Por Santiago Re
10 Octubre 2023
PELIGROSO DESCUIDO. La esquina de Lizondo Borda y pasaje Anchorena, donde un Pitbull suelto atacó a una mujer y a sus tres hijos de 12, 9 y 3 años. LA GACETA / FOTO DE ANTONIO FERRONI
Un joven estuvo cerca de quedar tras las rejas debido al descuido de su perro pitbull, que se escapó de la casa y atacó a tres niños de 12, 9 y tres años. Los dos mayores sufrieron lesiones leves mientras que la pequeña de tres años sufrió la fractura de una tibia y debió ser internada por una semana.
“Es un hecho sumamente grave en el que el imputado obró con negligencia e imprudencia ya que dejaron al animal sin el cuidado que la ley principal exige: estaba sin bozal y sin cadena. Como resultado tenemos a tres menores de edad heridos”, manifestó el abogado querellante, Patricio Frescia. El profesional agregó: “vamos a buscar que se determine la responsabilidad penal del imputado por este obrar imprudente”.
El caso
El 22 de septiembre a las 23, una mujer volvía a casa en auto junto con sus tres hijos. El automóvil se averió cerca de la esquina de Lizondo Borda y pasaje Anchorena, por lo que la familia decidió bajar del vehículo y caminar hasta la casa de un tío que vivía en esa zona.
En esa misma esquina apareció un perro pitbull color marrón que estaba suelto en la vía pública. Según la investigación, el animal pertenecería a un vecino de la cuadra, Julio Elías (19 años) quien fue imputado por el hecho. El can primero agredió a la niña de 12 años, mordiéndola en el pie y causándole un edema que le provocó dificultades para caminar. Luego atacó al niño de 9, que afortunadamente solo sufrió un raspón en el abdomen. Finalmente el perro saltó hacia la bebé, que iba en brazos de su madre, y la mordió en la pierna, causándole la fractura de tibia y un rasguño en el codo.
Por los gritos, el dueño del animal y los vecinos salieron e intervinieron para calmar al pitbull. Los niños fueron trasladados al hospital de Niños donde los asistieron. A la más chica le pusieron un yeso y debió permanecer internada hasta el 29 de septiembre para evitar cualquier complicación.
Lesiones culposas
El viernes en una audiencia, el fiscal Diego Hevia, de la unidad de Atentados contra las Personas, explicó que por la fractura la pequeña no podrá realizar su vida con normalidad por un plazo mayor a 30 días, por lo que pidió imputar a Julio Elías por los delitos de lesiones culposas graves en perjuicio de la niña de tres años, y lesiones culposas leves en perjuicio de sus hermanos.
Si bien se trata de cargos que podrían implicar una pena de cumplimiento condicional, el fiscal Hevia solicitó la prisión preventiva del acusado argumentando que de lo contrario podría existir un entorpecimiento en la investigación. Para sostener eso tuvo en cuenta dos factores: por un lado, que Elías se entregó luego de dos días junto con el perro para que comenzaran a realizarse las pericias pertinentes; el animal sigue encerrado en calidad de secuestro. En segundo lugar, señaló que el acusado vive cerca de un tío de las víctimas (la persona a la que iban a ver tras la avería del auto) y que podría amedrentarlo. La querella se adhirió al pedido de detener al dueño de perro y la defensa se opuso.
Finalmente el juez Alejandro Tomas coincidió con la defensa en que no había argumentos suficientes para pedir la mayor medida cautelar. Por esa razón rechazó la preventiva.
POTENCIALMENTE PELIGROSO. Imagen de un perro Pitbull tomada de internet.
Ley de perros peligrosos: en 2008 se sancionó una norma sobre los recaudos que deben tener los dueños de ciertos canes
En 2008 la legislatura sancionó la ley 8.129 de perros potencialmente peligrosos. En ella se anuncian los cuidados que deben tener los dueños de canes: bullmastiff, doberman, dogo argentino, pitbull, dogo de presa canario, rottweiler, bull terrier y fila brasilero; en todos los casos aclarando que no hay distinción “ya sean puros de pedigree, puros por cruza o mestizos”. También incluye a “cualquier perro que muestre conducta violenta o esté adiestrado en el ataque o defensa”. La ley insta a quienes deseen sacar a la calle a estas mascotas a que lo hagan con bozal y cadena; y siempre a cargo de un mayor de edad.
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