“Hay gente que me escribe y me dice ‘no tengo nada para donar, pero me ofrezco a limpiar los vidrios’. Eso vale más que un millón de dólares”, dice José “Pepe” Ramón a LA GACETA. Es que hace poco menos de una semana hizo público en las redes un proyecto en el que viene trabajando hace meses: crear en Tucumán el primer bar inclusivo del norte argentino. “El sueño es incluir, integrar y generar espacios de participación para las personas con discapacidad”, comenta en el video viral de TikTok, en el que solicita colaboración para concretar la propuesta. Y vaya que la gente ha ayudado: en cinco días, se superaron los $9 millones en donaciones. El sueño ya es realidad.
“Ya puse mi granito de arena. Son $200, es todo lo que puedo dar”; “soy docente de educación especial, contá conmigo para lo que necesites”; “yo quiero regalarles la torta para la inauguración”; “soy maestro pastelero en Buenos Aires y me ofrezco a ir para capacitarlos”. Uno a uno, personas de todo el país empezaron a sumarse a la propuesta. Y luego el bar saltó la frontera: de Uruguay, de Paraguay, de Estados Unidos, de España... “¿Cómo no participar de algo tan noble?”, escribió un usuario. “En Tucumán recibimos ayuda de todos lados: el domingo se acercó un grupo de decoradoras a ofrecernos colaboración. Una persona nos regala la pintura; otra, las cortinas... Ayer nos regalaron un aire acondicionado de 18.000 frigorías, que era una de las cosas más caras que necesitábamos. Los corralones nos ofrecen al costo, a menor costo o nos regalan productos. Es increíble”, relata “Pepe”.
Es él quien recibe a LA GACETA en el incipiente Bar Juntarnos, ubicado en avenida Perón al 2400. Lo acompañan “las estrellas” de sus videos de TikTok. Rodrigo “El Picante” Villagra, Matías Flores, Alejandro “El Mariscal” Rodríguez y Eduardo “El Turco” Namur, todos empleados de la firma Mipol Repuestos (Grupo Autopartes) y todos -en parte- impulsores de esta “locura”. Con cascos y con mucha alegría, son ellos los que recorren y supervisan la obra, aunque aclaran que no van a trabajar ahí. “Me parece una buena idea de “Pepe” (que administra la empresa de autopartes), pero jamás lo abandonaría”, dice “El Mariscal”, y “El Picante” advierte: “pero vamos a venir a merendar acá”.
Más que una palabra
Ya es conocida la tarea inclusiva de “Pepe”, que desde hace décadas emplea personas con síndrome de down o con algún grado de retraso. Pero esto -dice sorprendido- es algo aún más grande. “Si funciona, queremos que se pueda replicar en todo el país -asegura-. Ya es conocida la tarea inclusiva de “Pepe”, que desde hace décadas emplea personas con síndrome de down o con algún grado de retraso. Pero esto -dice sorprendido- es algo aún más grande. “Si funciona, queremos que se pueda replicar en todo el país -asegura-. Todo empezó cuando la Fundación Fedeh, que es una de las colaboradoras del Ramonazo (el festival solidario que organiza desde 1999), nos mostró el lugar dónde va a estar su sede (en el mismo predio, a la par del bar) y nos dicen que a este espacio lo iban a alquilar. Yo, sin pensarlo, les dije ‘no lo alquilen a nadie, vamos a hacer un bar inclusivo’. Así comenzamos”.
Cuando habla de inclusión, no se refiere sólo a quienes lo atiendan. Toda la construcción se ha pensado para que sea accesible. Pero accesible de verdad. “Los arquitectos solemos hacer cosas accesibles, con baños o con rampas, pero esto está en otro nivel”, resume el arquitecto a cargo Agustín López Río (@tred.arquitectura): “Lo más importante fue pensar cómo adaptar el edificio a las diferentes discapacidades; cada una tiene una pauta o unos requisitos; utilizamos recursos como la curva, para que el lugar no sea tan agresivo, y no hay elementos peligrosos. El mostrador, por ejemplo, tiene la altura justa para la silla de ruedas; pensamos mucho en la señalética, porque las personas con síndrome de Down necesitan tener pautas claras. Incluimos la domótica (sistemas tecnológicos para automatizar lugares), para que la iluminación o el riego se puedan manejar a distancia. Toda la tecnología de la cocina va a ser eléctrica, sin fuego por precaución, y todo va a ser fácil de limpiar; además, va a haber piso podotactil. No existe algo así en Tucumán”.
Las personas involucradas quieren que el lugar sea de excelencia. “Es complicado de armar. Está todo contemplado. Sí, vas a ser atendido por personas con discapacidad, pero vas a tener la carta en lenguaje de señas, en braile y el menú va a estar pensado de forma inclusiva. Una persona con parálisis cerebral, por ejemplo, no consume lo mismo que cualquiera. Todo eso está pensado”, agrega “Pepe”.
Un lugar de excelencia
Todavía restan dos meses más de obra dura, y algún tiempo más para decorar y ajustar detalles. “Una vez que esté todo listo, vamos a hacer un mes de prueba, invitando personas, aunque trabajemos a pérdida. No queremos abrir directamente. Si lo hiciésemos, el primer impacto va a ser positivo, vas a verlo lindo e inclusivo, pero si no es rico lo que se ofrece no vas a volver -advierte “Pepe”-; queremos que el proceso de elaboración sea estandarizado, como las cadenas de comida rápida, para que todo salga perfecto. Queremos que los chicos se profesionalicen”. Estiman que en el bar inclusivo podrán trabajar entre 15 y 20 personas con discapacidad, y hasta otras cinco sin ella. Y como la propuesta es sin fines de lucro, todo lo recaudado será para los empleados y para el bar.
Mientras lo recorren, reparten abrazos por doquier y cantan, los chicos del Grupo Autopartes (que dejaron sus puestos de trabajo por un rato) cuentan que están felices de que otras personas puedan tener las mismas oportunidades que ellos tuvieron. “Yo tengo la mala suerte, o buena, de que cuando se me mete una idea la tengo que concretar. Surgió esto, y ahora siento el gran compromiso de hacerlo realidad. Yo siempre digo que los que tuvimos suerte en la vida, tenemos la obligación de hacer cosas por los demás. Yo era de un lugar muy pobre y he tenido la suerte de que me hayan dado trabajo. Por eso hago esto; nadie me ha obligado”, resume “Pepe querido”, como es conocido en las redes sociales.
Colaborar
Hay dos vías habilitadas para donaciones económicas: con el alias barinclusivo se puede donar por MercadoPago a la Fundación Juntarnos. O también se puede hacer directamente por banco, a una cuenta del BBVA con el alias fundación.juntarnos.
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