Copa Mundial de Rugby: a Argentina le alcanzó para lo urgente y nada más

Copa Mundial de Rugby: a Argentina le alcanzó para lo urgente y nada más

Los Pumas cumplieron el objetivo prioritario de ganarle a Samoa (19-10) para seguir con chances de clasificarse, pero volvieron a dejar una imagen poco convincente.

Copa Mundial de Rugby: a Argentina le alcanzó para lo urgente y nada más REUTERS

Era una final (aunque fuera una entre comillas) y como tal había que ganarla. ¿Se ganó? Sí, 19-10. ¿Se jugó mejor que en el partido anterior? También, pero sólo porque peor no se podía. Y porque Samoa no es Inglaterra. ¿Alcanza con eso para sostener la ilusión de hacer un gran Mundial? Definitivamente no. Los Pumas son mucho mejores que esto que hemos visto en estos dos primeros partidos, pero al final de cuentas lo relevante es lo que se hace en la cancha y no lo que se es capaz de hacer. Hasta aquí, el saldo es insuficiente.

Esa brecha de 13 días entre el primer y el segundo partido parecía una eternidad para un plantel que se había quedado con la sangre en el ojo tras el debut, por la forma en que había perdido más que por la derrota en sí. Por eso, buena parte del trabajo de recuperación estuvo enfocado en la parte mental, en apuntalar la confianza, un aspecto fundamental que puede impulsar o conspirar contra el juego.

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El problema es que, a pesar de que hubo tiempo de sobra para preparar el partido, Los Pumas volvieron a dejar una imagen decolorida, como si fuesen un equipo en construcción más que uno afinado para un Mundial. De no ser porque enfrentaban a un rival voluntarioso pero a la vez limitado como Samoa, lo más probable es que hubieran sufrido un nuevo revés que los hubiera dejado prácticamente eliminados en primera fase de un Mundial al que llegaban como candidatos a clasificarse como ganadores de su grupo.

Un factor mitigante fue la persistente lluvia que enjabonó la pelota y contribuyó a las imprecisiones en el manejo y al desorden ambos lados, algo que favorecía más al estilo de juego samoano que al de Los Pumas. Las intenciones de abrir la pelota terminaban casi siempre en un knock-on, en una captura fallida o en pases defectuosos.

El try de Emiliano Boffelli fue una recompensa a la ambición de protagonismo que habían mostrado Los Pumas desde el comienzo, pero de a poco se fue desdibujando todo otra vez, como hace dos semanas. El equipo argentino cayó en una previsibilidad de la que sus conductores, Gonzalo Bertranou y Santiago Carreras, no lograron sacarlo. Ni con patadas al cajón, ni con algún kick que buscara romper las estructuras y sorprender a una defensa que, previsiblemente, estaba bien plantada para el contacto.

En el caso de Bertranou, su capacidad está harto probada, pero hoy no está en su mejor nivel; en el caso de Carreras, es un jugador virtuoso ubicado en un puesto que no es el suyo. Se entiende la decisión de querer brindarle confianza, porque a veces lo hizo bien, pero en este nivel eso no alcanza. Se necesita un apertura en sentido estricto, alguien con una lectura de juego mayor a la del cordobés, que sin dudas podría explotar como wing o como fullback. A partir de ahora, el 10 titular debería ser Nicolás Sánchez, que finalmente pudo debutar en su cuarta y última Copa del Mundo tras no haber sido incluido entre los convocados contra Inglaterra.

Que quede claro que esto no es una declaración de tucumanidad: Sánchez es el único apertura de oficio que decidió llevar el staff a Francia (Tomás Albornoz no pasó el corte final) y debería ser el 10 titular en los partidos contra Chile y Japón. A "Cachorro" le hace falta continuidad para ganar sintonía y recuperar su mejor nivel. No por nada es el goleador histórico. Además, en partidos candentes la experiencia pesa mucho, y el tucumano tiene 99 partidos con Los Pumas de respaldo.

Más allá del triunfo, necesario para sostener las chances de clasificación a cuartos de final, lo de hoy dejó sabor a oportunidad perdida. Porque jugando normal -no un partidazo- a Los Pumas les hubiese bastado para sacar una diferencia de no menos de 20 puntos sobre este Samoa. Esta actuación, en cambio, no despeja las dudas que dejó el debut.

El sábado que viene tocará enfrentar a Chile en Nantes. Los Cóndores tienen plena conciencia de que a este, su primer Mundial, vinieron a perder todos sus partidos. Su objetivo es curtirse, ganar experiencia. Para Los Pumas será la oportunidad de rotar jugadores y de golear para recuperar la confianza. La necesitan, porque sabemos que rugby tienen de sobra.

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