Con una medida prácticamente administrativa se intenta cambiar la mentalidad corrupta (con pocas excepciones) de los últimos 100 años de la política argentina en sus tres poderes y tanto en oficialismo como en la oposición. Dice el candidato dolarizador que va a vender entre 125.000 a 300.000 millones de dólares en bonos y que uno o varios fondos hacen un fideicomiso y se lo compran al 30 % y con esos dólares en efectivo cancela todas las leliq y el circulante del país. La experiencia es que en los últimos 4 años nadie nos presta un dólar, la tasa implícita para Argentina supera el 30 %, con un riesgo país por encima de los 2.600 puntos y los bonos en dólares que ya se encuentran en el mercado cotizan entra 21 y 27 centavos de dólar; allí aparece una primera inconsistencia. El 06/10/23, con el peso bajando con respecto al dólar a $ 880, se le preguntó al candidato Milei si qué tenía que decir con respecto a este nuevo valor, a lo que contestó que mejor cuanto más caiga el peso, más fácil será dolarizar. Aquí hay dos situaciones. Una es que no es verdad esa afirmación porque el mayor volumen de leliq, especialmente los manejados por los grandes fondos de inversión, bancos y los organismos públicos, tiene sus colocaciones que se actualizan por inflación y/o por valor dólar oficial o ambas cosas (como los bonos duales, donde a su vencimiento el que le prestó al Estado elige la actualización que más le conviene), salvo que piense en tomar esos fondos y confiscarlos emitiendo un bono a un plazo determinado (un plan Bonex pero de pesos ). La segunda situación es que la verdad que lo que él llama “será más fácil dolarizar” es licuando la deuda del sector más vulnerable que es el pequeño ahorrista o la pequeña empresa que está viendo y terminará de comprobar cómo se pulveriza sus ahorros ante una violenta devaluación, medida que premeditada y a sabiendas es de un desorden moral llamativo. Es inconducente porque suponiendo que se lograra a los tumbos dolarizar, la economía de Argentina no es igual a la de Ecuador, es mucho más compleja. Aun así en ese país antes de dolarizar hubo una desvalorización de la moneda tan importante que con menos de 800 millones de dólares se logró la misma. ¿Pero qué piensan que ocurrirá en nuestro país si no hay equilibrio fiscal? Después de un importante período se puede lograr, pero si las provincias no lo hacen, ¿Cuál será la reacción de los gobernadores cuando la coparticipación en dólares no alcance para los gastos e inversión? Seguramente aparecerán los bocade, los patacones, las lecor, el federal, el ticket canasta, etc. Esto ya lo vivimos. Digo, ¿No es más sencillo tener un Banco Central totalmente independiente, copiando a Perú, que tiene un presidente del mismo hace 17 años? Pasaron con revueltas sociales ocho presidentes de la Nación, tienen 3 % de inflación anual; primero equilibrio fiscal y algunos años superávit, 76.000 millones de dólares de reserva, con solo no emisión espuria; si emite para financiar al gobierno o induce a que los demás bancos lo hagan lo destituyen. Aquí con una nueva ley se puede castigar con pena de prisión por estafa a la población por no defender el valor de la moneda. Dejémonos de fantasía, no es tan complicado; con ser decente basta.
Luis Alberto Mónaco [email protected]