Por Juan Manuel Asis
22 Octubre 2023
FOTO LA GACETA/OSVALDO RIPOLL
Si las proyecciones que se mencionaron a las 18 -cuando cerró la votación- en cuanto a la cifra de electores que habrían concurrido a las urnas en el país, el 74%, significaría que el número de votantes de esta jornada habría superado al de las primarias abiertas del 13 de agosto en cuatro puntos. Eso implica que hubo 2,1 millones más de votantes que en las PASO.
Estas cifras son claves para especular por las próximas cuatro horas, hasta que se conozcan las primeras cifras y las proyecciones, qué puede suceder. Recordemos que en las primarias sufragó el 69,62% por un candidato a presidente, un total de 24 millones de ciudadanos. De ese total 20,2 millones respaldaron -casi por tercios- a Javier Milei, Juntos por el Cambio (Bullrich-Larreta) y Unión por la Patria (Massa-Grabois). Entre Schiaretti y Bregman sumaron 1,5 millón más. O sea que 300.000 personas se quedaron sin un referente presidencial para estas generales. Esa cifra es interesante, más si tenemos en cuenta que entre el primero y el tercero en las PASO hubo una diferencia de casi 600.000 sufragios. ¿A dónde habrán ido? (si es que fueron a votar).
Ahora bien, con las estimaciones de último momento, hasta las 18, implica que se acercaron a sufragar -en teoría- 2,1 millones más. Justamente son estos nuevos votantes lo que pueden definir si habrá balotaje o presidente en primera vuelta.
A partir de estos números, todo es posible. Lo importante es que se acrecentó el interés por ir a las urnas entre agosto y octubre, algo saludable para la democracia, aunque más no sea por cuatro puntos más; según las estimaciones (vale reiterar). Sólo hay que esperar cuatro o cinco horas para enterarnos si la Argentina tiene nuevo presidente o si deberá esperar una segunda vuelta, en noviembre.
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