Rituales: para qué sirve guardar una hoja de laurel en la billetera

La hoja de laurel, además de ser conocida por sus propiedades medicinales, es una planta que representa la prosperidad y la gloria. Por eso, expertos del ámbito esotérico recomiendan desde hace siglos utilizar sus hojas para atraer abundancia.

Su nombre científico es Laureus nobilis, aunque su nombre más popular sea laurel o lauro, que es el arbusto de la familia de las lauráceas. Entre todos los miles de variantes que existen en el mundo hay dos especialmente conocidas: la turca (con hojas de forma ovalada) y la californiana (con las hojas más largas y estrechas). Se cree que el género agrupa a más de 25.000 especies distribuidas en todo el mundo.

El principal uso del laureles en la cocina porque aporta minerales y vitaminas beneficiosas para nuestra salud. Sin embargo, tomar laurel en forma de infusión y en ayunas, por ejemplo, tiene múltiples beneficos. Alivia la hinchazón, mejora el aspecto de la piel y la actividad digestiva, además de disminuir la ansiedad. Ni hablar de su poder energético tan promovido por el Feng Shui.

Qué significa colocar una hoja de laurel en la billetera

En luna nueva es el momento ideal para intencionar la buena fortuna y el dinero que estás dispuesta a recibir. Para eso, es aconsejable tomarse un momento para elegir una hoja de laurel (ya sea del jardín si tenés un arbusto o de una herboristería) y luego la colocarla en la billetera.

Un dato a tener en cuenta: en el universo esotérico se dice que la billetera nunca debe estar totalmente vacía, aunque sea debe tener un billete sin importar de cuánto sea su valor. Y ahora también, junto a éste, una hoja de laurel.

La intención y la fe con la que se realice el ritual es fundamental para su posterior manifestación. Y algo más y para nada menor es que los tiempos del universo no son los tiempos de tu mente, ni de tu ego ni tu deseo.

Confiar en los flujos de energía que maneja el universo puede resultar difícil, desafiante e incluso frustrante, pero el camino es por ahí. Por supuesto que cada persona lo vivencia a su manera, y así es como debe ser.