La pandemia impulsó la necesidad de estar en contacto con la naturaleza. Mucha más gente se interesó por el senderismo y el trekking y por ello, desde hace tres años los cerros tucumanos reciben cada vez más visitantes.
Los senderos del Parque Sierra de San Javier, el Funicular, Puerta del Cielo y Cuesta Vieja, convocan en promedio unas 1.000 personas los días sábados, que son los más movidos.
Al principio, el boom por el senderismo tuvo varios efectos colaterales: por ejemplo, los guardaparques tenían que juntar hasta seis bolsas de basura que la gente iba tirando en las sendas. “Ahora, por suerte, hay más educación ambiental y conciencia sobre la importancia de no arrojar residuos”, explica el director Operativo y Administrativo del Parque San Javier, Rodolfo Salinas. En total, ahora se recogen una o dos bolsas de desechos por cada día.
Los senderistas que ayer recorrían el lugar se mostraron conformes porque no había basura tirada. No obstante, Soledad y Laura Rodríguez remarcaron que hacen falta cestos de basura y un bebedero de agua en alguna parte del camino. Para Gonzalo Mercado Vicentín el estado de los senderos es excelente. Dijo que hay buena señalización en casi toda la travesía, salvo por el sector de la parte más alta, donde están la Puerta del Cielo y Cuesta Vieja. “Me encanta venir a este lugar, los caminos son accesibles, es seguro y está limpio. Me ayuda a despejarme y a tomar contacto con la naturaleza. Es mi cable a tierra”, relató Rodrigo Véliz.
Ayer, familias enteras y grupos de excursionistas disfrutaron del cerro. Aunque la mayoría no reniega por tener que pagar $400 de entrada, sí consideran que el lugar tendría que disponer de baños para los visitantes.
Salinas reconoció que es una asignatura pendiente y que antes de fin de año se construirán dos baños en la zona, uno para mujeres y otro para varones. “Queremos garantizar que este sea un lugar limpio y seguro; por eso estamos en contacto permanente con la guardia urbana, con los guarparque y con el servicio de emergencias médicas, el 107. Tuvimos casos de personas que se lesionan, pero no fueron muchas”, apuntó.
A partir del mes que viene la entrada costará $500. “Siempre tuvimos la referencia de un dólar. Pero sabemos que eso sería demasiado para la gente. El dinero que se recauda lo destinamos a recursos y mantenimiento de los servicios que brindamos. Contamos con una brigada de incendios y de rescate, conformada por 11 brigadistas que son voluntarios capacitados en búsqueda y rescate, y en manejo del fuego. Hay que invertir dinero en capacitaciones, en ropa para los voluntarios, insumos y combustibles para los medios de movilidad. Además, destinamos parte de esa plata al mantenimiento de las sendas”, aclaró. De las 14.174 hectáreas que tiene la Sierra de San Javier, el 75% pertenece a la UNT, explicó. Los brigadistas no solamente actúan allí, también prestan colaboración cuando lo necesitan de cualquier otro lugar de la provincia donde haya una emergencia.
Adelantó, por otro lado, que en poco tiempo se inaugurará un nuevo sendero, llamado El Chaqueño, en la zona de Las Tipas. Y que también hasta fin de año volverán a habilitar para el turismo el lago de la Ciudad Universitaria, el cual está clausurado porque hay riesgo de que se caigan los numerosos eucaliptos que se encuentran allí. La idea es que estos árboles sean talados, para que el sitio vuelva a ser seguro.