Martín Ruiz Torres: “El desarrollo de un país está ligado a la cultura de su pueblo”

“La cultura es todo lo que somos y todo lo que hacemos, pero fundamentalmente es todo lo que podemos ser y lo que podemos hacer. Es por eso que tiene un valor fundamental en el diseño estratégico de un país, a tal punto de poder afirmar, que toda política pública, para ser exitosa, ya sea en materia de economía, educación, seguridad, etcétera, debe estar acompañada de políticas culturales que reafirmen la identidad local, estudiando su historia y definiendo no tan solo quienes somos, sino quienes queremos ser. El desarrollo sostenible de un país está íntimamente ligado a la cultura de su pueblo”, afirma Martín Ruiz Torres, presidente del Ente de Cultura de Tucumán, desde octubre de 2019.

Abogado, también agricultor, cuenta que nació en la calle Muñecas al 600, ombligo de Barrio Norte. “Allí viví hasta que me casé con María Elena, el amor de mi vida, que casualmente vivía a pocas cuadras de casa, Balcarce al 700, que es donde vivimos actualmente junto a mis hijos, Sofía, Nicolás, y Martín. La primaria la hice en la Escuela Mitre, participé en la Acción Católica, en la Iglesia Corazón de María, y por las tardes, jugábamos al fútbol con mis amigos en la plaza Urquiza. Toda mi niñez y mis afectos se desarrollaron en unas pocas cuadras”, evoca.

- ¿Incursionaste de chico en alguna de las expresiones artísticas?

- Tomé algunas clases de guitarra, pero para el bien de la música, al poco tiempo abandoné debido a que ingresé interno en el Liceo Militar, en donde aprendí que, los verdaderos logros se construyen en equipo y con esfuerzo. Que, en una estructura, todos somos distintos, pero a la vez igualmente importantes. Que es fundamental la planificación a largo plazo y sobre distintos escenarios alternativos. El valor de la constancia, la austeridad y fundamentalmente el respeto al prójimo.

- ¿Qué te inclinó a incursionar en el mundo de las leyes?

- Vengo de una familia de abogados. Jamás dudé acerca de la carrera que iba a estudiar, siempre supe que el derecho además del conocimiento de las normas, otorga herramientas fundamentales para reflexionar, debatir, negociar y fundamentar opiniones, ya sea en un tribunal o en cualquier circunstancia en que nos toque actuar en la vida.

- Cuando asumiste la conducción del Ente, ¿qué objetivos te trazaste?

- Los logros no son personales, sino institucionales, es por eso que, al asumir la conducción del Ente, nos reunimos junto a mis compañeros de trabajo y fijamos cuatro objetivos que forman parte de nuestra política cultural y que se mantuvieron constantes durante estos cuatro años. Nuestro primer objetivo fue, la generación de fuentes de trabajo. La cultura entendida como herramienta de transformación de la realidad social y económica. La cultura unida con la producción y el trabajo. Tal como lo sostenía Brecht, la cultura no debe ser un espejo de la realidad, sino una maza que ayude a transformarla. En este sentido, dimos prioridad al artista que vive en Tucumán, que produce acá y que paga sus impuestos en la provincia. De esta manera el dinero de los contribuyentes tucumanos queda en la provincia. Este objetivo se encuentra cumplido en cada una de las actividades que realiza el Ente Cultural, un ejemplo de ello, es el Septiembre Musical N° 63, en donde participaron aproximadamente 6.500 artistas tucumanos. Nuestro segundo objetivo fue la inclusión social. Tucumán es en la actualidad, en materia cultural, una de las provincias más desarrolladas del país. Sin embargo, no podemos concebir el desarrollo sin inclusión social. Este objetivo se encuentra cumplido, ya que cada uno de nuestros programas llega a todos los rincones de la Provincia a través de la articulación con el Consejo Provincial de Cultura, la Secretaría General de la Gobernación y del Ministerio del Interior. A modo de ejemplo, esta edición del Septiembre Musical incluyó nueve subsedes en el interior de la Provincia.

- ¿Qué otros ejes planteaste?

- Nuestro tercer objetivo fue promover la cultura de la solidaridad. Una solidaridad entendida no tan sólo como principio ético, sino como la obligación del Estado de estar al lado de las personas cuando estas más lo necesitan. Consideramos que, cada evento cultural debe ser la oportunidad de promover conciencia de pertenencia social, facilitando, a quienes se encuentran en mejores condiciones económicas, la posibilidad de contribuir a la realización de causas nobles que potencian e impregnan de solidaridad al hecho artístico. Bajo esta perspectiva antropológica, el Ente Cultural tuvo el honor de trabajar, durante estos años, en forma sinérgica con instituciones de bien público tales como: Fundación Banco de Alimentos, Cáritas Tucumán, Fundación Hospital Avellaneda, FAI (Fundación Albergues Infantiles), FANN (Fundación Ayuda al Niño Necesitado), y Pequeño Cottolengo Don Orione. Por último, nuestro cuarto objetivo fue garantizar el acceso a los bienes y servicios culturales. Queríamos que todos los tucumanos puedan disfrutar de cada uno de los eventos que planificamos. Es por eso que, todos y cada uno de los espectáculos que realizamos, así como el ingreso a nuestros museos fueron de entrada libre y gratuita para que todos pudieran disfrutar de nuestras manifestaciones culturales. Este objetivo también se encuentra plenamente cumplido. Estos cuatro pilares de nuestra política cultural tienen como antecedente el pensamiento de Williams Morris, creador del Arts & Crafts quien sostenía que, todo hecho artístico debe trascender lo meramente estético y estar impregnado tanto de utilidad como de justicia. En nuestro caso, la “utilidad” está presente en la generación de fuentes de trabajo local y la promoción de la cultura de la solidaridad. Mientras que la “justicia”, se traduce en la inclusión social y el acceso a los bienes y servicios culturales para todos los ciudadanos.

- ¿Cuáles fueron los principales logros de tu gestión?

- Fundamentalmente, nos propusimos generar trabajo genuino en el sector de la cultura tucumana, y lo cumplimos realizando cientos de eventos relacionados con la música, la danza y el teatro, a través de las direcciones respectivas, en los que participaron miles de personas, que asistieron en forma libre y gratuita. En el Área de Patrimonio Cultural e Infraestructura, podemos decir con orgullo que las obras de restauración y puesta en valor encaradas por el Departamento Técnico del Ente Cultural de Tucumán, en el edificio sede del Ente Cultural, Museo Casa Padilla, Museo Histórico Nicolás Avellaneda, Museo Sanmartiniano de la Ramada de Abajo, se encuentran finalizadas, el Museo Folclórico reabrirá sus puertas a fines de octubre, mientras que las obras en el Museo Timoteo Navarro, que están siendo ejecutadas por la DAU, se encuentran en un estado avanzado. Durante este período inauguramos dos nuevos museos: Macai (Museo Arqueológico a Cielo Abierto Ibatín) y el Museo Iramain (Raco). También inauguramos un Centro de Monitoreo con cámaras de seguridad, que controlan los movimientos de todos los museos dependientes del Ente Cultural las 24 horas del día, los 365 días del año, con personal dependiente de la institución.

- ¿Qué otros proyectos llegaron a buen puerto?

- Hace pocos meses inauguramos el nuevo edificio del Centro Cultural Juan B. Terán, donde trabajan los ballets Clásico y Contemporáneo, además de la Escuela de Circo. Se restauró el patrimonio ferroviario de casi 2.500 m2, colocando pisos, techos, instalaciones eléctricas, sanitarias, AA, parquizado, escenario en el exterior, recuperando un nuevo espacio para todos los tucumanos. Pusimos en valor el nuevo espacio, en donde funciona el Punto Digital del ECT, y creamos dos nuevos centros digitales en el Museo Iramain de Raco y en el Museo San Martiniano de La Ramada, equipados con cinco computadoras cada uno de uso gratuito para toda la comunidad. En el Área de Letras, pusimos en funcionamiento la Ley de Fomento a las Bibliotecas Populares, así como también la Ley de creación del Fondo Editorial Aconquija. Vamos publicando 40 libros de autores tucumanos, lo que implica la mayor cantidad de publicaciones de autores tucumanos en la historia de la provincia. En relación al audiovisual, la novedad estuvo centrada en la promulgación de la Ley de Fomento a la Actividad Audiovisual, que al día de la fecha se encuentra en pleno funcionamiento. En materia de Artes Visuales, durante la pandemia, cuando todos cerraban sus puertas nosotros establecimos la Primera Semana de las Artes, y este mes estaremos haciendo la cuarta edición. Con relación a la comunicación y difusión de las actividades culturales, creamos un programa de TV junto a LA GACETA (Cultura Latente), un programa radial junto a Radio Nacional, y el periódico “Tiempo de Cultura”, que tiene un tiraje de 12.000 ejemplares mensuales. Todos estos trabajos se hicieron con personal dependiente del Ente de Cultura, con austeridad y honestidad y sin aumentar una sola persona en la planta de empleados de nuestra institución.

- ¿Algún poema o cuento a escondidas, un aria bajo la ducha?

- Ja ja, qué pregunta… tal vez un “Vesti la Giubba”, de Pagliacci o “Una furtiva lagrima”, de El elixir de amor… obviamente en la soledad de la ducha, no más que eso. Las cosas que escribo tienen por objeto ordenar mis propias ideas.

- ¿Qué rol debe cumplir el Estado en materia cultural?

- El Estado tiene la obligación de generar las condiciones para que el hecho cultural se produzca. Hablo de crear infraestructura cultural. La cual puede ser de dos tipos: Inmaterial (leyes o decretos, que tiendan al fomento o promoción de la cultura, por ejemplo, la Ley de fomento a la actividad audiovisual, la Ley de creación del Fondo Editorial Aconquija, etc.) y material (museos, centros culturales, salas de ensayo, etcétera, es decir sitios en donde se produce cultura.