Dios en el siglo XXI

Dios en el siglo XXI

lo religioso según el filósofo italiano recientemente fallecido.

08 Octubre 2023

FILOSOFÍA
DESPUÉS DE LA MUERTE DE DIOS
GIANNI VATTIMO
(Paidós - Buenos Aires)

Gianni Vattimo y John Caputo investigan sobre las modalidades que ha tomado la religión hoy.

La religión es un fenómeno social y como tal sufre transformaciones propias del carácter temporal e histórico de las culturas a las que pertenece. Lo que parecía imposible en aquel momento de secularismo sucedió: la auténtica religiosidad regresaba. El “Dios ha muerto” hizo posible que Dios viva y, lo más sorprendente, es que contribuyeron a ello aquellas filosofías de la “crisis de la metafísica” y de la “incerteza”.

Estos autores hablan de la aparición de una “teología de la debilidad” -adecuada a la condición sufriente y frágil del hombre mismo- que, apoyada en este pensamiento no autoritario, sin dueños de la verdad, desarticula, por su propia estructura, las poderosas razones del ateísmo y del rechazo racionalista de la religión.

Esta nueva reflexión abre un espacio promisorio que hará posible el retorno de la religiosidad. Fue necesaria la muerte del Dios de los filósofos -una idea- para que renaciera el Dios de la encarnación, de la esperanza y del misterio. Estos tiempos aciagos revelan que la muerte de Dios no sólo hizo posible el retorno de la religiosidad, sino también viable y deseable una sociedad democrática y tolerante.

Aunque resulte una paradoja más, la corriente de la filosofía contemporánea a la que pertenecen Vattimo y Caputo, y a la que podemos agregar a Richard Rorty -y a un amplio movimiento teológico en la misma dirección-, líderes de la libertad, la tolerancia, el respeto a las ideas diferentes, entusiasta de la democracia, es la que abrirá los caminos -como lo hizo Nietzsche en su momento- al retorno de una tradición religiosa, ya sea judía, musulmana o cristiana. Esta filosofía a la que se creyó relativista, atea, individualista y enemiga de toda fe; a la que se condenó por su crítica de las verdades absolutas y por polemizar con la metafísica tradicional y la moral rígida, promete ser la condición de posibilidad para que se cumpla la promesa del regreso de un Dios del amor para todos los hombres con justicia y misericordia.

Sin tolerancia y libertad,  no hay religión del amor, pero tampoco la hay sin  una gota de locura que permite creer en un Dios que, siendo todopoderoso, haya sido crucificado y humillado. La religión -tan antigua como el hombre- ha vuelto con otro rostro. Pablo dice en I Corintios, 1, 19: “Destruiré la sabiduría de los sabios y desecharé la prudencia de los prudentes”; quizás algo parecido quiso decir  Nietzsche: destruir el poder de los poderosos para dar lugar a una sensibilidad religiosa transformada y auténtica.

© LA GACETA

Cristina Bulacio

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