Tiempos atrás, la aparición de canas fue sinónimo de envejecimiento y con ello las personas buscaban tratamientos para erradicarlas. En la actualidad, esos pelos blancos son aceptados y se pusieron de moda, sin embargo, aún siguen aquellos que se muestran reacios a mostrarse de esta manera. Para este último grupo, los especialistas elaboraron una serie de alimentos que ayudan a demorar la llegada de canas.
El consumo de alcohol, tabaco, dietas ricas en grasas, falta de ejercicio o estrés son algunas de las razones por las que llegan rápidamente este tipo de pelos. Sin embargo, también tiene que ver con una cuestión ligada netamente a la genética, por lo que si nuestros padres tuvieron canas a los 30 años, posiblemente estaremos expuestos a repetir esa situación.
Nutrientes y alimentos que ayudan a retrasar la aparición de canas
Marta Hermosín, especialista española en nutrición y dermocosmética, difundió qué nutrientes previenen o retrasan el desarrollo de las canas y en qué tipos de alimentos podemos encontrarlos a diario:
- Vitaminas del grupo B: la B5, la B6 y la B12 serán fundamentales para el cuero cabelludo y el cabello mismo. Así, es fundamental buscar alimentos que sean ricos en este grupo de vitaminas, presentes en las proteínas, en concentrado de proteínas animales (carne de aves, huevo, pescado) o en legumbres (garbanzos, lentejas, etcétera).
- Vitamina D: está presente en alimentos como setas o champiñones.
- Calcio: lo encontramos en los productos lácteos.
- Vegetales: hojas y brotes verdes, como son las espinacas y el brócoli.
- El omega 3: los pescados azules (salmón, sardinas, boquerones, etc.) y la palta, entre otros.
- Alimentos ricos en hierro: las vísceras (especialmente el hígado).
- Cereales: la cebada y el trigo, determinantes para combatirlas.
- Alimentos antiinflamatorios: jengibre, alfalfa, romero, ajo y azafrán, entre otros.
- Minerales: zinc, selenio, manganeso, presentes en mariscos pequeños, como el camarón, berberechos, ostras, nueces de Brasil, avellanas, almendras, semillas de girasol y mostaza, cereales integrales y ananá.
A su vez, también es importante evitar alimentos procesados, hidratos de carbono de asimilación rápida, alimentos ricos en grasas saturadas y en azúcares, productos que no están correctamente conservados, tabaco, alcohol y aquellos alimentos que tienen muchos oxidantes.