Las temperaturas medias mundiales durante el verano boreal fueron las más elevadas desde que se tiene registro, anunció el observatorio europeo Copernicus, para el que 2023 será probablemente el año más caluroso de la historia. “El colapso climático ha comenzado”, advirtió el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, en un comunicado.
“Nuestro clima está implosionando más rápido de lo que podemos hacer frente, con fenómenos meteorológicos extremos que afectan a todos los rincones del planeta”, alertó.
Y recordó que “los científicos llevan mucho tiempo advirtiendo de las consecuencias de nuestra dependencia de los combustibles fósiles”.
Canículas, sequías, inundaciones o incendios azotaron durante ese verano boreal Asia, Europa y América del Norte, en proporciones dramáticas y a veces inéditas, con pérdidas de vidas humanas y grandes daños en las economías y el medioambiente. El hemisferio sur, con récords de calor en pleno invierno austral, también se vio afectado.
Las metas climáticas podrían volverse imposibles de alcanzar a menos que las emisiones de gases de efecto invernadero alcancen su techo antes de 2025 y luego caigan drásticamente, alertó este viernes un informe de la ONU que servirá de base para las conversaciones sobre el clima en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2023 (COP28).
Guterres instó a los líderes mundiales a "aumentar la presión ahora para encontrar soluciones climáticas” y aseguró: “aún podemos evitar lo peor del caos climático, y no tenemos un momento que perder".