Gustavo Uano es de hablar pausado y pensado, y le gusta pensar antes de responder. Propenso al diálogo, al frente del Instituto Nacional de Teatro (INT) en tanto director ejecutivo, durante toda la actual gestión su estilo filtró por los distintos intersticios de una entidad acostumbrada a los sacudones y a las internas políticas, a enfrentamientos sonoros y a reclamos agitados. De los choques habituales que hicieron virtualmente ingobernable a la entidad se pasó a un trabajo coordinado (no exento de tensiones, pero naturales de un cuerpo político) con el Consejo de Dirección y la secretaría general, hoy a cargo de la patagónica Laura Vinaya.
Y si bien Uano reconoce que siempre hay deudas pendientes y cuestionamientos irresueltos, desde su asunción a principios de 2020 fue más el impacto de lo que llegó desde afuera que lo que se gestó dentro de la comunidad teatral del país.
“En el balance de la gestión, nos hubiese gustado tener, aunque fuese, solo dos o tres meses de aguas tranquilas. Fue toda la travesía de tormentas intensas y aguas borrascosas”, sintetiza el teatrista mendocino con precisión para LA GACETA, y no exagera.
- Tu gestión estuvo atravesada por la pandemia y el cierre de los teatros apenas empezó. ¿Cómo fue afrontar ese desafío impensado e inédito?
- A esas complejas circunstancias, hay que agregarle que previamente el INT venía atravesando un período de inactividad extrema. Desde el inicio de nuestra gestión, trabajamos para recuperar las funciones que le fueron cercenadas al ente, respetando el espíritu de la ley 24.800. Asumimos el desafío de pasar del monólogo al diálogo, generando instancias de comunicación con los diferentes sectores de la comunidad teatral. Tras cartón de haber iniciado el recorrido de esta nueva etapa, el covid 19 pone frente a nosotros otro reto de dimensiones insospechadas. Pensábamos, en base a la experiencia previa, que la situación quizás impactaba en el sector de manera similar al episodio de la gripe aviar en 2009, o sea un par de semanas de parate obligado y basta. Después de un tiempo prudente, nos dimos cuenta que nos encontrábamos ante la mayor crisis posdictadura. Apelando a la épica del teatro independiente pusimos en marcha el plan Podesta, que significa Preservación Operativa de Elencos y Salas de Teatristxs Argentinxs. Este gran programa fue posible gracias a la sensibilidad de un Estado presente y a los aportes extraordinarios realizados por el Ministerio de Cultura de la Nación. Luego nos tocó afrontar los déficits de la pospandemia con sus bemoles económicos provocados por la guerra de Ucrania, el aumento de los comodities, la asfixia del Fondo Monetario Internacional y la sequía extrema.
- Un hito fue la prórroga de la ley de financiamiento a la actividad, conseguida el año pasado, ¿Crees que la comunidad (en especial las nuevas generaciones) está consustanciada con la defensa activa de la ley o la siente como derecho adquirido?
- Cómo la canción de Silvio Rodríguez que habla de soñar con serpientes, cuando el año pasado creíamos que se terminaban las malas noticias porque habíamos conseguido la prórroga por 50 años de las asignaciones específicas, aparecieron el efecto de la inflación y los discursos de odio que pregonan candidatos de la oposición para la Presidencia, como por ejemplo la eliminación del conjunto de las inversiones públicas para el desarrollo de la Cultura. “La mato y aparece una mayor…”, dice el tema musical del maestro cubano. Por eso debemos trabajar en la memoria activa y en coordinar la resistencia junto a las nuevas generaciones.
- ¿Se puede trasladar la experiencia vivencial de quienes lucharon por la democracia?
- Hay jóvenes que nacieron en democracia y a veces no tienen el registro de lo que sufrimos en dictadura y lo que costó conseguirla, ni de la vinculación del hecho teatral con las problemáticas políticas y sociales siempre, y particularmente, en las épocas más oscuras. El teatro, en las peores condiciones, ha generado una resistencia y una militancia ejemplar. La comunidad teatral siempre estuvo activa levantando la bandera de los derechos humanos y de defensa de la cultura nacional, por ejemplo. El fenómeno de Teatro Abierto fue una de las primeras manifestaciones civiles que se le paró de manos a la última dictadura en 1981, en un momento que todavía no estaba habilitada la disidencia política y la misma ostentaba mucho poder.
- ¿Cuáles son los puntos fuertes y débiles de la actividad teatral independiente en el país? ¿Qué nos dice el teatro que estamos haciendo?
- El teatro es agente de anticipación. Condensa los emergentes de actualidad en sus temáticas y tratamientos estéticos. El hecho teatral se caracteriza por traer en su producción, dramaturgia o puesta escénica lo que está sucediendo en el seno de la sociedad, porque se trata de un espacio con recursos artísticos y poéticos y una tradición ligada al teatro independiente y popular que pone en juego las confrontaciones que están latiendo. Por eso en primer lugar diseñamos varias actividades especiales convocantes para el segmento joven de públicos, bajo el lema “Democracia siempre”, eje central de la última Fiesta Nacional de Teatro (FNT).
- Precisamente, luego de la experiencia ampliada del año pasado en la FNT en Chaco, en 2023 decidieron realizarla en simultáneo en dos provincias. ¿Por qué se tomó esta medida?
- Por un lado, teníamos la intención de innovar en un formato que permitiera mayor crecimiento del evento. Deseábamos consolidar un modelo de encuentro participativo y popular, intentando además generar mayor impacto en términos de repercusión territorial. El año pasado la Fiesta tuvo una fuerte vinculación regional, por más que el epicentro estaba en Resistencia; generamos un gran festival del NEA con extensiones y corredores en las localidades aledañas y las provincias vecinas. Para la edición de este año subimos la apuesta generando un evento interregional, puesto que para nosotros La Rioja pertenece a la región de Nuevo Cuyo y Catamarca se encuentra en el NOA. Además, ambas provincias han tenido un crecimiento exponencial evidente en las actividades e infraestructura teatral en los últimos años. Existe una tercera razón de importancia, y tiene que ver con apostar a un corredor de intercambio permanente. Idea que hemos dejado instituida en un acta acuerdo que fue rubricada junto con los gobiernos provinciales en el acto de cierre de la 37 Fiesta, me refiero al corredor escénico “Ruta 38”. Una plataforma que pueda funcionar en un futuro como circuito permanente de gira. Ambas capitales se encuentran a dos horas de viaje por la emblemática ruta 38 y en la actualidad tienen mucha interacción cultural.
- ¿Sobre qué ejes trabajaron?
- Hubo tres ejes que la Fiesta planteaba este año como estructurales: los 40 años de democracia, incorporar a las juventudes al consumo de las artes escénicas, y fomentar el respeto a la diversidad. Durante el evento apareció otra línea de preocupación mayor, que tiene que ver con la defensa irrestricta de las políticas públicas y los derechos culturales. Consideramos que la Argentina avanzó mucho en sus políticas culturales, pero en estos momentos abundan los discursos de violencia, se están instalando masivamente, como un retroceso en la dialéctica discursiva en un país que ha sido vanguardia y referencia de derechos humanos.
- ¿De cuál acción estás más orgulloso en estos cuatro años?
- En el plato de lo positivo, hay varios logros que nos enorgullecen, como por ejemplo haberle devuelto la soberanía del organismo a lxs teatristas. Otro punto fuerte creo que es que el instituto recuperara sus funciones y una marca de prestigio. También tiene enorme importancia la expansión de actividad, de sectores y de nuevos públicos. Pero si me das a elegir, quiero poner énfasis en una herramienta colectiva de mejora interna. En conjunto con la Dirección Nacional de Fortalecimiento de las Capacidades de Gestión, elaboramos un nuevo Plan Estratégico Institucional para el período 2023-2028. Es una herramienta orientadora para todas las acciones del organismo en el próximo quinquenio. Se trata de un nuevo eslabón, uno más en la cadena que del constante progreso evolutivo de nuestra institución. Un eslabón interactivo, en permanente revisión que nos permita adaptarnos a las circunstancias y coyunturas venideras.
- ¿Y cuál quisieras corregir?
- En el plato del debe, creo que nos ha faltado acciones que promuevan mejores infraestructuras edilicias y técnicas en todo el territorio, y otras que favorezcan la exportación del teatro argentino. Sin embargo, la limitante en estos procesos viene de la mano de conseguir nuevas fuentes de financiamiento, puesto que al crecer tanto la actividad independiente asistida en los últimos años hay una demanda justamente de muchos más recursos que los que obtenemos por recaudación propia.