Conocido también como “salto alto de rodilla”, se podría recordar este ejercicio físico de las clases deportivas del colegio; pero lo cierto es que actualmente ganó terreno como una alternativa al running para aquellos que buscan mejorar su salud y condición física. Se trata del skipping, una práctica deportiva que creció a pasos agigantados en los últimos años.
Sin importar el objetivo, practicar skipping es una buena alternativa para activar el cuerpo. Aunque se podría pensar que solo trabaja los músculos del tren inferior, en realidad es un movimiento completo que involucra la participación de casi todo el cuerpo, desde los pies hasta los hombros.
Tiene versatilidad ya que se puede realizar con o sin elementos y con diferentes intensidades, velocidades y alturas que generan resultados diferentes según lo que se esté buscando. Muchas personas optan o disfrutan de complementar el ejercicio con una soga de saltar ya que el movimiento central sigue siendo el mismo, detalla La Nación.
Skipping: cómo se realiza el ejercicio y qué variantes tiene
Consiste en simular que corremos mientras se mantienen las rodillas elevadas de forma alterna a la altura de la cintura y movemos los brazos hacia delante y hacia atrás. Puede realizarse sin desplazamiento o con desplazamiento y no requiere ningún tipo de material para llevarlo a cabo más que tu propio cuerpo.
Esta es la secuencia detallada de este peculiar levantamiento alterno de rodillas que simula el movimiento de la carrera:
- Parado, mirando al frente, con los pies separados a la altura de la cadera y los hombros y los brazos a los costados.
- Levantar la rodilla derecha hacia el pecho, ligeramente por encima del nivel de la cintura. Al mismo tiempo, se mueve el brazo izquierdo hacia adelante.
- Se baja rápidamente la pierna derecha desplazando hacia atrás el brazo izquierdo.
- Repetir con la pierna izquierda y el brazo derecho.
- Alternar consecutivamente.
Cuáles son los beneficios del skipping
Mejora la salud cardíaca
"El skipping se puede usar como método para entrenamiento de cardio –cuyo objetivo principal es que el corazón se fortalezca y la salud de los pulmones sea buena–. Y esto, además, ayuda a quienes están buscando mediante la actividad física el descenso de peso y la pérdida de grasa”, explica el médico pediatra, deportólogo y director de la Diplomatura en Medicina Deportiva Pediátrica de la Universidad Favaloro, Santiago Kweitel, a La Nación.
Varios estudios muestran que este tipo de salto es una forma eficaz de mejorar la condición cardiovascular y reducir la presión arterial.
Mayor coordinación y menor riesgo de lesiones
A diferencia del running, esta alternativa impacta de manera más suave en las articulaciones, una opción atractiva para quienes buscan minimizar el alto riesgo de lesiones que provoca correr. Al reducir el impacto en las rodillas, tobillos y caderas, este ejercicio permite una práctica más sostenible a largo plazo.
Fortalecimiento de la densidad ósea
“Como es un ejercicio de impacto repetitivo y puede ser hecho con diferentes intensidades, es muy probable que colabore con la mejora de la densidad mineral ósea, es decir, con la calidad del hueso”, señala el doctor.
Alivia la ansiedad
Para saber si el skipping tiene un impacto en la salud mental, los autores de un estudio titulado “Impacto del salto sobre la monoamina y la atención en adultos jóvenes” ordenaron a un grupo de personas que saltaran durante siete sesiones, cada una de las cuales duraba dos minutos, seguida de un minuto de descanso.
Los resultados, además de contener las respuestas de un cuestionario psicológico, incluyeron una prueba de rendimiento y de saliva y orina. Estas últimas revelaron que los adultos que saltaban tenían reducciones significativas en las puntuaciones de ansiedad y mejoraron los niveles de atención y función cognitiva.
Los participantes también mostraron niveles más altos de ácido 5–hidroxindolacético en la orina, lo que indica un aumento de la serotonina –neurotransmisor asociado con la regulación del estado de ánimo y la reducción de la ansiedad–.