Al final de un día agitado por la trepada del dólar "blue" y las ventas del Banco Central por U$S220 millones, ayer el ministro de Economía, Sergio Massa, cerró el swap chino por U$S5.000 millones. De ese modo, la cartera económica activó el segundo tramo del swap con China.
El Banco Central envió la carta para la activación de la línea al Banco Popular de China. La intención es que esté disponible el próximo miércoles 18. El anuncio formal se realizará, anticipan, en los próximos días, en oportunidad del viaje que realizará el presidente, Alberto Fernández, a Pekín. En esa gira lo acompañará el titular de la conducción monetaria, Miguel Ángel Pesce.
El poder de fuego del Banco Central
En el gobierno explicaron que la liberación de un nuevo tramo del swap de monedas con el Banco Popular de China posibilitará que el Banco Central argentino “aumente su poder de fuego”. Según trascendió podrá utilizar esos U$S5.000 millones en sus intervenciones en el mercado de cambios o para hacer frente a pagos, como el que a fines de mes hay que realizarle al FMI.
Massa, junto con sus colaboradores más cercanos -Leonardo Madcur (jefe de gabinete), Guillermo Mitchell (titular de Aduanas), Lisandro Cleri (vicepresidente del BCRA) y Gabriel Rubinstein (viceministro)- monitorean la evolución de la crisis cambiaria y financiera.
La gravedad de la situación llevó a Massa a suspender los viajes de campaña que tenía programados realizar mañana a Mendoza y San Juan.
Las tensiones en el mercado de cambios se agudizaron el lunes pasado tras conocerse dichos del candidato Javier Milei que recomendó no renovar los plazos fijos. El líder libertario sostuvo que “El peso es la moneda que emite el político argentino, por ende, no puede valer ni excremento, porque esas basuras no sirven ni para abono”.
Esas declaraciones del libertario provocaron distintas manifestaciones de rechazo desde las cuatro asociaciones de bancos públicos y privados de la Argentina y de sectores políticos.