En medio del gris de una tarde fría, hay algo que llama la atención a la distancia. En verde agua, en rosa, en marrón... Se ven como pequeños cuadrados de colores, algunos más modernos y otros más pasteles, “vintage” si se quiere. Al acercarte más, parecen ser carteras. Y, en efecto, lo son. Pero no son las típicas carteras de cuero; están hechas de madera. Sí, así como leíste: son de diseño y sustentables.
Es que en la Expo Tucumán, además de una marcada propuesta agrícola y ganadera, los artesanos y emprendedores tienen un lugar. Y hay de todo tipo: hay textiles, de librería, de cuero, de productos naturales, de impresión 3D... Sí, es cierto, la oferta de esta clase es menor que otros años, pero la calidad ha aumentado. Y eso demuestran los participantes. Adrián Feliciano (@efe.laser en Instagram) es cordobés y está asentado en Tucumán. Hace algunos meses comenzó con un desafío: su propio emprendimiento, con el que produce carteras a mano. “La idea salió porque quería hacer algo distinto y darle forma. Un día estaba con mi novia, y viendo en Pinterest encontré algo similar y le dije ‘mirá que lindas estas carteras’. Así empecé a diseñar las primeras; obviamente, todo fue gastar material hasta que encontré la formula, después de unos meses”, cuenta a LA GACETA el joven, que además es diseñador de interiores.
Esta es su primera vez participando en la Expo Tucumán. “Esta es una vidriera muy linda -reflexiona-; para estos eventos uno siempre se prepara con la mejor, tratando de mostrar a la gente que hay otra variedad de productos y, quizá al mismo precio. A eso apunto: a que esto, que es un producto exclusivo, pueda ser delicado y a la vez accesible para el cliente”.
Sus carteras -cuenta- son hechas en MDF. Es un tipo de placa producida con madera reconstituida, que se obtiene descomponiendo residuos de madera. “Todo el mundo siempre opta por el cuero ecológico, que tiene una vida útil corta. Esto es madera y sí, es un poco más frágil, y no podrías tirarla en cualquier lado como a una cartera común, pero si la cuidás dura mucho más, y es reciclable. Traté de hacer un producto ecológico”, comenta.
El proceso -sigue- dura varios días. Primero corta la madera y luego las pinta. “Eso puede llevarme tres o cuatro días, porque no es cualquier pintura; algunas tienen pintura epoxi y otras pinturas de auto (poliuretano), para que se puedan lavar o lustrar sin problema. Lo que sigue es el corte de las telas; cada una de las carteras está forrada por dentro, como esas marcas lujosas”.
Las carteras tienen una forma bastante peculiar. “Me gusta esto de jugar un poco con las formas; las tendencias muestran en 2024 se van a empezar a usar más las formas geométricas, así que el siguiente paso es tratar de hacerlas en rectángulos o cuadrados, pero siguiendo la misma base”, adelanta.