Por Leo Noli
15 Octubre 2023
A una semana del ataque de Hamas a Israel: el horror a través de ojos tucumanos
Sábado 13 de octubre. En Jerusalén, la capital de Israel, no suenan las alarmas de los celulares anticipando un ataque de misiles y caos tal como sucediera hace una semana cuando el grupo terrorista Hamas atacó por sorpresa puntos estratégicos del país dejando a su paso muerte, secuestros y sangre.
Mucha sangre inocente y un dolor que persistirá para siempre.“Pasamos una noche tranquila”, le cuenta a LA GACETA una de las tucumanas que se mantuvo en contacto con este diario durante la semana. La historia de cuatro tucumanos en Israel.
Bajo ataque
El primer contacto
Hola, ¿cómo estás?
Mientras charlo con Sol, vía mensaje de voz de Whatsapp, ella me pide no mencionar su apellido. “El antisemitismo en las redes es doloroso. Honestamente, no estoy dispuesta ni en condiciones de leer comentarios agresivos. Mi familia en Tucumán está pasando una situación delicada”, ella fue el primer contacto con el que pude entablar un diálogo continuo y cotidiano. Les presento a Sol A.
El 11 de enero pasado hizo tierra en Jerusalén. Allí la recibió gente de la comunidad judía argentina que la contuvo y ayudó a insertarse en la sociedad, con todo lo que eso significa: ayuda económica y del idioma. “En el medio, hubo conflictos entre Israel y Palestina, incluso bombardeos, pero eso es algo a lo que los israelíes estamos acostumbrados”.
En julio se mudó a Ramat Gan, una ciudad cercana a Tel Aviv, donde consiguió trabajo por su cuenta. Sol A. es maestra jardinera.
Si bien durante estos días no hubo clases presenciales, el contacto con sus “peques” se mantuvo a través de sesiones de videollamadas.
“Nunca pensé que a mis 26 años iba a vivir una guerra y lo que implica. Hoy la vivo encerrada en lo de una amiga, porque no queremos estar solas. Los primeros días nos despertábamos asustadas por las sirenas de alerta de misil. Desde el sábado mismo de la masacre hasta el miércoles, lo nuestro era vivir minuto a minuto”.
Aún convulsionado por el sangriento ataque sorpresa, en el gobierno pidieron a la gente abastecerse al menos con víveres e insumos por tres días y recluirse en los refugios que la mayoría de los edificios poseen.
“Fueron momentos tensos, pero pudimos salir adelante. Si algo tiene el pueblo israelí es que es muy solidario. Se formaron infinidad de grupos de Whatsapp con el objetivo de reunir dinero y donaciones para los soldados que fueron al frente. Este país se puso de pie unido”, se enorgullece Sol A.
De hecho, el martes se configuró un “gobierno de emergencia y un gabinete de guerra”, tras el acuerdo entre el Primer ministro Benjamin Netanyahu y el opositor Benny Gantz.
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El ataque en la fiesta
El lunes pude conectarme con Bianca Bellos, fotógrafa especialista en bodas y tucumana de nacimiento que hace siete meses se radicó en Israel. Por esas cuestiones del destino, zafó de ir al Festival Nova, una fiesta electrónica de amor y paz cuyo entorno fue una zona rural de cultivo cercana a la frontera entre Gaza e Israel, y por donde los terroristas comenzaron a escribir páginas de muerte y desolación. También hubo espacio para el milagro.
Este chat que mantuve el 10 de octubre con Bianca lo certifica.
Leo: -Hola Bianca, ¿Cómo estás?
Bianca: -Bien, pero el sábado fue un infierno…
Horas más tarde ella agrega: Hola! Ahora, desocupada. Justo me llamaron y sonó la sirena de alarma. Sonó dos veces aquí en Givatayim hoy. La chica que vive conmigo, Maya, estuvo en la famosa fiesta. Se salvó de milagro.
Leo: -Uhhhh.
Bianca: -Estuvo escondida muchas horas con dos chicos abajo de un árbol que tenía las raíces levantadas. Se metieron ahí... Y de ahí nos llamaron. La verdad, no entendíamos qué había pasado. Prendimos la tele y empezamos a ver todo lo que estaba sucediendo, que era una matanza de jóvenes que habían salido a divertirse. Dimos aviso a la Policía entre mi primo y yo. Más o menos, una hora después los rescataron, los llevaron a un hospital de la zona y después a un lugar seguro con psicólogos. A la noche Maya logró volver a casa.
La fotógrafa agrega: “fue feo, porque contó que escuchaba a los árabes hablar y disparos. Tuvo suerte de correr hacia la zona del bosque, si no…”.
Bianca comenta que la rutina no es tal, pero que la calma es un punto positivo después de lo sufrido hace poco más de 72 horas. En medio de los ataques, de que Hamas burlara la Cúpula de hierro, el respetado y certero sistema de defensa antiaéreo israelí, y de que cayera un misil en un edificio cercano al suyo, ella se adelanta y responde sobre si tiene ganas de subirse al avión Hércules del Ejército que está repatriando argentinos.
“La verdad es que no, no tengo ganas de volver. De hecho, creo que no es seguro subirse a un avión en este momento de la vida. Tengo intenciones de tener paciencia acá y de esperar que todo esto pase, porque Israel es un país hermoso y sumamente seguro. Una, como mujer, puede caminar por la calle sin ningún problema. Puede estar con el celular en la mano sin ningún problema. Los hombres no se dan la vuelta a decirte nada ni a mirarte siquiera, es como que desde que llegué acá dejé de ser un pedazo de carne, como me sentí en Argentina muchas veces, y pasé a ser una mujer. Acá la gente es muy respetuosa”, considera.
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No fue ficción
La cadena de contactos me acercó hasta el cineasta tucumano Benjamín Ávila.
El motivo de su visita a Israel fue netamente festivo y familiar. “Vinimos al casamiento de una prima que vive en Sderot”, hasta el lunes la peor zona donde se podía estar. “Teníamos pensado irnos al desierto y después a conocer el Mar Muerto, pero el ataque nos agarró acá”, cuenta Ávila.
“Por suerte nos dieron refugio en una escuela de teatro. Estamos refugiados hace más de dos días y por cómo viene el panorama, nos quedan unos días más”, el objetivo era regresar a Mitzpe Ramon. Así fue.
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En mi búsqueda de relatos con acento tucumano me topé con la tremenda empatía de León Szajman, un trotamundos que decidió jubilarse y asentarse en Israel. En sus años de actividad, León integró una fuerza de élite del ejército israelí, estudió fotografía en Alemania y fue reportero gráfico de diferentes revistas de bandera celeste y blanca.
Lo primero que resalta es que el miedo no se negocia. “Creo que nunca te acostumbrás. Es una vida normal la que llevamos acá; una vida normal hasta que suenan las alarmas. Yo puedo hablar por mí, yo no puedo hablar por los demás. Cada uno lo siente de manera distinta al miedo. Nosotros tenemos una cúpula de hierro, seguramente estarás informado al respecto. Por supuesto que alguno que otro misil puede caer, pero el problema ahora no fueron los misiles, sino que en primera instancia los terroristas entraron por tierra, aire y mar y ametrallaron todo lo que encontraron en el camino. Mujeres, chicos, hombres, ancianos. Violaron y secuestraron”, asegura.
“Ahora, mientras estamos hablando, me está sonando la alerta roja. Si quieres, te hago algunas capturas de pantalla y te la mando”. Gracias por tu mirada, León.
Y así, previo a entablar el ida y vuelta de un lunes bien convulsionado, Szajman recuerda que tiene tucumanos conocidos, pero lamentablemente “están en el Kibbutz Mefalcín, que lo están bombardeando constantemente”.
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¿Qué pienso yo?
Si bien Palestina no es Hamas, Hamas es una organización política y paramilitar palestina que se declara yihadista, nacionalista e islamista extremista. Hace del terrorismo a su mejor aliado.
Les consulto a Sol A. y a Bianca sobre Palestina, sobre los palestinos. “Mi visión, la verdad, es muy confusa. En 2005 se resolvió que Gaza es parte de los palestinos y ellos tienen su derecho a existir, lo cual me parece perfecto. Por otro lado, lamentablemente Palestina hoy se encuentra bajo el régimen de Hamas, lo cual hace confusa mi respuesta porque Hamas es un grupo terrorista que mata, asesina y viola sin piedad. Hamas es muerte, es terror. En Palestina no hay ni un solo judío que viva allí”, lamenta Sol.
“Palestina, como decir Palestina, no existe; existen Territorios Palestinos. Es un error decir que el conflicto es Israel contra Palestina, es Israel contra un grupo terrorista”, agrega Bianca mientras intenta analizar lo imposible para ella. “¿Qué opino de Hamas? Opino lo mismo que de ISIS, que no solo es un grupo terrorista, es un grupo de personas que está realmente muy mal de la cabeza. Asesinar 40 bebés, degollar niños, no puedo entender en qué alma puede caber algo así”.
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