Básquet: Alemania-Serbia, la final inesperada

Estados Unidos no aprende la lección. Sigue pensando que un rejuntado de jugadores de la NBA alcanza para dominar el básquet FIBA, hipótesis que se desarma una y otra vez en la cancha. Volvió a sucederle en un Mundial, esta vez ante un rival que le ganó, justamente, con una fórmula netamente norteamericana: velocidad y potencia. Así juega Alemania, único invicto del torneo, y así accedió a la final en la que se medirá con Serbia. Chocarán mañana a las 9.40 en Filipinas (en la ciudad de Pásay), uno de los países que alberga la competencia junto a Indonesia y a Japón.

La semifinal fue un partidazo, definido por un doble (113-111) y con una descomunal actuación colectiva de los alemanes. Andreas Obst -jugador de Bayern Munich- fue la figura (24 puntos, 6/11 en tiros de campo; 6 asistencias), notablemente secundado por Franz Wagner (hombre de Orlando Magic, 22 puntos y 5 rebotes) y Daniel Theis (de Indiana Pacers, completó su planilla con 21 puntos y 7 rebotes). Por su parte, Dennis Schröder apareció en el momento clave del encuentro y quedó con 17 puntos y 9 asistencias. Por el lado de EEUU, equipo dirigido nada menos que por Steve Kerr, el mejor fue Anthony Edwards. La joven figura de Minnesota Timberwolves fue el máximo anotador con 23 puntos, además de aportar 8 rebotes.

Claro que los alemanes no la tendrán fácil en la gran final. Serbia neutralizó a Shai Gilgeous-Alexander y así dejó en el camino a Canadá en la semi, imponiéndose por 95-86. Pese a que llegaron al Mundial sin su megaestrella Nikola Jokic (campeón de la NBA con Denver Nuggets), los balcánicos cuentan con la conducción de Bogdan Bogdanovic, gran figura contra los canadienses (23 puntos, 4 rebotes y 3 asistencias), bien acompañado por Dobric y por Milutinov. Claro que hay un arma que los serbios están empleando a la perfección: Svetislav Pesic, un sabio que a los 73 años aspira a ser el DT campeón del mundo más veterano.