“Massa tiene el desafío de institucionalizar la amplia avenida del medio”

“Massa tiene el desafío de institucionalizar la amplia avenida del medio”

El analista y consultor Gustavo Córdoba destacó el presente que afronta el ministro de Economía y los desafíos que tiene Milei para el balotaje.

PRIMERA VUELTA. El candidato de Unión por la Patria (UxP), Sergio Massa, fue el gran ganador de las generales del domingo, pero necesita al menos 14 puntos más para llegar a la presidencia. PRIMERA VUELTA. El candidato de Unión por la Patria (UxP), Sergio Massa, fue el gran ganador de las generales del domingo, pero necesita al menos 14 puntos más para llegar a la presidencia. FOTO TOMADA DE TWITTER.COM/SERGIOMASSA

Consumado el resultado de la elección general, Argentina deberá definir a su próximo presidente en balotaje. Y ante este escenario que parece tener un final abierto e incierto entre Sergio Massa y Javier Milei, el director de la consultora Zuban Córdoba, Gustavo Córdoba, destacó a LA GACETA que el ministro de Economía quedó como el principal referente del peronismo, mientras que el candidato libertario tiene el desafío de llegar a encabezar una nueva coalición opositora.

- ¿Cómo quedó el país después de los resultados del domingo?

- Primero destaco el gran gesto de reflejos democráticos que ha tenido la sociedad argentina. Creo que la sociedad ordenó las cosas que la dirigencia política no pudo, no quiso o no supo hacer. Está la idea de que el pronunciamiento del domingo marcó un rumbo de conciliación, un rumbo de consenso y me parece que la señal fue muy potente porque mucha gente decidió tomar el asunto en sus manos al entender que debía pronunciar una especie de voto en defensa propia, sobre todo cuando uno ve el voto federal que cambió después de haberle dado un voto castigo muy profundo al Gobierno en las PASO y creo que hubo un momento de inflexión en esta elección que fue el discurso de Alberto Benegas Lynch en el cierre de campaña de La Libertad Avanza (LLA) cuando pidió romper relaciones diplomáticas con el Vaticano y creo que en ese momento mucha gente entendió que había que proteger o reservar un estatus en general que todo el mundo considera como válido y a partir de ahí hubo un voto en defensa propia.

- ¿Cómo deberíamos entender este este voto “en defensa propia”?

- Un poco como un voto en defensa de algunos intereses, de derechos adquiridos y de responsabilidad democrática. Milei planteó el avance sobre algunos derechos, mientras que Massa se paraba en el escenario electoral como el defensor de esos derechos, lo que es una posible interpretación. Me parece que hay una cuestión interesante, en este 40° aniversario del retorno democrático en Argentina donde se puso en tela de juicio cuestiones como el juicio a las Juntas o la política de Derechos Humanos que eran temas que tenían consenso generalizado desde 1983. Ahí, hubo una actitud digamos de poner un límite a cierta discusión y por eso también celebro ese reflejo democrático.

- ¿La situación interna de Juntos por el Cambio (JxC) influyó?

- JxC colapsó entonces había una opción que era Milei con todo lo que eso implicaba, con una dirigencia haciendo declaraciones hasta temerarias que me llevaron a pensar, incluso, de que estaban haciendo declaraciones para que la gente no los votara y tuvieron mucho éxito en esa cuestión porque espantaron a un montón de votantes. Es paradigmático que LLA, tras haber alcanzado una gran elección en las primarias, apenas pudiera crecer y se quedara en la potencialidad. Mientras que Massa, con mayor rechazo de lo que tenía el dirigente libertario, pudo armonizar su discurso y recibir más de tres millones de votos, esto habla a las claras de que el tránsito de las PASO a la primera vuelta no es tan fácil como se cree.

- ¿Cuál fue el error de JxC?

- Tanto Milei, pero sobre todo Bullrich partieron de un error conceptual cuando plantearon en su eje de estrategia acabar con el kirchnerismo. El kirchnerismo, como parte integrante del peronismo, ya lleva dos turnos electorales nacionales sin presentar candidatos a presidente porque no tiene una figura presidencial. El kirchnerismo perdió el kilómetro cero, que es la provincia de Santa Cruz, y hoy se reduce a unas cuantas intendencias en la provincia de Buenos Aires. No tiene ningún gobernador. Entonces hay elementos para pensar de que ese rival simbólico que eligió Patricia Bullrich y desde anoche también Javier Milei, en realidad es un rival que tiene más pinta de fantasma o de un molino de viento que un rival real.

- ¿La convocatoria de unidad nacional realizada por Massa puede ser la llave de su triunfo en noviembre?

- No tengo dudas que eso es así. A partir de esto puede empezar a reescribirse la representación política en la argentina, no los espacios políticos que conocíamos hasta la última elección donde pareciera que se ha pulverizado JxC. Massa tendrá todo este mes como para encontrarle la vuelta, los encuadres, buscar las reuniones institucionales, digamos con las referencias partidarias adecuadas, no obstante, digo, creo que hay una predisposición, toda vez que es la primera vez en mucho tiempo que veo que de manera orgánica la ancha avenida del medio, que nunca había tenido una oportunidad de ganar una elección, esta vez lo logre. Massa tiene por delante un desafío único, que es la de institucionalizar esa amplia avenida del medio. Esto resulta llamativo, pero también es cierto que los votos moderados le permitieron a Mauricio Macri ser presidente en 2015 y a Alberto Fernández en el 2019. Esta vez, los votos moderados pueden cristalizar la formación de un frente nuevo o coalición que va a enfrentar a Milei y a una parte residual de JxC

- ¿Massa hoy ocupa la centralidad del peronismo?

- Sin lugar a dudas. También ocupa la expectativa de liderazgo en una fuerza política que cambió porque junto al protagonismo de los gobernadores mostró un camino de recuperación electoral inédito. Crearon un concepto inolvidable, porque esta elección fue quizás la peor en términos de votos o porcentaje para un candidato peronista, pero al mismo tiempo, y estoy convencido, es una de las elecciones más importantes que ha tenido el peronismo en democracia.

- ¿Crees que Massa cuenta con mayores lugares a donde pescar votos de cara al balotaje?

- A simple vista sí porque creo que Milei tiene, quizás, casilleros ya tachados a los cuales no puede recurrir por haber maltratado a la izquierda, al radicalismo. Maltrató a Rodríguez Larreta, también ha maltratado a Patricia Bullrich.

- ¿Milei tiene una elección perdida en noviembre?

- No, de ninguna manera. Los balotajes son elecciones diferentes a las primeras vueltas. Te diría que tiene algo de impacto el resultado de la primera vuelta, pero no es tan relevante, no es tan condicionante. Puede darse un sinnúmero de cuestiones, desde que los votantes de Bullrich digan, no vamos a formar parte de esto, y se inclinen por el voto en blanco. Lo mismo puede pasar con el voto de Schiaretti.

- ¿El balotaje marcará una nueva etapa para la política argentina?

- Eso ya se produjo. Me parece que los espacios políticos se han resignificado a partir de la incorporación de una serie de dirigentes de entre 40 y 50 años, en varias provincias. Figuras como la de Martín Llaryora en Córdoba o Maximiliano Pullaro en Santa Fe son prueba de ello. A esto se suma la irrupción de Mieli, la consolidación de Massa y Axel Kicillof. Me parece que hay material para pensar que eso ya se produjo. Entonces, veremos cómo se desarrolla esta transición. Creo que hay que observar y ser muy paciente en eso, pero esperar a que concilien intereses. Yo estoy convencido de que se sale de esta situación económica que tenemos con mucho consenso y mucho diálogo institucional.

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