La senadora Lucila Crexell, de Juntos por el Cambio (JxC), fue determinante para que el oficialismo lograra aprobar el pliego de la jueza Ana María Figueroa, quien fue removida en sus funciones por la Corte Suprema de Justicia por haber cumplido la edad jubilatoria y no haber recibido el aval del Senado antes.
Las negociaciones que el interbloque oficialista llevó adelante en los últimos días con un sector de la oposición también rindieron sus frutos. El Frente de Todos alcanzó el quórum con sus 31 senadores; Magdalena Solari Quintana, del Frente Renovador de Misiones; Alberto Wretilneck, de Juntos Somos Río Negro; y Clara Vega, de Hay Futuro-La Rioja. También bajaron al recinto cuatro integrantes de la bancada Unidad Federal: Guillermo Snopek, Carlos Espínola, María Eugenia Catalfamo y Edgardo Kueider.
Así, el pliego de la jueza terminó en empate: 35 a 35. La presidenta provisional de la Cámara Alta, la santiagueña Claudia Ledesma Abdala de Zamora, tuvo que desempatar de manera favorable.
Pero en JxC se reprocharon que, en caso de que todos sus legisladores y aliados hubieran estado presentes, el pliego no se habría aprobado. La senadora neuquina, que llegó al Senado en 2013 de la mano del Movimiento Popular Neuquino (MPN), se encuentra de viaje en el exterior.
Los 35 votos negativos fueron de JxC, de la cordobesa Alejandra Vigo, que responde al gobernador Juan Schiaretti, y de dos exaliados del kirchnerismo: Alberto Weretilneck, gobernador electo de Río Negro, y Carlos “Camau” Espínola, exintendente de la ciudad de Corrientes y secretario de Deportes en el último año del Gobierno de Cristina Kirchner.
El Gobierno tenía los votos para aprobar el pliego, luego de haber conseguido el quorum. También contaba con Magdalena Solari Quintana, del Frente Renovador de la Concordia de Misiones, aliada del kirchnerismo, pero se levantó antes de la votación. Según versiones, podría haber sido a propósito para exponer a Crexell.
La aprobación de este pliego era un deseo de la vicepresidenta Cristina Kirchner. Intentó lograr el apoyo del Senado en varias oportunidades, antes de que la jueza haya cumplido los 75 años, pero no lo consiguió. “Creo que es el poder económico el que no quiere a Figueroa como jueza. No creo que sea la Corte, porque la Corte también se rinde al poder económico”, afirmó la legisladores oficialista Juliana Di Tullio. Sin embargo, la Corte Suprema declaró que Figueroa había dejado de ser jueza porque había cumplido la edad límite que establece la Constitución Nacional para el pase a retiro de los magistrados si no obtienen un nuevo acuerdo del Senado para seguir en el cargo por otros cinco años. En este caso, lo del kirchnerismo fue un abierto desafío a la Corte, ya que el acuerdo fue conseguido luego de que la jueza cumpliera la edad límite.
Al momento que el máximo tribunal tomó su decisión, la jueza debía votar en dos causas que involucraban a Cristina Kirchner y que en fallos de primera instancia habían sido cerradas. Se trata de los expedientes Hotesur-Los Sauces, en donde la vicepresidenta está investigada junto a su hijo Máximo por lavado de dinero proveniente de la corrupción a través de los hoteles familiares, y la firma del Memorándum con Irán. Una semana atrás, con Figueroa pasada a retiro por la Corte, sus colegas de la Sala I de la Casación decidieron que ambos casos debían reabrirse y ventilarse en juicio oral.
¿Qué dijo la senadora neuquina?
En su cuenta de X (exTwitter), Crexell se defendió y dijo que estuvo en Bonn, al oeste de Alemania, “como panelista en una actividad internacional sobre energías renovables”. “Ni de vacaciones, ni escondiéndome. Representando a la Argentina en foros internacionales, y pagándolo con fondos propios”, sostuvo la senadora y adjuntó imágenes que publicó el martes en la misma red social la Agencia Internacional de Energías Renovables en las que se la ve a ella hablando en el panel.
“El kirchnerismo, en una de sus típicas maniobras, convocó de forma intempestiva a una sesión cuya verdadera finalidad fue tratar la situación judicial de Cristina. La convocatoria se hizo el día anterior a la sesión, resultándome imposible regresar a tiempo”, remarcó la senadora.