe detrás de la composición, bajo la premisa de la autogestión y la independencia artística”

Uno de los convocantes es el tucumano Martín García, y reivindica el nombre elegido al evento porque remite a “un árbol muy resistente, y es así como vemos a la canción que siempre vive por lo bajo”. “Estamos ampliando cada vez más el corredor de intercambio de cantautores, y queremos ser foco y antena para este movimiento”, agrega.

El músico será uno de los protagonistas locales en la primera noche, desde las 21 y en CiTá, junto a los coterráneos Vivi Vargas, Pupy Nagle y Ale Peralta. Desde Salta llegará Lucía Díaz de Vivar, quien le dijo a LA GACETA que cada creador tiene sus influencias y sus estéticas. “En mi caso, es imposible que no te salpique y te empape el folclore, esos ritmos y esa música son una bendición y vienen a fusionarse, a convivir con el resto, a dar valor siempre. Pero también están nuestro estilo de vida más tranquilo, los silencios, las siestas, la naturaleza, los vientos cálidos con polvo, las épocas secas y las lluviosas… todo eso me influye”, admite.

Al tiempo de encontrar definiciones, afirma que “la canción de autor son aquellas composiciones en donde la letra, mucha o poca, es un eje muy fuerte y muestra el universo personal del músico; son tan amplios los caminos, los géneros y las estéticas que es de una riqueza enorme”. “Las letras siempre generan identificación, empatía en quienes escuchamos, son una herramienta de expresión poderosa. La letra es música en estado puro, tiene un ritmo, una melodía, una cadencia. Yo cada vez elijo menos cantidad de letra y más experimentación con todas las formas de cantar esas palabras”, apunta.

EN UN CAMINO NUEVO. Dani Zunino comenzó a transitar el mundo de la canción propia hace tres años. EN UN CAMINO NUEVO. Dani Zunino comenzó a transitar el mundo de la canción propia hace tres años.

Desde hace una década Lucía se dedica a su carrera como solista: “hay una sinergia entre los cantautores, la comunidad existe y hay mucha gente haciendo y gestionando encuentros y cruces porque el primer reconocimiento y apoyo que más necesitamos es desde adentro hacia afuera, desde cada individuo que compone. Debemos plantarnos con nuestra música desde la abundancia y no desde la precariedad. Y reconocernos entre quienes componemos. Nos une mucho la producción y la gestión, estamos desde un lado creativo personalista a diferencia de un cesionista o de algo más institucional. Generar espacios, trazar el rumbo constantemente, moverse en comunidad pero también sostener el proyecto propio, conseguir fechas, giras, comunicarnos con nuestra audiencia, producir y seguir componiendo. Nos une el tener muchas cosas flotando en el aire, que no es sólo hacer música”.

Desde lo personal

Otra representante salteña en la primera jornada será Daniela Zunino. “Hace muy poco que me estoy familiarizando con el concepto de cantautora, de conectar desde lo personal hacia lo colectivo, de la manera en cómo vemos y sentimos el mundo que nos rodea para convertirlo en canción”, subraya.

“Desde muy chica conecté a través de la música una sensibilidad que después pude aprovechar al momento de ejecutar un instrumento -señala la guitarrista y bajista-. Si bien me animé a dedicarme de lleno a la música hace sólo 10 años, subía a escenarios como intérprete de blues y jazz en inglés (aún lo hago) norteamericano de los años 30 40 y 50. Mi gran influencia ha sido la etapa del rock y la psicodelia de los 60 y 70 internacional y nacional: Pink Floyd es una de mis bandas favoritas, así Charly García o el Flaco Spinetta como tantos otros referentes locales. No es casualidad que el nacimiento de cada uno de estos géneros estén asociados a las situaciones socio-política y económicas que atravesaba cada región o cada país en el mundo”.

Dani comenzó hace tres años comencé un camino de introspección: “siempre quise poder escribir y cantar MIS canciones. Me dí con la sorpresa de que no podía ‘escapar’ de la influencia folclórica de la región; al mismo tiempo me veía atravesando mediante las melodías y el canto todo aquello que fue influencia musical en mi vida y también de mis ancestros. Uno se cuestiona ¿qué es ser compositor/a, qué es ser cantautor/a? Y lo pensaba como una ‘etiqueta’ más en la industria de la música hasta que pude entender que se considera compositora a una persona que escribe una obra sin que necesariamente vaya a interpretarla, pera la persona cantautora hace la letra y la música que luego cantará y ejecutará”.

En el campo de la industria musical, advierte que “se apuesta muchas veces por productos light o vacíos, con el concepto de ‘más ruido y menos pensar’, pero por suerte existe un colectivo que aún resiste (y quiero creer que soy parte de ello) con letras que abrazan a una sociedad que necesita reflexionar y/o sentirse feliz aunque sea por los tres minutos lo que dura la canción, que se sienta identificada o que resuene con eso, en una música como revolución personal o colectiva”. “La gente tiende a creer que lxs musicxs somos grupos humanos más solidarios, pero la verdad es que donde lidiamos con nuestro propio ego y el ajeno. En la ciudad donde resido se hacen distintas intervenciones artísticas y desde el vamos nos unimos para el convite, aunque no sea fácil articular todas las ramas que participan. Siento que las diferencias fueron más bien provocadas por gente ajena a las artes, aunque hay de todo un poco”, concluye.

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