Composiciones a base de empeño en afrontar el paso del tiempo

“Estoy en Madrid, en mi estudio, cerca de la Plaza Mayor, en pleno centro de la ciudad. Acabo de llegar de Bilbao, donde estaba haciendo una firma de discos. Son días intensos”. Ismael Serrano le contaba esto a LA GACETA Play en entrevista on line.

El cantautor madrileño ha cruzado una vez más el Atlántico y hoy, a las 21, subirá al escenario del teatro Mercedes Sosa (San Martín 479).

- Estás en gira, presentando “La canción de nuestra vida” ¿De qué se trata?

- Creo que es parte de mi empeño en afrontar el paso del tiempo. Siempre me he llevado mal con el paso del tiempo: en mi primer disco escribí una canción, “Vértigo”, porque me da la sensación de que todo pasa muy rápido, hay como una fugacidad. El cantautor muchas veces escribe canciones para retener un poco esa fugacidad, y que cuando creces te das cuenta de que el paso del tiempo conlleva renunciar a cosas y a perderlas, pero al mismo tiempo te regala la oportunidad de vivir cosas extraordinarias. En definitiva, lo que viene a decir, tanto la canción que titula el disco como todo el disco, es que a la canción de nuestra vida le quedan muchas estrofas aún para añadir. Digamos que la canción de nuestra vida está en permanente construcción, y que no se trata sólo de mirar para atrás, para recordar quiénes hemos sido, sino sobre todo de mirar para adelante, de reivindicarse en el lugar, uno mismo, de quererse, para armarse y poder enfrentar el futuro.

- ¿Has tenido que hacer una mirada en tu propio pasado, en tu propia historia. ¿Con qué te encontraste y a qué decidís cantarle ahora?

- Más que al pasado, justamente “La canción de nuestra vida” hace un recorrido por mi vida y por mi carrera, y sobre todo del recorrido que hemos hecho juntas muchas personas creciendo en estos 25 años de músico, pero se trata de reivindicarse en el presente. Hay una canción que se llama “Me amo”, que precisamente habla del ejercicio de reivindicarse en el cuerpo que a uno le toca habitar; hay otra, “Tiempo”, que viene a decir que tenemos que reivindicar también un tiempo para nosotros, para cuidarnos. Hay mucho de eso; del cuidado a uno mismo, de ejercicio de autoestima, que uno merece y que a veces desatendemos.

- ¿Cómo escribís las canciones? Si algo caracteriza tu obra es también la poesía, lo que atrapa a tus seguidores desde hace 25 años.

- Supongo que yo le canto a lo que me emociona. En este disco he tratado de hacer un ejercicio de honestidad. Hay un verso precisamente en una de las canciones que dice “somos bellos porque somos reales”, y creo que se trata de revalorizar eso, la realidad, la cotidianidad, que está llena de una poesía de la que no siempre somos conscientes. Nuestras pequeñas batallas domésticas encierran una épica que merece la pena celebrar en forma de canción. Creo que también es honesto lo musical porque es un disco donde hay mucha guitarra, mucha voz, como que en un panorama musical donde está todo hiperproducido yo apuesto cada vez más por las esencias. También en la poesía y en los temas trato de conectarme con lo real y de conectarme conmigo... y de conectarnos los unos con los otros, que es para lo que finalmente sirven las canciones, para sentirnos acompañados.

- ¡Sentís que la industria musical te quiere llevar por un camino distinto?

- Vamos, yo tampoco he ido muy de la mano de la industria. He hecho lo que he querido, pero es verdad que a mí da la sensación de que la industria, la música hegemónica, lo que suena, la que premia el algoritmo, que es quien determina un poco las escuchas. Creo que tiene que ver con el déficit de atención, que apenas nos deja escuchar con la calma que merece. Los cantautores somos muy dados a construir relatos en nuestra canciones, y eso va en contra de una tendencia que hace que la mayor parte de las visualizaciones de YouTube nunca lleguen a término; son de apenas unos segundos; nos cuesta, porque hay una cultura que se está imponiendo, que es la de la inmediatez. En contra de eso creo que hay mucha gente que queremos que nos ayuden a reflexionar también sobre el mundo que habitamos. Queremos un poco de calma; queremos canciones con un cierto vuelo poético y yo creo que aunque no sea la música que más suene en la radio siempre habrá un hueco en el corazón de la gente para este tipo de propuestas.

- Vas recorriendo escenarios. ¿Cómo son las devoluciones?

- Está siendo emocionante porque la gente responde a ese ejercicio de honestidad del que hablaba; sobre todo, a la necesidad de conectarse con canciones que hablen de lo real y que nos hagan entender que nuestra vida cotidiana está llena de poesía y de cosas que merecen ser cantadas. Que existe un nosotros -que muchas veces nos miramos mucho el ombligo y hacemos la enésima canción de amor desde el mismo lugar- y a veces merece también la pena cantarle al nosotros y darle otra mirada al amor.

-¿Cómo invitás a los tucumanos?

- Nos da mucha alegría regresar con una propuesta nueva, si bien cantaremos canciones de todo mi repertorio. Es un concierto especial porque a mí me gusta mucho no sólo cantar mis canciones sino también contar historias y dialogar con el público. Os invito a que vengáis al concierto en el Mercedes Sosa; será una felicidad reencontrarnos.