Hace unos pocos años, Bárbara Tarcic, su marido y sus dos hijos salieron de Tucumán para iniciar una nueva vida en Israel. Viven en Haifa, una ciudad al norte, a 150 kilómetros de donde ocurrieron, hace tres días, los peores ataques contra el país en 50 años, perpetrados por el grupo Hamás, que está en la lista de organizaciones terroristas de Estados Unidos, Israel, Japón, Canadá, entre otros países.
Todavía en estado de conmoción, recibiendo noticias cada minuto, y aún tratando de entender la dimensión de la violencia, Barbi relató a LA GACETA cómo se está organizando la vida en Haifa, luego de los ataques en el sur del país, cuando células de Hamas entraron desde la Franja de Gaza, mataron a más de 900 personas y secuestraron a por lo menos otras 100.
“Es inédito. Misiles recibimos siempre desde Gaza, es una rutina. Pero esta vez hubo un ataque masivo por tierra y por aire -también intentaron por mar- que aún tratamos de entender”, explicó.
Haifa es una ciudad que tiene montaña mar, y una pacífica convivencia entre árabes musulmanes, árabes cristianos, drusos, bahai y judíos, destacó la docente de comunicación y cine, que en estos días no está yendo a trabajar, ni sus hijos a clases, porque las escuelas están cerradas.
Junto a su marido, Gerardo, tienen un restaurante en el mercado de Haifa, y desde ahí se organizaron con otros comerciantes para preparar comida y viandas para llevar a los soldados y personas que tuvieron que salir de sus casas para refugiarse de los ataques .
“Hamas es un movimiento terrorista que -según sus propias declaraciones- quiere destruir a los judíos”, señaló Tarcic, pero que no representa al pueblo palestino, sino que lo tiene cooptado.
“El pueblo palestino también es víctima de Hamas. Los votaron en 2007, pero terminaron dando un golpe de Estado interno y desde entonces no hubo elecciones y no hay una democracia”, indicó.
Bajo estas condiciones, el sábado a la madrugada, varias células terroristas de Hamas entraron en las casas en varios kibbutzim y asesinaron a decenas de civiles. Además, irrumpieron en una fiesta que se había organizado en el desierto y allí mataron y secuestraron a cientos de personas. “Sabemos que hay más de 900 muertos, pero esa cifra va subiendo todo el tiempo porque hay muchos heridos”, relató.
En este momento, toda la familia de Barbi está especialmente conmovida porque familiares de compañeros de escuela de sus hijos fueron asesinados y porque, entre los más de 100 secuestrados, hay amigos muy queridos, los hermanos argentinos Iair y Eitan Horn, además de familias enteras, con niños y bebés incluidos. “Son amigos nuestros de toda la vida, participamos del mismo movimiento juvenil desde que éramos chicos. Se los llevaron de sus casas, en el kibbutz Nir Oz”.
Colectas, donaciones de sangre, viandas para llevar a los soldados y las familias que tuvieron que huir de los kibbutzim son algunas de las acciones que están llevando a cabo los ciudadanos israelíes.
“Nosotros tenemos un pequeño restaurante en el mercado, que ahora está cerrado, pero recibimos un montón de donaciones de materia prima y cocinamos para llevar a las familias refugiadas y a los soldados -contó-. Hay mucha solidaridad y eso es muy emotivo”.
Ante la enorme escalada del conflicto, la represalia de Israel también va a ser muy fuerte, dijo Tarcic en una entrevista con LA GACETA Play, por la mañana.
“Lo cierto es que los que siempre sufren son los ciudadanos y que no hay posibilidades de paz mientras Hamas tenga sometido al pueblo palestino”, concluyó.
Argentinos: siete muertos y 15 desaparecidos
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Argentina informó que, hasta las 16 del lunes, eran siete los argentinos fallecidos en la ofensiva del grupo palestino Hamas, que en total lleva un conteo mortal de al menos 1.100 personas y de más de 2.200 heridos. Junto a ello, anunciaron la desaparición de 15 connacionales.
El primer fallecimiento confirmado fue el de Rodolfo Fabián Skariszewski, de 56 años, “compatriota que residía en Moshav Ohad”, precisó la embajada argentina en Israel. El cuerpo de Skariszewski, asesinado mientras conducía su auto durante el ataque de Hamas en el sur de Israel, quedó en el interior del vehículo, varado en una zona restringida por el ejército israelí.
Horas después se confirmó la muerte de Abi Korin, un israelí de origen argentino, nacido en 1967 que había emigrado a Israel a fines de la década de 1980. También se confirmó la muerte de Silvia Mirensky, una argentina de 80 años nacida en CABA y que vivía en la granja colectiva Ein Hashloshá, a 17 kilómetros de Gaza.
Hermanos: Iair y Eitan Horn están desaparecidos
Dos hermanos argentino-israelíes se encuentran desaparecidos desde la mañana del sábado, tras la incursión terrorista de Hamas en Israel en el kibbuz Nir Oz, en el sur del país, donde viven. Antes, había sido confirmada la muerte de los argentinos Rodolfo Fabián Skariszewski y Abi Korin, a las que después se sumó el fallecimiento de Silvia Mirensky, una porteña de 80 años.
“No tengo ninguna noticia de ellos desde ayer. Pensé que estarían incomunicados. Uno había ido a visitar al otro. Estaban juntos cuando desaparecieron”, dijo su padre, Itzik Horn, periodista corresponsal en Israel del programa de radio argentino Corresponsales en Linea.
“Estoy dispuesto a escuchar lo peor, pero (quiero) saber algo. Dios no lo permita... Ahora no sabés si están secuestrados, muertos tirados en algún lado... Esto es terrible”, contó con angustia el hombre, que también expuso: “Me siento totalmente impotente. Yo en lo personal no tengo algo que hacer. Me llaman y les digo que, si creen, recen, pidan, prendan una vela”. Horn ya se contactó con autoridades, vecinos, allegados, hospitales; y todavía no hay información.