Después de las elecciones presidenciales 2023 de ayer, y con la difusión de los resultados oficiales, se confirmó que Argentina irá a una segunda vuelta presidencial entre los candidatos Sergio Massa, de Unión por la Patria, y Javier Milei, de La Libertad Avanza, denominado balotaje, o ballotage en francés.
El Balotaje o Segunda Vuelta tiene lugar cuando el candidato o candidata más votado no alcanza más del 45% de los votos afirmativos válidamente emitidos, ni más del 40% pero con una diferencia de más de 10 puntos con el segundo o segunda. Esto está establecido en los artículos 97 y 98 de la Constitución Nacional.
En el mismo sentido, el artículo 151 de la Ley 24.444 establece que "si ninguna de estas condiciones se cumple, se realizará una segunda vuelta, que se deberá efectuar en los próximos 30 días a partir de la última elección, de acuerdo al artículo 96 de la Carta Magna. Participan las dos fórmulas a Presidente y Vicepresidente más votadas en primera instancia y resultará electa aquella que obtenga la mayor cantidad de votos afirmativos válidamente emitidos".
Elecciones 2023: cómo funciona el balotaje en Argentina
El balotaje en Argentina se realizará el domingo 19 de noviembre. Entonces, la fórmula que obtenga la mayor cantidad de votos afirmativos válidamente emitidos —sin necesidad de ninguna diferencia porcentual— será la ganadora y sus candidatos resultarán electos como presidente y vice.
En balotaje solo se eligen estos cargos ejecutivos, ya que los cargos legislativos nacionales —diputados y senadores— ya fueron elegidos en función de los porcentajes obtenidos por todos los espacios en la primera vuelta.
La primera elección donde debió haberse realizado un balotaje fue en las presidenciales de 2003. En ellas, Carlos Menem se impuso en las generales contra Néstor Kirchner, pero el riojano se bajó del balotaje y el entonces ex gobernador de Santa Cruz asumió como presidente.
Algo parecido ocurrió en las elecciones presidenciales de 1973, cuando Héctor Cámpora y Ricardo Balbín debían presentarse en una segunda vuelta, ya que la ley en aquel entonces establecía que si ninguno superaba el 50% de los votos debían enfrentarse mano a mano. Sin embargo, Balbín renunció a la carrera presidencial luego de que Cámpora obtuviera el 46,5% en primera vuelta.