Cartas de lectores I: Yerba Buena, municipio

Cartas de lectores I: Yerba Buena, municipio

20 Octubre 2023

Hace pocos días falleció a los 99 años el Gral. Lino Domingo Montiel Forzano, quien allá por 1978/80 siendo gobernador de facto de Tucumán nos permitió a la Agrupación de Centro Vecinales de Yerba Buena gestionar y conseguir la aprobación del cambio del carácter administrativo de comuna rural a municipio de Yerba Buena, que lo habíamos intentado con los gobernadores democráticos y con el interventor anterior Gral. Bussi quien había dispuesto la creación de nuevos departamentos provinciales con sus respectivas municipalidades y sin embargo se oponía terminantemente- con algunas razones- al caso Yerba Buena. Aguardamos el cambio del gobierno y se la planteamos al Gral. M Forzano, y al conocerlo, pudimos apreciar la gran capacidad de organización, su calidad como persona y como profesional, ya que además de militar era ingeniero civil especializado en la construcción de puentes y caminos. Por entonces Yerba Buena contaba con 30.000 habitantes y la comuna era una de las tantas que tenía el Departamento Tafí y dependía de la Municipalidad de Tafí Viejo. Tuvimos reuniones con el Gral. M Forzano en Casa de Gobierno y en Yerba Buena, casi siempre con sus funcionarios pero estuvo muy atento a la tramitación ya que fuimos acordando pautas que debían estar supervisadas por él. Además nos sugirió anexar comunas adyacentes para brindarles las mejores servicios y de paso agrandar el territorio de lo que sería el Dpto. Yerba Buena, acordando entonces incluir a San Javier, Cebil Redondo y Villa Carmela, mientras que El Manantial no pudo ser porque la Municipalidad de la Capital no devolvería el sector industrial- margen Oeste- sobre la ruta 38 (hoy 301) que había usurpado anteriormente. No digo que el Gral. M. Forzano sea el padre o mentor de la nueva calificación administrativa, pero sí puedo afirmar que fue el vector que nos permitió a partir de su decisión, desarrollarnos urbanística y socialmente, por lo que la “nobleza obliga” en pensar que una persona que vino de afuera, haya atendido y dispuesto una salida favorable a una gestión por la que llevábamos años esperando, merece tener una calle o u a plaza con su nombre, que sería nuestro sincero agradecimiento y el mejor homenaje que le podríamos dedicar.

Belén Campo

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