Por Marcelo Androetto
21 Septiembre 2023
Foto, Twitter, Atlético Tucumán
Por Marcelo Androetto, especial para LA GACETA
La dupla parecía tener la fórmula. La única vez que Sergio Gómez y Favio Orsi habían ocupado el banco visitante del Monumental, como técnicos de Godoy Cruz, se habían retirado con una victoria 2-0 por la Liga 2022.
Y anoche, como conductores de Atlético, estuvieron a apenas un par de minutos de llevarse un empate a cero del mismo escenario, que hubiera quedado en los libros como el fin de una seguidilla histórica de victorias como local de River.
Se sabía, una de las dos rachas se cortaría en la noche de Núñez. O los 10 partidos sin perder de Atlético (los últimos nueve con la dupla) o el hito notable de 17 triunfos consecutivos de River en el Monumental, 13 de ellos por el torneo local, un récord mundial según estadígrafos (el Manchester City había conseguido 12 al hilo).
Y para sostener cualquiera de ambas rachas el fixture no les proveyó a ambos contendientes de un desafío fácil. Al “decano”, porque visitar a uno de los grandes del fútbol argentino nunca es cómodo, implica una máxima exigencia. Y al “Millonario” tampoco, porque en los recientes años Atlético se ha transformado en un hueso durísimo de roer, y no sólo en Tucumán.
En verdad, en el Monumental la última victoria de River sobre el “deca” se remontaba a mayo de 2019, esa goleada 4-1 que supo a derrota para el anfitrión porque pese a su gran actuación quedó eliminado de ese “mata-mata” por la Copa de la Superliga que se había inaugurado con el histórico 3-0 para Atlético en el José Fierro.
Y después de aquella noche de otoño sobrevino una seguidilla de empates que por un motivo u otro siempre dejaron un regusto amargo para los de Núñez, excepción hecha de los 16avos. de la Copa Argentina 2020 en que se impuso 2-1 el conjunto dirigido por entonces por Marcelo Gallardo. En la Superliga 19/20, al inicio de la pandemia, el “Decano” ganó los puntos por no presentarse su rival.
“Es un partido muy complejo, más por el momento que está atravesando el equipo. Y además los tucumanos siempre nos complican”, había dicho a LA GACETA Valentino Robles, un estudiante de locución que tiene como foto de perfil en sus redes sociales el dorsal de “Juanfer” Quintero con la “Banda Roja” y el número 10.
José Fentini había llegado temprano al estadio porque pidió salir una hora antes de su trabajo. Y también aportó su mirada: “Del resultado de hoy, más el del domingo ante Banfield depende mucho cómo llegará el equipo al superclásico. Y para Demichelis estos tres partidos son una prueba de fuego”.
Es que River fue un cabildo abierto en las últimas semanas. Las sucesivas eliminaciones en Copa Argentina y –sobre todo- en Copa Libertadores y las posteriores filtraciones de las charlas en off del DT con un grupo “selecto” de periodistas dejaron consecuencias dentro y fuera del vestuario.
El agónico cabezazo de Salomón Rondón, que dejó a Atlético con las manos vacías, finalmente aplacó las pasiones de un Monumental a punto de irse a dormir con la frente marchita.
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