10 Octubre 2023
“La vida en Tel Aviv es única, con sus conflictos y contradicciones”. Estas son palabras de Carlos Chacana, ex jugador de San Martín de Tucumán que, desde hace casi 20 años, encontró en la ciudad de Tel Aviv su segundo hogar. “Hace cuatro días fuimos con mi esposa Priscila, al recital de Bruno Mars, que fue en Tel Aviv, y a los dos días nos tenemos que resguardar en una pieza de seguridad por temor a las bombas”, le cuenta a LA GACETA el delantero en medio de un conflicto que mantiene en vilo a todo el mundo.
“Nos sorprendió a las seis y media de la mañana el sonido de la sirena”, relata. “Nos preguntábamos entre nosotros que estaba pasando. No se venía hablando de ningún conflicto”, agrega el futbolista.
La vida cotidiana y los inconvenientes coexisten en Israel formando una dualidad que marca la vida familiar de los Chacana. “Cuando suena la sirena, todo se detiene”, resalta. “Es una interrupción constante, pero estamos preparados para actuar con rapidez y para poder refugiarnos”.
En relación a cómo se viven estos días desde que los militantes palestinos ingresaron por sur del país, el jugador cuenta que fue todo sorpresivo y que sembró un millón de dudas. “Estamos shockeados por lo que pasó. No hay casi nada de movimiento en las calles. Hay pocos negocios abiertos; uno que otro bares o algún café. Las calles son un desierto y la gente casi no sale a la calle. La vida cotidiana está en pausa hasta nuevo aviso”, sentencia.
Chacana ha dejado su huella como jugador en Tel Aviv y ahora también lo hace como entrenador. “Mi vida siempre ha estado ligada al fútbol. La pasión por el deporte es inquebrantable. No solo sigo jugando en un equipo de la cuarta división, sino que también me involucro como director técnico en las divisiones juveniles de Macabi Tel Aviv”, comenta el delantero que tras un arranque prometedor en La Ciudadela, desembarcó en River.
"Cuando suena la sirena, todo se detiene. Es una interrupción constante, pero estamos preparados para actuar con rapidez y para poder refugiarnos".
Ronen, su hijo mayor, se ha sumado al legado deportivo de la familia y juega para un equipo de segunda división de Israel. En tanto Tiziano, el menor de la dinastía, ya ha tenido algunos minutos en Primera.
Chacana además trabaja en el municipio desde donde contribuye brindando ayuda a la comunidad en tiempos difíciles. “Si bien en mi trabajo no estamos vinculados al ejército, estamos dispuestos a colaborar en la medida de lo posible. Hacemos turnos por si hay que ayudar en algún aspecto con, tal vez, en el traslado de mercadería o de cualquier otra cosa”, explica. “Rogamos que en esta región no pase a mayores, que todo pase rápido. Los terroristas mataron a mucha gente; a muchos niños. Es muy horrible lo que está sucediendo”, advierte sobre el conflicto que se está llevando a cabo en Gaza, a poco más de 90 kilómetros al sur de ciudad de Tel Aviv.
Todavía muy conmovidos por la situación y tratando de entender la dimensión del conflicto, Chacana relata cómo es la vida cotidiana para él y los suyos. “Vivimos el día a día. Disfrutamos de los momentos que compartimos en familia y esperando que, a pesar de los conflictos, podamos encontrar la paz en algún momento”, concluye.
"Rogamos que en esta región el conflicto no pase a mayores, que todo se termine rápido. Los terroristas mataron a mucha gente; a muchos niños. Es muy horrible lo que está sucediendo".
El ex extremo intenta que su familia pueda llevar adelante jornadas normalmente normales, pero no es sencillo. Mientras intentan no modificar sus actividades, muchas veces la alarma suena, paraliza todo y genera incertidumbre. “Hay que estar preparados”, advierte, entre la desesperanza y la ilusión. (Producción periodística: Carlos Oardi)
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