En la segunda audiencia del juicio por el doble homicidio de los productores Oscar Martín Moreno y Oscar Orlando Moreno, ocurrido el 15 de enero de 2017 en Tafí del Valle, se expusieron dos puntos de vista completamente distintos de lo que sucedió durante el momento del crimen. Uno de ellos fue aportado por seis de los 14 efectivos policiales que están siendo juzgados luego de seis años de espera. Al otro lo brindó Adrián Alfonso Moya, un testigo presencial clave, que formaba parte de la querella hasta ayer, pero desistió de su convicción a último momento.
El primer punto de la jornada se basó en que cada uno de los imputados terminara de presentarse frente al tribunal integrado por los jueces Dante Ibáñez, Rafael Macoritto y Diego Lammoglia. Cuando llegó el turno de cada uno, algunos optaron por declarar, como fue en el caso de Carlos Manuel Albornoz, Pablo Maximiliano Luna y Edgar Jesús Sánchez; a diferencia de Julio César López, Sergio Daniel Mena y Mauricio Alejandro Rivero, que prefirieron que se incorporara por lectura las declaraciones que hicieron ante la fiscalía.
Todos los relatos fueron similares. Había un enfrentamiento donde estaban involucrados policías y civiles; golpes, gritos, varios móviles policiales y disparos. Además ubicaron al principal imputado, Dardo Romano, en la escena del crimen con un arma en la mano, pero no mencionaron que haya ejecutado disparos.
Albornoz y Luna contaron que estaban en su puesto de control cuando recibieron a través del radio policial un pedido de apoyo urgente porque había un oficial herido. Los efectivos dijeron que al llegar al lugar recibieron disparos que impactaron sobre el vehículo en el que se trasladaban y que observaron que el oficial José Antonio Martínez (sobreseído) estaba malherido y ensangrentado.
Además, Luna afirmó haber realizado un disparo al aire con el arma reglamentaria de Albornoz. “Un hombre que se bajó de la camioneta roja estaba disparando. Cuando vi el fogonazo me agaché, vi un arma en el suelo, reconocí que era la de mi compañero, la agarré y fui atrás de la camioneta. Mientras me resguardaba vi pasar a Dardo dando el alto de la Policía; escuché dos o tres disparos más, creía que ese hombre venía hacia mí entonces hice un disparo al aire”, explicó.
Finalmente los imputados dijeron que intervino Infantería y que la fiscalía de turno dispuso la aprehensión de todos.
Moya, por su parte, relató con la voz entrecortada y con conmoción todo lo ocurrido. El testigo situó el pleito en tres lugares:
Los incidentes comenzaron aproximadamente a las 19 en la cancha de San José, ubicada en Ojo de Agua, El Mollar. Cuando Moya terminó de jugar al fútbol su esposa le advirtió que la policía quería detener a Orlando y secuestrar su auto porque estaba “flojo de papeles”. Allí se generaron los primeros disturbios con un intercambio de golpes. El enfrentamiento continuó cerca de la Virgen de Guadalupe. Según explicó Moya, la familia Moreno fue a buscar los papeles del auto y cuando volvieron a Ojo de Agua se armó otra pelea, en la cual Oscar Moreno le quitó el arma reglamentaria a Juan Martín Olivera, arrancaron el auto y se fueron.
Aproximadamente a 100 metros del barrio San Cayetano, el testigo dijo que fueron interceptados por camionetas. “Me baje yo, se bajó Orlando y se bajó Oscar. Oscar se arrodilló, dijo “ya está”, apoyó el arma, levantó la mano como si se estuviera entregando y ahí Dardo disparó; no le dio tiempo para nada”, declaró.
El hombre dijo que en el lugar había alrededor de 30 personas y denunció que lo tuvieron arrodillado y esposado mientras lo golpeaban reiteradamente. “Hice como si fuera que tenía convulsiones porque pensé que en ese momento nos iban a matar a todos. Recién cuando llegó Infantería me dejaron de golpear”, indicó. (Producción Periodística: Micaela Pinna Otero)