Un increíble hallazgo en la Antártida generó mucha sorpresa en los zoólogos de la Universidad de Carolina del Norte, Estados Unidos. Ante el derretimiento de la nieve y el hielo, los investigadores descubrieron un cementerio de pingüinos en varios estados de descomposición.
Según señala un artículo publicado por la Sociedad Geológica de Estados Unidos, el investigador Steven Emslie encontró este cementerio en 2020 en un cabo rocoso ubicado al sur de Drygalski Ice Tongue en la costa de Scott, Mar de Ross. En el hallazgo se pudo observar restos tanto antiguos como recientes de pingüinos, en su mayoría polluelos, que con frecuencia mueren y se acumulan en estas colonias.
Un descubrimiento que desconcertó a los geólogos
Los restos fueron desconcertantes porque no hay registros de una colonia de pingüinos activa en este sitio desde que los primeros exploradores (Robert Falcon Scott) en 1901-1903 llegaron al Mar de Ross.
Además de los pequeños cuerpos que parecían recién muertos juntos a otros más antiguos, también se hallaron montículos de guijarros que las aves usan para anidar, así como guano, lo que parecen ser signos de que una colonia de pingüinos habitó la zona en algún momento.
Los análisis informados en el artículo reciente de Emslie publicado en Geology indican al menos tres períodos de ocupación del cabo por la cría de pingüinos, y el último finalizó hace unos 800 años.
Cuando terminó esa ocupación, ya sea debido al aumento de la capa de nieve sobre el cabo u otros factores (la Pequeña Edad de Hielo también estaba comenzando en ese momento), los restos "frescos" en la superficie se cubrieron de nieve y hielo y se conservaron intactos hasta la reciente exposición de deshielo. El período más antiguo es de hace unos 5.000 años.
El calentamiento global ha aumentado la temperatura anual en el Mar de Ross en 1,5 a 2,0°C desde la década de 1980, y las imágenes de satélite de la última década muestran que la capa emerge gradualmente de debajo de la nieve.