San Martín de Tucumán saldó una vieja deuda y el horizonte quedó despejado

San Martín de Tucumán saldó una vieja deuda y el horizonte quedó despejado

Al "santo" le reclamaban que debía ganar un duelo clave. Lo hizo en Paraná y ahora depende de sí mismo.

San Martín de Tucumán saldó una vieja deuda y el horizonte quedó despejado FOTO DE JAVIER ESCOBAR / ESPECIAL PARA LA GACETA

Aguantar y golpear en el momento justo es una estrategia tan válida como vieja en el fútbol. Así, los juegos decisivos se convierten en una gran prueba de carácter para cualquier equipo; justamente lo que hasta el domingo era una cuenta pendiente para San Martín.

A lo largo del torneo, los dirigidos por Pablo Frontini habían dejado escapar tres chances de oro que les hubiera permitido recortar distancia con los de arriba, nivelarlos e incluso superarlos. Por ese motivo, el “santo” solamente fue puntero temporalmente en la primera fecha gracias al triunfo en Río Cuarto.

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La primera posibilidad desperdiciada se dio en la fecha 18. Frontini llegaba con el 100% de efectividad producto de tres victorias en fila (Patronato, Güemes y Deportivo Morón). No obstante, la derrota con Almirante Brown rompía las ilusiones del “santo” de igualar la línea del puntero de ese momento (Agropecuario) que en esa jornada había perdido con Gimnasia de Mendoza.

Pasaron dos fechas y el “santo” volvió a tener una nueva prueba de fuego. Era el momento de hacer valer la localía, contra Estudiantes de Río Cuarto. El santo” llegaba tercero y pretendía no perder pisada al “sojero” que seguía como líder. Sin embargo, el empate ante su gente volvió a dejar un sabor insulso en La Ciudadela. Y en cancha de Temperley volvió a fallar en un momento cumbre. La derrota no sólo le impidió acercarse a la cima, sino que los mezcló en el pelotón de equipos que venían peleando el ingreso al Reducido.

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La última oportunidad perdida fue dos fechas atrás contra Alvarado. Almirante quedaba libre y era el momento para que San Martín pudiera acortar distancias. No hubo caso.

Por eso la victoria sobre Patronato cobró tanta notoriedad. Agropecuario había empatado el viernes contra San Martín de San Juan y Almirante había flaqueado como local ante el “león del imperio”. El “santo” estaba obligado a poner las cartas sobre la mesa; pero sobre todo a mostrar su temple.

San Martín lo hizo y saldó una gran deuda pendiente. Así, aprobó su primer examen de cara al sprint final y logró lo que hace unas semanas parecía impensado: depender de sí mismo.

El equipo tucumano se asegurará el primer puesto sin depender de terceros, ganando los cuatro partidos que le quedan por delante. El sábado recibirá a Güemes (lucha por llegar al Reducido); luego visitará a Deportivo Morón (está cuarto), recibirá al hoy líder Almirante y cerrará la fase regular en el Bajo Belgrano contra a Defensores de Belgrano.

La “fragata” es el apuntado a sobrepasar por los dirigidos por Frontini. En la fecha que viene visitará a All Boys que no pelea por nada (aunque hay cierta rivalidad entre ambos equipos) y luego tendrá tres juegos “picantes”: el clásico contra Nueva Chicago, la visita a La Ciudadela y el choque con Temperley que sigue peleando los primeros puestos.

Agropecuario, en tanto, tiene un fixture con rivales de menor fuste. Primero, recibirá a Flandria  –hoy estaría descendiendo-; luego enfrentará a Alvarado en Mar del Plata, que prácticamente no pelea por nada; recibirá a Gimnasia de Mendoza y cerrará su participación en Paraná contra Patronato.

Mientras que Deportivo Morón tendrá que enfrentar rivales con objetivos contrapuestos: visitará al “torito”, en el clásico, recibirá al “santo” y jugará como visitante ante Temperley y cerrará contra San Telmo que está peleando el descenso.

El sprint final será apasionante y obligará al “santo” no cometer ningún error. La victoria en Paraná lo dejó en una situación que parece ser inmejorable y debe aprovecharlo.

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