Un operario de una empresa que se dedica a realizar obras para empresas de ingeniería civil y de telecomunicaciones murió en la tarde de este martes en Mar del Plata cuando una de las paredes de la zanja que estaban abriendo cedió y lo sepultó. Fue trasladado al Hospital Interzonal, al que llegó sin vida.
Según confirmaron fuentes oficiales, el trágico accidente ocurrió a la altura del kilómetro 6 de la ruta provincial 88, que une Mar del Pata con Batán, en el cruce de la calle Los Laureles, a la altura del Parque Industrial General Savio.
Allí, cerca de las tres de la tarde, personal de la empresa Plantel hacía trabajos de zanjeo con una excavadora, apoyados por un grupo de operarios, para colocar un caño de agua para una empresa privada.
La víctima, de 56 años, se encontraba en la base de la zanja, de unos tres metros de profundidad, cuando una de las paredes se derrumbó sobre él. Desesperados, sus compañeros comenzaron a quitar tierra para rescatarlo, mientras aguardaban la ambulancia que rápidamente llegó al lugar.
Fue convocado el equipo de tareas de Riesgos Especiales de la Policía Bonaerense. Una vez rescatado el operario, fue trasladado en una ambulancia del SAME hasta el Hospital Interzonal General de Agudos.
Los médicos que lo recibieron en la guardia informaron sobre el deceso. En el caso tomaron intervención la comisaría octava y la fiscalía de Delitos Culposos.
Tras el accidente, la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (Uocra) se declaró en estado de alerta en Mar del Plata.
"Estas obras son realmente peligrosas porque se puede derrumbar una pared y aplastar a un trabajador como pasó. Esto se hace con una máquina retroexcavadora y después baja un trabajador a perfilar con una pala. Ahí tenía que estar un talud y elementos de trabajo para esto. Esto no se hizo", manifestó en diálogo con el medio local 0223 César Trujillo, secretario del gremio de la construcción.
Además, advirtió: "No es cuestión de acusar, pero acá hay responsabilidades. La empresa es muy buena pero el responsable tendrá que decir algo, es una imprudencia. A veces hacen oídos sordos a los reclamos y pasa lo que pasa".
Trujillo aseveró que "este accidente se podría haber evitado".