Productores venden vacas útiles y evalúan cerrar sus tambos

Con la actual crisis que sufren los tambos en el país, los productores están vendiendo vacas útiles y muchos evalúan cerrar sus establecimientos. Así lo indicaron miembros de la entidad Coninagro, luego de que se conociera la carta de nueve entidades representativas de productores e industrias del sector lácteo, enviada al ministro de Economía, Sergio Massa, que alertaba sobre la situación terminal que atraviesa este segmento.

La misiva se hizo pública en la previa de la reunión del próximo miércoles entre el titular de la cartera económica nacional, el gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, el secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Juan José Bahillo; referentes de las provincias lecheras, productores e industriales.

La reunión se realizaría en la localidad de Pilar con la expectativa que se puedan conocer algunos anuncios, más allá del pago de las compensaciones previstas en el marco del Programa Impulso Tambero 2.

Con respeto a las nuevas medidas, el presidente de Coninagro, Elbio Laucirica, pidió que las posibles acciones sean pensadas en función del productor y su desarrollo, porque desde su punto de vista, los tamberos no se vieron beneficiados por los programas implementados.

Laucirica dio como ejemplo las diferentes etapas del “dólar soja”, que están perjudicando totalmente a la lechería, un sector que además acarrea trastornos productivos por la seca y padece la falta de políticas económicas.

“Nuestros productores lecheros venden en pesos, pero pagan sus insumos en dólares. La vaca consume suplementos y demanda alimentos que están compuestos en gran parte por subproductos de la soja, y esta aumenta en dólares, trasladándose el problema a los tamberos”, ejemplificó Laucirica.

El referente de Lecheria de Coninagro, Javier De la Peña, calificó a la situación de límite e indicó que “el litro de leche que percibe el productor está por el piso y los costos que debemos afrontar están por las nubes”.

El referente lechero de Coninagro hizo foco en el daño que generaron los tipos de cambio diferenciales para la soja y el maíz, que incidieron en los costos de alimentación de las vacas. Afirmó que los programas Impulso Tambero aportaron una escasa ayuda.

“La falta de criterio y el desconocimiento que se tiene desde el Gobierno nacional es notoria sobre un sector, que es el mayor proveedor de trabajos rurales y desarrollador de la zona que rodea a las cuencas lecheras. El ‘dólar soja’ fue el primer impacto en el costo de los arrendamientos, cuando el 50% de la superficie que utiliza los tambos es alquilado y tiene que competir con la agricultura”, dijeron en la entidad.