Massa y Milei aprovecharon las réplicas para desdibujar a Bullrich

El primer debate presidencial dejó todo tipo de material para el análisis: frases, memes, gestos, chicanas y sobre todo las intencionalidades que tuvieron los candidatos con sus exposiciones y cruces con sus adversarios. En menos de una semana, los cincos aspirantes a suceder a Alberto Fernández en la Casa Rosada volverán a verse las caras, pero esta vez en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA).

En relación a lo sucedido el último domingo en la vecina provincia de Santiago del Estero, los analistas coinciden en que no resulta sencillo identificar al o la dirigente que haya resaltado de sobremanera sobre el resto. Pero, si identifican a quienes han sido más hábiles para capitalizar algunas discusiones y lograr meterse en el debate público.

En relación a esto, la politóloga Alexandra Morales, destacó que la candidata del Frente de Izquierda y de Trabajadores-Unidad (FIT), Myriam Bregman, supo aprovechar la instancia del debate para intentar romper el escenario de tercios, generado por La Libertad Avanza (LLA), Unión por la Patria (UxP) y Juntos por el Cambio (JxC), “enfrentando a sus contrincantes y respondiendo con altura los embates”.

Por su parte, el analista político Carlos Fara sostuvo que los candidatos y las candidatas participaron del debate con un “discurso previsible” y en la misma línea de sus spots de campaña. “Ninguno sacó un conejo de la galera”, agregó en diálogo con LA GACETA.

Invisibilizada

En la edición de este año, la organización del debate le otorgó a los representantes de las distintas fuerzas electorales la posibilidad de usar un derecho a réplica en caso de sentirse aludido por otro competidor en el transcurso de los tres ejes temáticos propuestos. Cada candidato contó en Santiago del Estero con cinco oportunidades para solicitar la palabra y expresarse durante 45 segundos. En la UBA, el esquema volverá a repetirse.

En el primer debate, Sergio Massa (UxP) y Javier Milei (LLA) acapararon sus derechos a réplica en medio del eje económico. De esta manera, los líderes del oficialismo y la oposición buscaron diferenciar sus modelos y las políticas que pretenden implementar para corregir el rumbo de la economía nacional.

Para Morales, esta conducta no fue azarosa porque así ambos lograron “diferenciarse y polarizar”. “Dejaron en claro que las diferencias entre ellos son a partir de sus modelos e invisibilizaron a Bullrich. Incluso, cuando ella los mencionó, ellos no respondieron. En ese segmento vimos una posible campaña de balotaje entre ellos dos”, postuló la directora de la consultora Meraki. Además, la politóloga destacó que estas réplicas aportaron algo distinto a un debate estructurado donde se vio más candidatos guionados que genuinos y apelando a su retórica.

Para Fara, “la sociedad táctica” entre Massa y Milei sirvió para establecer un debate entre ellos y “licuar a Bullrich”. “Obviamente ellos juegan al blanco-negro, mientras que Bullrich debe poder dividirse para criticar a Milei y hacer lo mismo con Massa. Y me parece que en ese punto algo de eso se diluyó”, destacó. El analista también consideró que en el primer eje temático, los candidatos hicieron un uso excesivo de las réplicas y eso puede haber generado confusión en el público. “Creo que quizás deberían limitar las réplicas por temas, de manera que los otros temas no se queden sin la posibilidad de las réplicas y así enriquecer el debate”, detalló.

Escenario futuro

El próximo domingo cuando los cinco candidatos presidenciales vuelvan a cruzarse las caras discutirán sobre tres temas claves: Seguridad, Trabajo y producción y Desarrollo humano, vivienda y protección del ambiente.

En relación a lo que pueda suceder ese día, Alexandra Morales reveló a este medio que quizás allí pueda verse a una Patricia Bullrich “con nueva estrategia” para saber aprovechar temas afines a ella para intentar capitalizar el debate. “A lo mejor también se vean conductas más genuinas y con declaraciones más resonantes. Una de las ideas que dejó el primer debate fue la estrategia de Massa de plantear un gobierno de consenso a partir de la unidad nacional. Con eso busca sumar algunos votos radicales, entendiendo que JxC puede romperse en caso de no llegar a una segunda vuelta. Massa está siendo estratégico en eso porque en toda la campaña los candidatos venían apuntando a sus propios seguidores. Y ahora, en su caso, sale a buscar nuevos votantes. Por su parte, en Milei vimos cambios porque se muestra moderado, sin gritar y tuvo una conducta reactiva al reconocer que Barrionuevo es casta, pero remarcó que aquellos que abracen las ideas liberales dejan de ser casta”, describió.

Para Fara, resultará también lógico evidenciar “una revisión de estrategias” en la próxima instancia de debate. “Milei sigue con la necesidad de ser cauteloso para no poner en riesgo lo logrado el 13 de agosto, y creo que ayer eso le funcionó bien. Bullrich y Massa son los que tienen que arriesgar más. A los dos les faltó sacar el conejo de la galera. Me parece que en ese sentido Massa tenía, obviamente, el riesgo de que lo corrieran mucho con el tema económico y el tema corrupción por lo sucedido con Martín Insaurralde o el ‘Caso Chocolate’, y me parece que de eso zafó. Con lo cual me parece que estuvo más propositivo, estuvo más astuto. Y Bullrich estuvo poco creativa para transmitir sus ideas”.