En horas de la tarde, un grupo de menores de edad intentó llevar a cabo un robo en manada en una galería ubicada cerca de la zona de El Bajo. La Policía respondió de inmediato y los delincuentes huyeron en dirección a la terminal antigua, lo que despertó un clima de disturbios y desorden en avenida Sáenz Peña.
“Hubo una intervención policial por una tentativa de robo que fue rápidamente neutralizada por el personal del distrito”, dijo a LA GACETA Juan Ibáñez, comisario mayor y subdirector del 911, sobre lo sucedido en calles 24 de septiembre y Balcarce.
Explicó que “al haber una gran cantidad de personas en la tentativa de este hecho delictivo, al percatarse de la intervención policial se emprendieron huidas, se produjo una persecución y esto causó tumulto y zozobra en los comerciantes de la zona”.
“Hubo una psicosis generalizada en cuanto a una falsa información”, aclaró. Fue así que siete personas -cuatro de ellas, menores de edad- fueron detenidas. “Se desvirtuó plenamente un operativo prácticamente ordinario que se lleva a cabo siempre en estos lugares”, indicó Ibáñez.
El comisario, además, instó a “llevarle tranquilidad a la población en general” ya que la Policía está preparada para actuar ante posibles actos vandálicos. “Manejamos información y, ante la eventualidad, actuamos. Estamos preparados para diferentes contingencias o escenarios, no sólo para actuar después de, sino también antes, para prevenir”, aseveró.
Si bien para el momento de la nota aún merodeaban oficiales de la policía en la zona, se trató de acciones rutinarias y de “prevención general”. “Una vez que ellos (por los puesteros) se dieron cuenta de cuál era la real situación, continuaron con su actividad normal”, manifestó Ibáñez.
Sin embargo, agregó que también hubo trabajadores que “pensaron que se trataba de otra cosa y, ante la eventualidad, cerraron las puertas de los negocios”, lo que también fomentó que la gente que pasaba por el lugar malinterprete la escena.
Susto y desorden para los puesteros
El robo en manada fue malentendido por los comerciantes, que interpretaron que se trataba de intentos de saqueo. Por eso, muchos de ellos bajaron sus persianas y cerraron sus negocios.
“Estábamos acá y empezó a bajar la gente porque estaban empezando a saquear por la 24, o eso se dice”, vaciló Mónica Zerda, de un local de avenida Sáenz Peña, primera cuadra.
Según contó, cerró el negocio “por miedo, por el amontonamiento de gente que se venía encima”. “Uno está con el día a día, la mercadería está cara, entonces para que vengan y te saquen lo que con tanto sacrificio juntás, más vale prevenir”, expresó la mujer.
A su par se encontraba Sabrina Fernández, que agregó: “Es una vergüenza lo que hacen. Hay gente que no cobra nada, tenemos que trabajar”.
Ambas coincidieron en que la situación de la tarde se vivió con mucha angustia, que además “las agarró de sorpresa”. “Fue así, sin más; de sólo estar, ya tenías a toda la gente encima. Fue muy angustiante”, detalló Zerda.
En otro negocio de la esquina, también cerrado, José contó que en el momento del hecho estaba adentro del local y no vio lo que pasó. “Vimos movimiento, nada más. Así que por precaución se cerró el negocio”, dijo.
Además, se animó a relacionar lo que se entendió como intento de saqueo con la llegada del ministro de Economía, Sergio Massa, a la provincia. “Seguro algo de eso tiene que ver, que no quepa la duda de que es así”, especuló.
En la esquina de la Sáenz Peña y 24, una pareja que vendía comida dio detalles sobre lo que vieron del hecho. “Empezaron a robar la ropa; entraron menores a un negocio, los dueños del local bajaron las persianas y quedaron unos cuantos afuera. Así fue que los policías comenzaron a perseguirlos”, explicaron.
“La gente empezó a bajar las persianas. Todos tenemos familias acá, así que nos fuimos a ayudar a los demás a guardar las cosas”, agregaron.