Sea como emprendedores o profesionales de un rubro en específico, trabajar de manera autónoma no es nada fácil, sobre todo si pensamos en la crisis económica que atraviesa nuestro país. Para subsanar esta mala situación, son muchas las personas que deciden volcarse al mundo virtual y probar suerte con plataformas específicas para freelancers o trabajos remotos.
“Estas webs pueden considerarse la nueva versión de los anuncios clasificados y son bastante funcionales. En especial porque los algoritmos que usan nos permiten filtrar las búsquedas de empleo a partir de varias categorías, por ejemplo, por rubro, sueldo deseado, demanda horaria, etcétera. La mayoría de la gente que utiliza estos portales lo que busca es conseguir trabajos remotos con clientes de otros países”, comenta la licenciada en Recursos Humanos Ivana Vázquez.
Esta preferencia se debe a la diferencia de monedas y la posibilidad de recibir mejores remuneraciones. “En Estados Unidos y Europa el salario mínimo y las reglamentaciones de contratación son diferentes a las nuestras. Por eso, hay empresas o establecimientos (de pequeña o mediana proyección) a los cuales les conviene económicamente buscar freelancers de otros países. Sobre todo si necesitan que se haga alguna tarea muy puntual que en otros casos implicaría subcontratar o terciarizar servicios”, explica.
Además, en muchas de las plataformas los pedidos se cotizan en dólares o euros. “Aunque luego el pago se convierta a pesos la ganancia continua siendo importante. Esta metodología suele tentar bastante a los jóvenes que aún son estudiantes secundarios o universitarios ya que hay solicitudes en las cuales, según el rubro, no se requiere de experiencia previa ni la presentación de diplomas o certificados que avalen nuestras habilidades”, agrega la consultora.
El lado B
Crear un perfil en estos portales de trabajo remoto es fácil y rápido, pero la iniciativa tiene sus puntos débiles. Franco Manzano (27) es diseñador gráfico e ilustrador. Hace tres años decidió unirse a la página para probar suerte. Desde entonces solo logró concretar 10 solicitudes de empleo. Las tareas eran simples e involucraron retocar fotografías gastronómicas y crear gráficas para redes sociales.
“No importa la página, la oferta de profesionales independientes siempre sobrepasa la cantidad de clientes o puestos de trabajo disponibles. Con miles y miles de usuarios la competencia también se incrementa y uno debe competir con gente que tiene referencias o un CV increíble gracias a las capacitaciones que hay en sus respectivos países y que acá no se consiguen”, expresa.
En cuanto a especialidades, las personas que se dedican al rubro de la programación, las ingenierías, la traducción, el marketing o la gráfica tienen el doble de posibilidades de ganar dinero ya que las bases de esas carreras no varían tanto de un territorio a otro.
Otro punto relevante es el manejo de idiomas.
Por otro lado, hay empresas que directamente prefieren a trabajadores de sus mismos territorios para evitar choques o malas interpretaciones de los pedidos debido a factores culturales.