“Contraté a cuatro albañiles de la Jefatura para que trabajaran en la construcción de mi vivienda particular. Realizan esa tarea fuera de su horario laboral y reciben un sueldo con recibo por la tarea que realizan. No tengo nada que ocultar”, sostuvo el jefe de Policía Julio Fernández poniendo punto final a una serie de rumores que lo involucraron en un hecho de presunta corrupción. Más allá de que su continuidad en el cargo pendía de un hilo, el ministro de Seguridad Eugenio Agüero Gamboa confirmó que se iniciará una investigación para definir si corresponde hacer una denuncia penal por este caso. Luego, el gobernador Juan Manzur respaldaría al cuestionado comisario.
El caso quedó al descubierto en medio de una feroz interna en la Policía, una lucha por el poder que llegó hasta el área del Ministerio de Seguridad, donde también hay una batalla para mantener cargos. Todo comenzó hace varias semanas, cuando comenzó a circular la versión de que Fernández utilizaba personal del Departamento Logística (D4) para construir una vivienda en El Cadillal. Ese rumor creció en los últimos días y quedó implicado el secretario del área, Luis Ibáñez.
Siempre de acuerdo a ese trascendido, el funcionario, al recibir esa información habría decidido enviar gente de su confianza a investigar las denuncias en contra del jefe de Policía. Los resultados de esa misión generaron dos versiones totalmente diferentes. Una indica que Ibáñez habría conseguido pruebas y le ordenó a Fernández que dejara de utilizar a los efectivos para realizar esa tarea y les comunicó a sus superiores la novedad. La otra es que el jefe de Policía se habría enterado de las intenciones del secretario de Seguridad, desmintió la versión y le cuestionó su actitud. “La relación entre ambos está pasando por el peor momento”, dijo un jefe policial.
“Todas esas son versiones falsas que tienen una intencionalidad política”, sostuvo Fernández en una entrevista con LA GACETA. “Estoy edificando una casa en un terreno que compré hace cuatro años con los ingresos familiares. Sí es cierto que los albañiles son de la fuerza, pero trabajan en la Jefatura, fuera del horario laboral y reciben su pago, que puede ser constatado por los recibos que firman”, agregó el comisario.
El titular de la fuerza explicó que inició un juicio contra el Instituto Provincial de la Vivienda porque la casa que le adjudicaron en Las Talitas hace varios años se le inundaba cada vez que había una tormenta. “Por esa razón desde hace más de seis años que soy inquilino. Con el tiempo pude adquirir un terreno y ahora, de a poco, la estoy construyendo para vivir allí. No es una casa lujosa, es una vivienda familiar en la que pensaba instalarme si es que no sigo en el cargo. La estaba construyendo con el esfuerzo de muchísimos años de trabajo”, sintetizó.
“Pueden investigar lo que sea. Pueden pedir informes a la AFIP sobre mi patrimonio y no encontrarán ninguna anormalidad”, insistió. “Todo esto tiene una intencionalidad. La misma situación sufrieron los comisarios que sonaban como candidatos a ocupar este cargo. Se metieron hasta con sus familias. Está instalada una campaña de desprestigio”, añadió.
Después de que se confirmara la información a través del programa “Buen día” que se emite por LG Play, crecieron las versiones sobre la existencia de videos donde aparecen los albañiles del D4 realizando trabajos en esa vivienda. También destacaron que se estaban analizando los GPS de los móviles de esa dependencia policial para confirmar o descartar que hayan estado trasladado a los obreros hasta ese lugar.
Sin problemas
En otro tramo de la entrevista, Fernández desmintió categóricamente que mantenga un enfrentamiento contra el secretario de Seguridad Ibáñez. “Tenemos una muy buena relación. Trabajamos en conjunto desde hace bastante tiempo y no existe ninguna diferencia”, destacó. “Es más hoy (por ayer) planificamos una importante reunión con gran parte de la plana mayor para implementar una serie de operativos especiales”, recalcó.
LA GACETA intentó infructuosamente comunicarse con Ibáñez para que diera a conocer su versión sobre esta situación y su opinión sobre la contratación de personal policial para que realice trabajos para el titular de la fuerza.
De todas maneras, no es la primera vez que surgen diferencias entre ambos funcionarios. Una de ellas fue cuando Ibáñez eligió a Mauro Fernández como jefe de la Unidad Regional Capital, pero nunca aceptó el cargo, por lo que el titular de la fuerza tuvo que salir a buscar un reemplazante de último momento. Ibáñez es el funcionario de Seguridad que más tiempo permaneció en el cargo. Asumió como subsecretario cuando Claudio Maley fue nombrado como ministro de Seguridad en diciembre de 2017. Siguió en el cargo cuando el ex gendarme fue reemplazado por Agüero Gamboa. En tanto que Fernández reemplazó a Manuel Bernachi en marzo del año pasado.
“Todo esto no es casual. Estas versiones trascendieron cuando comenzó a circular el rumor de que me podrían ofrecer el cargo de secretario o subsecretario de Seguridad cuando asuma el gobernador electo Osvaldo Jaldo”, opinó Fernández en la entrevista exclusiva con LA GACETA.
Al mediodía nadie apostaba por la continuidad del actual titular de la fuerza. Los legisladores de la oposición, que normalmente son los primeros en reaccionar ante situaciones como esta, mantuvieron silencio. Estaban de mudanza, puesto que deben entregar sus despachos por el recambio de parlamentarios.
Por la tarde, sorpresivamente el gobernador Manzur salió a respaldar a Fernández (ver aparte), lo que generó sorpresas en la Policía y en la misma cartera de Seguridad. En la Casa de Gobierno quedó en claro que será Jaldo el que tomará la decisión de qué sucederá con el hasta ahora número 1 de la Policía.
Claras diferencias: el ministro anunció una investigación y el gobernador Manzur respaldó a Fernández
“Al ponerme al tanto de la situación, ordené que se iniciara una investigación sobre el caso”, aseguró ayer a media mañana el ministro de Seguridad Eugenio Agüero Gamboa (foto) sobre la polémica que estalló el caso en el que quedó involucrado el jefe de Policía Julio Fernández. “Si llegamos a constatar una irregularidad se hará la denuncia penal correspondiente. El gobernador Juan Manzur y el electo Osvaldo Jaldo dieron instrucciones precisas sobre la transparencia que deben tener los hombres de la fuerza, sin importar cuál sea el cargo que ocupe”, añadió en declaraciones a LA GACETA.
Sin embargo, por la tarde Manzur anunció públicamente que se había comunicado con el jefe de Policía para brindarle su apoyo en el contexto de “versiones infundadas” en relación a su desempeño frente a la fuerza.
El respaldo generó sorpresa en el jaldismo y entre los integrantes de la fuerza. Entienden que esta es una nueva prueba de las inocultables diferencias que existen entre los actuales titulares del Poder Ejecutivo y Legislativo. En el medio quedó Agüero Gamboa, que sería confirmado en el cargo por el dirigente tranqueño.