Cada 11 de octubre se celebra el Día Internacional del Dulce de Leche, una fecha instaurada por el Centro Argentino de Promoción del Dulce de Leche que busca incentivar el consumo mundial de este clásico producto. Sin embargo, el origen argentino de este manjar es debatido y cuestionado por varios países del mundo.
Realizado en fábricas o de manera casera, este tradicional dulce es una insignia de la Argentina. Infaltable en la gastronomía local y muy requerido por los turistas internacionales que visitan el país, a continuación te contamos cuál es la receta para hacerlo en casa.
Cómo preparar el dulce de leche de forma casera
El origen del dulce de leche también puede ser el hogar de quien desee aventurarse en preparar con sus propias manos este manjar.
Y bien puede ser la efeméride la excusa perfecta para poner manos a la obra.
Para hacerlo, se necesita:
- Un litro de leche entera
- 250 gramos de azúcar
- Una cucharadita de bicarbonato de sodio
- Esencia de vainilla
Preparación:
Calentar la leche a fuego medio hasta que hierva. Una vez hervida la leche, bajar el fuego y agregar el azúcar, revolviendo constantemente con cuchara de madera hasta que el azúcar se disuelva completamente.
Cuando se haya disuelto el azúcar, agregar la esencia de vainilla y la cucharadita de bicarbonato de sodio. Y seguir revolviendo hasta que el color comience a cambiar para pasar del blanco a un tono marrón.
Conseguir la textura y color adecuados para el dulce de leche puede llevar hasta dos horas.
El origen argentino del dulce de leche y qué países reclaman ser los creadores
El dulce de leche es considerado Patrimonio Cultural del Río de la Plata, y precisamente en el hecho de que no lo sea en un solo país radica la polémica en torno a su origen.
Un fragmento del libro del historiador Daniel Balmaceda "La comida en la historia argentina", da cuenta del origen criollo del dulce de leche. “Casi podríamos afirmar que el último rincón del planeta donde se creó el dulce de leche fue en la Argentina. Aquí el manjar tiene lugar de origen, fecha de nacimiento y, si me apuran, hora: Cañuelas, provincia de Buenos Aires, 24 de junio de 1829, por la tarde, en el horario de la siesta”, relata.
Y prosiguió: “La tradición sostiene que Juan Galo de Lavalle acudió a entrevistarse con su adversario Juan Manuel de Rosas en la estancia El Pino. Como el dueño de casa no estaba, Lavalle se acostó a dormir una siesta en el catre del dueño de casa. Una cocinera morena que estaba preparando lechada (leche de vaca con azúcar, al fuego para agregar al mate), concurrió al cuarto de Rosas para llevarle precisamente la mencionada infusión y, ¡oh, sorpresa!, se encontró con Lavalle. Confundida, acudió a la guardia y allí se enteró de que todo estaba bajo control. En todo caso, quien había perdido el control era ella; el de su olla: cuando volvió, la lechada se había empastado. Sin querer, había inventado el dulce de leche. Esa tarde, además, los mencionados contendientes firmaron un pacto, el de Cañuelas”.
Pero, tal vez, el dulce de leche viene de antes de los vientos de independencia. En 1806 estalló en Buenos Aires el escándalo de Ana Perichon, esposa de Tomás O’Gorman, y su romance con Santiago de Liniers. Se dice que para comienzos de siglo, la “Madama O’Gorman” que había nacido en 1775, tenía al dulce de leche entre sus recetas predilectas.
También hay quienes dicen que nació hace siglos en la India y en Indonesia y que cuando los conquistadores españoles se apoderaron de las Islas del Poniente y San Lázaro y las rebautizaron Filipinas, lo descubrieron y lo llevaron a América, y ahí se esparció por todo el continente.
También los brasileños entran en la puja. Ellos afirman que a mediados del siglo XVIII ya se elaboraba en Mina Gerais. Y en Rusia se recomienda pasar por alto afirmar que es un invento argentino. Para ellos es el “varione sgushonka” y ya lo hacían los tártaros, en los tiempos de Marco Polo.