Polémica por Uber: TaxiAr, la única aplicación legal en la provincia

En medio de la polémica por la derogación de la Ley 9352, de Regulación del Servicio de Transporte Privado a través de Plataformas Electrónicas -que deja en situación de ilegalidad a aplicaciones como Uber y Cabify-, hay otra app que se sostiene en la formalidad: TaxiAr. ¿A qué se debe esto? Surgida en 2017, la empresa funciona, mediante una aplicación móvil, como una intermediaria entre los usuarios que requieren un taxi, y los propios taxistas. Pese a tener su plataforma, TaxiAr no es técnicamente sólo una plataforma, y es por eso que la derogación de la ley no la afecta directamente.

Lautaro Méndez, gerente de TaxiAr, explicó a LA GACETA que la empresa está registrada legalmente como una empresa de radiotaxi. “En vez de pasar el pedido por radio, lo pasamos por aplicación, pero somos una empresa habilitados como empresa de radiotaxi, porque no hay legislación que habilite como empresa digital. Por eso trabajamos dentro de la legalidad. Hicimos todo el proceso de habilitación municipal”, señaló Méndez.

Claro, para cumplir con la habilitación, TaxiAr tuvo que cumplir con algunos requisitos legales. Por un lado, como empresa en sí; “hay que tener oficinas radicadas en la provincia; estar registrados en Rentas de la provincia; pagar publicidad y propaganda, TEM y CISI; tener un número de reclamos”, enumeró Méndez.

Por otra parte, al ser taxis efectivamente habilitados como tales los conductores que utilizan la aplicación, estos tienen que cumplir también con todos los pedidos de la municipalidad de San Miguel de Tucumán. “Le tenemos que exigir al taxista todo lo que exige el Sutrappa para trabajar”, resumió Méndez, que aseguró que son aproximadamente 600 las familias que dependen directamente de la empresa, y 3000 de manera indirecta.

Entonces, la diferencia principal entre TaxiAr y Uber o Cabify es que la primera no es técnicamente una plataforma electrónica, sino una empresa de radiotaxi, con un espacio físico en Tucumán, y que cumple con las regulaciones municipales, que utiliza una aplicación móvil para conectar a los taxistas con los usuarios. Por su parte, tanto Uber como Cabify son plataformas que no están registradas ni en Afip ni en Rentas, ni tienen oficinas en la provincia (ni siquiera en el país), y por eso no tienen una legislación.