Horóscopo: cuál es el karma de cada signo del zodíaco

Horóscopo: cuál es el karma de cada signo del zodíaco

Cuando hablamos de karma, centramos los conocimientos en lecciones que debemos superar ya que representan nuestra Misión de Vida.

Horóscopo: cuál es el karma de cada signo del zodíaco Horóscopo: cuál es el karma de cada signo del zodíaco Clarín
12 Septiembre 2023

Para la astrología, en qué lugar se encuentran los planetas a la hora que nacemos determina nuestro signo. Y esto, al mismo tiempo, aporta información sobre nuestra personalidad y el karma que deberemos afrontar (y enfrentar) en esta vida. Cada signo del horóscopo tiene el suyo.

Cuando hablamos de karma, centramos los conocimientos en lecciones que deberemos superar ya que representan nuestra Misión de Vida. Ocurre que de vidas pasadas traemos acciones y pensamientos como carga energética que trascienden y nos forman en nuestro presente. Así sea de forma positiva o negativa en esta encarnación, las cargamos, las poseemos, las vivimos.

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La astrología de Vidas Pasadas o Astrología Kármica descubre estos aspectos negativos y ayuda a potenciar a los que no lo son y, en cambio, nos ayudan a evolucionar.

Este es un camino que, definitivamente, aporta a nuestro desarrollo personal y nos suma autoconocimiento para poder evolucionar en lo espiritual, algo sucede al ser conscientes de los karmas que debemos trabajar y liberar.

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Horóscopo: cuál es tu karma, según tu signo del zodíaco

Aries. Tu karma es la impulsividad y el enojo. Sí, es cierto que es un enojo que dura lo mismo que una nubecita de agua, pero mientras efervesce se lleva todo a su paso, y las consecuencias pueden ser muy negativas. Además, a veces lo que decidís sin pensarlo tanto no es lo que hubieses elegido si lo hubieras reflexionado mejor.

Consejo: respirar hondo y contar hasta diez.

Tauro. Tu karma es recostarte demasiado en el confort y la comodidad de lo conocido. Obviamente, una vida sin placeres físicos no vale la pena, pero a veces lo que nos incomoda es lo que nos mueve a buscar algo mejor y a crecer. La fiaca es una buena amiga… por momentos. Otras veces, recubre miedos.

Consejo: atreverte a explorar nuevos rumbos, aunque sea de a poquito.

Géminis. Tu karma es no focalizar por mucho tiempo, saltar de tema en tema y armar un recorrido mental que para vos tiene perfecto sentido pero, a veces, hace que el que te escucha se pierda a mitad de camino. Esta ligereza es muy útil para escribir ensayos, pero no tanto para vincularte.

Consejo: te vas a comunicar mejor si le tiempo a la otra persona para que te siga el ritmo (y, también, si la escuchás con intención).

Cáncer. Tu karma es idealizar y añorar el pasado. La nostalgia es algo hermoso que visitar cada tanto, pero no es un estado óptimo para vivir día a día. Además, muchas veces podés perder la verdadera dimensión de lo sucedido por estar mirándolo con el cristal rosa del recuerdo.

Consejo: ser un poquito más práctica e intentar conectarte con el aquí y ahora a través de prácticas como el mindfulness, por ejemplo.

Leo. Tu karma es la búsqueda del juego y la diversión constantes. Obviamente, si es divertido es mucho mejor y más transitable, pero a veces nos toca una realidad en la que no hay tanto espacio para lo creativo. No pasa nada si no le caés tan bien a alguien o si no te siguen el tren.

Consejo: usar tu capacidad de liderazgo nata para que todos puedan expresarse.

Virgo. Tu karma es sobre analizar y sobre racionalizar situaciones en búsqueda del control. Cuanto más lo pensás, más sentido tiene y más en dominio estás, ¿no? A veces. Pero también podés caer en la hipervigilancia y la incapacidad de relajarte y de fluir.

Consejo: acordarte de que, por más vueltas que le des a un asunto, hay leyes que escapan a vos y no podés modificarlas. Y que la paz mental no tiene precio.

Libra. Tu karma es la eterna duda. Con la intención de escuchar siempre las dos campanas y de no ser injusta, terminás en un vaivén sin fin y, a veces, hasta te podés olvidar de cuál era tu postura genuina sobre una cuestión.

Consejo: la autodeterminación y la actitud “aquí estoy yo” no te harían enemiga de la conciliación ni del equilibrio.

Escorpio. Tu karma es la intensidad, el todo o nada, el eterno estado de movilización emocional. Obvio que vivir así te hace sentir (y disfrutar) al máximo, pero también te hace sufrir innecesariamente y, además, es súper desgastante a lo largo del tiempo.

Consejo: en la vida hay grises y matices, y fijarte en ellos no es una señal de debilidad sino que, por el contrario, puede hacerte más sabia y fuerte.

Sagitario. Tu karma es la negación de lo displacentero o desagradable. En tren de disfrutar de la vida, a veces caés en ignorar o subestimar los riesgos, o en sesgar convenientemente las situaciones según lo que a vos te gustaría y no a lo que es.

Consejo: adoptar una dosis de realidad, pensamiento objetivo y después a seguir en la tuya si así lo deseás, pero al menos conociendo la verdadera dimensión de las cosas.

Capricornio. Tu karma es la rigidez. La estructura le da sentido a tu vida y te permite ser eficiente y concretar tus ambiciosos objetivos, pero también funciona como un traje de hierro, demasiado pesado y contracturante. No es que tengas que dejar todo a un lado y vivir sin normas, pero sí hacerle lugar a la flexibilidad.

Consejo: los ejercicios de elongación te ayudan a aflojar el cuerpo y desde allí, la mente.

Acuario. Tu karma es sentirte incomprendida. Y no solo sentirte, también serlo. Un poco extraterrestre, un poco rebelde sin causa y otro poco con, a veces no llegás a congeniar con los demás porque se sienten amenazados por la corriente libre y sin presupuestos que te lleva.

Consejo: tener en cuenta que la libertad que amás implica aceptar la diversidad.

Piscis. Tu karma es sentir tanto que te perdés en el otro o en la situación. Como el agua, que adopta la forma del recipiente que la contiene, un día podés ser un laguito, otro una vasija y otro una fuente. Sensible e intuitiva, también sos muy vulnerable a que te lastimen.

Consejo: aprender a poner límites sanos tanto en tus relaciones como en tus rutinas y en tu vida cotidiana, para preservar lo maravilloso que tenés.

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